-Le pavimentan el camino a Andrea
-Con camiseta de la 4T Sabela en Puebla -Viene Adriana a atizar el fuego azulA pesar de un incremento en los homicidios dolosos en los últimos meses, producto en su mayoría del crimen organizado que nada o casi nada combate la federación, la percepción de inseguridad en la capital del estado mostró una notable mejoría en el segundo trimestre del año.
Cortesía del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la Encuesta de Seguridad Pública validó de alguna manera la gestión de Marco Bonilla en la ciudad de Chihuahua, colocándola en la lista de las 10 zonas urbanas del país con una mejoría estadísticamente significativa en la apreciación de la ciudadanía. Del primer al segundo trimestre de este año, la proporción de pobladores que se sienten inseguros en la capital bajó del 59 al 49 por ciento, salto de 10 puntos que pocas comunidades, de casi un centenar medidas en el estudio del Inegi, tuvieron en este periodo. La media nacional también tuvo una reducción: de 61 por ciento de los mexicanos se sentían inseguridad en el trimestre enero-marzo, la cifra bajó a 59 por ciento en el periodo abril-junio, es decir, Chihuahua en esta ocasión acabó muy lejos del promedio. El dato que ayer reveló el organismo nacional hizo eco en varios sectores, particularmente en el académico y en el de los especialistas en seguridad porque mide 91 poblaciones urbanas, entre ellas 16 alcaldías de la Ciudad de México y las ciudades con mayor densidad poblacional del país. Ciertamente el indicador chihuahuense está lejos de la percepción de inseguridad de apenas el 11 por ciento de San Pedro Garza García, Nuevo León y del 16 por ciento de Los Cabos, Baja California Sur, pero hay una mejoría notable, especialmente si se toma en cuenta que estaba hace un año en 56 por ciento y tuvo un repunte al comenzar el 2024. Sacar a la ciudad del ranking de los 50 municipios del país dominados por la violencia y la cultura de la muerte era una de las metas que planteó Bonilla Mendoza desde el comienzo de su gestión. Avanzar en ese objetivo en el cierre del trienio, para comenzar su segundo mandato mejor posicionado, no es una misión imposible. El trabajo en equipo entre la Policía Municipal, el Gobierno Municipal, Fiscalía General y Ejército, hizo que casi bajara 10 puntos en tan corto tiempo, consideran en la alcaldía. Prometen mantener los números a la baja porque, ha sido visto en las estadísticas que presenta cada martes el jefe de la policía, recuperan autos robados, decomisan armas, incautan droga y ahora con los operativos especiales de cero tolerancia han detenido a generadores de violencia que le quitaban la paz a los chihuahuenses.***
En el marco de la ya desatada sucesión panista, este viernes estará en Chihuahua la exdiputada federal Adriana Dávila, aspirante a la dirigencia nacional del PAN en una carrera en la que también van Jorge Romero, Damián Zepeda y más tímidamente Kenia López Rabadán.
Dávila Fernández convocó a la militancia albiazul a un restaurante de la zona del Campus City de la avenida Homero, mañana por la tarde. La invitación sólo dice que es un encuentro con los militantes, pero obviamente no es nada más para saludar a sus escasos conocidos en la ciudad, sino para presentar sus propuestas. Dávila Fernández es vista como una buena alternativa para relevar a Marko Cortés sin permitirle al todavía dirigente -que agandalló las pocas plurinominales del PAN en el Senado y la Cámara de Diputados- dejar a un incondicional en su lugar en la persona de Romero. El hecho de ser mujer, en un momento histórico precisamente marcado por las mujeres en el poder, le podría representar alguna ventaja. Sin embargo, entre el panismo local dicen que más allá de cualquier perfil de los actuales que buscan la silla de Cortés y los demás que puedan surgir, lo interesante vendrá en cómo asumirá la próxima dirigencia temas tan sensibles como la alianza con el PRI, que funcionó en Chihuahua, por ejemplo, pero es repudiada a nivel nacional. Dávila y los demás la han calificado como uno de los más grandes errores del PAN. Así, esta visita será la primera de varias que hagan los aspirantes a dirigir los restos del albiazul, en las que el tema de fondo, pues, no será quién tome las riendas, sino cuál es el rumbo que debe seguir el partido para los próximos años.***
Libre de polvo y paja prácticamente ha quedado pavimentado el camino de la vencedora al Senado, Andrea Chávez, con las últimas resoluciones en materia de fiscalización por parte del INE, salvo que se nos esté pasando algún detalle, que no hayamos visto debido a que aún están pendientes de publicarse íntegramente los dictámenes votados el pasado 22 de julio.
El representante del PAN ante el Consejo General del INE, Víctor Hugo Sondón, intentó que sancionaran a Andrea por la omisión de informar acerca de gasto en redes sociales, pero simplemente el INE lo bateó, considerando, primero que el recurso INE/Q-COF-UTF/2131/2024 era extemporáneo y segundo, que forma parte de las atribuciones de la Comisión de Fiscalización, por lo que pasaría a ser verificado en la chamba de monitoreo de medios. Así en una resolución de apenas 15 hojas, le dieron el avión a la impugnación panista, cuando es evidente el uso de recursos no declarados no sólo de la aspirante, sino de muchos otros candidatos del partido guinda y de otros colores. Nada menos la realización de cerca de 900 eventos y la declaración de gasto de sólo ocho millones de pesos por parte de los responsables de los dineros en la campaña de Andrea resulta ridículo; hablar de nueve mil pesos en promedio de gasto por evento es inverosímil, con simple operación matemática. Hace agua la fiscalización de los recursos por parte del INE y los partidos simplemente se burlan de esa actividad que debería ser fundamental. No decimos que sólo en el caso de Andrea, sino en el de todos los actores políticos contendientes, porque los montos declarados y debidamente consignados en los archivos que son públicos y pueden ser consultados por cualquier ciudadano, son evidencia de simulación.***
Apareció en Puebla la jueza de Chihuahua, Sabela Patricia Asiain, durante el foro auspiciado por el Congreso de la Unión, para impulsar la reforma judicial.
Estaba, como pudo observarse en su nerviosa presentación, en auténtico brete, porque debió agradecer que la hayan invitado los senadores Ignacio Mier y Olga Sánchez -ésta ausente- “al honorable conversatorio”, como lo llamó. Se le notaba indudablemente incómoda al asumir el discurso de la 4T, reconociendo que el pueblo habló y que exige participar en la elección de jueces y magistrados, y a la vez, sostener la lógica de que no puede ponerse la justicia en manos de gente improvisada y sin experiencia, para juzgar adecuadamente con perspectiva de múltiples derechos humanos. ¿Entonces? Trató la jueza -de manera evidente- quedar bien con quienes le abrieron ese foro con proyección nacional, marcando raya del lado en que estará en la pelea jurídica y política que otros juzgadores locales y federales han asumido frente a la locura de seleccionar togados mediante el voto popular. Ya se ve propuesta la jueza por alguno de los órganos del estado en la hipotética posibilidad de que haya elecciones allá por el 2026 ó el 2027 para seleccionar jueces y magistrados locales, o tal vez, para el próximo año, cuando podrían ser electos todos los funcionarios del ámbito federal.