-Los doce paquetes de Guadalupe y Calvo
-Seguirá la suspensión sobre Centro Médico -Bonilla con el comandante de la Guardia NacionalEran muchos frentes abiertos los que tenía José Eduardo Gamboa González -apodado “El Guachochi”, reo de Aquiles Serdán encontrado muerto el domingo por la noche-.
Primero la Secretaría de Seguridad Pública estatal dio a entender que se trataba de suicidio pero ayer la Fiscalía General a cargo de César Jáuregui aclaró que se trata de estrangulamiento. El sujeto de 29 años de edad, también conocido con el alias de “El 23”, había sido detenido el pasado tres de julio en Guachochi, horas después de la aparición de unas narcomantas en las que una facción del Cártel de Sinaloa acusaba a otra de la misma organización de estar detrás de ciertos eventos violentos y diversos delitos. En esa pugna interna, “El Guachochi” estaba en el bando de Alberto H. P., alias "El Cheyenne", quien disputa la plaza a la otra facción del cártel dirigida por Guadalupe L. B., alias "El Palapas". De ambos bandos hay hombres en prisión a los que pudo resultar incómodo; además, no pueden dejarse de lado en las investigaciones sobre su muerte el otro hecho de violencia ocurrido en las puertas del Cereso la tarde del pasado jueves, dirigido a matar a otro integrante del mismo grupo, Manuel Villicaña Pacheco, alias “El Largo Pol”, a quien la libertad le duró unos cuantos minutos. La mano pesada de los grupos internos del Cártel de Sinaloa indudablemente puede estar detrás de la muerte de Gamboa González. Además, “El Guachochi” tenía enemigos fuera del penal y hasta en las filas de la Policía Estatal, a las que perteneció hasta hace poco menos de dos años. Por sus excompañeros conocidos en algún tiempo como “Los Charlys”, dirigidos por Charly Ávila, era mal afamado como matapolicías y traidor al uniforme. Nunca fue detenido, pero siempre fue sospechoso de un ataque en el que murió uno de sus compañeros en la colonia Santa Rosa, al comienzo de la administración actual. Luego se dio de baja al finalizar el año 2022 y sus conocidos de la Estatal volvieron a saber de él por allá del 14 de febrero de 2023, después ser atacado cuando iba a bordo de un BMW blindado, acompañado de otro expolicía. Se salvó de la muerte gracias a ese blindado, pero cayó en la prisión y de esa no se escapó. Enemigos tenía de sobra el difunto, nos insisten los que forman parte de la corporación estatal. Desde luego, el tema sigue siendo todo un reto por la situación prevaleciente en el Cereso estatal, a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública, cuyos jefes supieron en tiempo que algo “grande” se cocinaba al interior preparado por “El Cumbias”, Enrique L. A., y ocurrió la triple ejecución sin medida alguna preventiva que lo impidiera. La mecha sigue encendida.***
Los hechos acontecidos en Guadalupe y Calvo son los mismos –con sus detalles cada uno por supuesto- que los ocurridos en Ocampo.
Hubo una intervención del crimen organizado que se apoderó de paquetes electorales y sembró el terror entre electores y funcionarios de casilla. No imaginamos entonces que los comicios de ayuntamiento en Guadalupe y Calvo vayan a sostenerse en los resultados ya conocidos, con el triunfo de Morena, teniendo ese trasfondo irregular sumamente grave. Podrá decirse que son menos las casillas –doce paquetes de Guadalupe y Calvo contra 16 de Ocampo-, que a diferencia de Ocampo, los funcionarios no cayeron en pánico y abandonaron boletas, etc., pero la intervención de los grupos delincuenciales fue descarada y patente. Reconocimos en la pasada sentencia de Ocampo lo valioso de los testimonios de ciudadanos, funcionarios de casilla, personal del IEE, y agentes policiacos, que confirmaron puntualmente esta intervención criminal en las elecciones. Pensamos que igual ocurrirá en Guadalupe y Calvo, bajo la misma ponencia de la magistrada, Roxana García, que fue quien propuso anular los comicios municipales en Ocampo. No le será nada difícil sostener la anulación, salvo que exista la intención de favorecer a Morena, pues ya sabemos que el corazón de la presidenta del Tribunal pinta en guinda. Dicen los estudiosos de la ley y la doctrina, que donde existe la misma razón existe el mismo derecho; así, en lo electoral, podríamos agregar que donde existen las mismas causales, existe forzosamente la nulidad. Por lo pronto son dos los comicios anulados, la sindicatura en Belisario Domínguez y el ayuntamiento en Ocampo. Veremos que propone el Tribunal para Guadalupe y Calvo.***
Enchilados deben estar los socios capitalistas y socios médicos del Centro Médico Colón, porque los administradores y responsables del área médica no han podido cumplir con lo mínimo para que sea levantada la suspensión del hospital y quirófano. Cada día es una pérdida económica.
Actualmente lo único que le queda a dicho centro médico es funcionar como consultorio y farmacia, que son las únicas áreas que no tuvieron problema, salvo algunos detalles. Les volvió a ser notificada la resolución por parte de Coespris que continuará la suspensión hasta en tanto no se presente un plan que solvente las observaciones efectuadas. Por ejemplo, debe presentarse ante la autoridad el proyecto de mejoras y adecuación de espacios físicos; para empezar, en el área de quirófano, cumpliendo con la norma oficial mexicana, que es sumamente exigente. Asimismo, la adquisición de equipo adecuado y procedimientos, que también son indispensables, por lo que el camino será largo si no se ponen las pilas. Un dato que nos observan es que no es tanto que la autoridad estatal por sus pistolas esté sancionando nada más por deporte a la mencionada clínica y otros establecimientos en similares condiciones de irregularidad, sino que la normatividad federal es muy clara y estricta. Pero además, aún debe dilucidarse qué va a pasar con la reparación del daño por la muerte de una paciente que no recibió el servicio contratado, a tal grado que le costó la vida, con responsabilidad no solo del médico, sino para la unidad que se ofrece en internet como hospitalaria con quirófano, cuando no es cierto por las condiciones actuales con que cuenta.***
Ayer por la mañana, el alcalde Marco Bonilla se reunió con el comandante de la Guardia Nacional en Chihuahua, para planear coordinación y compartir estrategias de seguridad con el objetivo de mantener la paz y el orden en la ciudad.
De entrada, Bonilla vio positivo este encuentro, porque habíamos reportado anteriormente que es la Guardia Nacional la que menos presencia tiene en las mesas de seguridad regional, por ello se espera que, con este acercamiento, el jefe militar unifique fuerzas con la Sedena, Fiscalía, Policía Estatal y Municipal para combatir el crimen. Desde que fueron implementadas las mesas de seguridad, la política y partidismo quedaron fuera, porque ahí sólo se discute la estrategia para mantener el orden y la seguridad de los que habitan en esta ciudad. De ahí por ello el interés de Bonilla de mantener la colaboración con la Guardia Nacional, que según le informaron mantienen vigilancia en diferentes puntos de manera independiente, pero sería mejor coordinarse con los locales que ya tienen bien identificados los focos rojos.