No es la primera vez que un sector del radicalismo norteamericano amenaza a México con repatriar a miles de paisanos a su nación de origen, aún cuando el estatus migratorio de muchos de ellos esté en un momento de definición satisfactoria.

Esta nueva advertencia, avalada por la Suprema Corte de Estados Unidos, puede generar una crisis diplomática que afectaría a millones de mexicanos que han creado raíces y generaciones por décadas, pero que por distintos motivos, jamás lograron un papel que avale su legal estancia en esa nación.

Es posible que sus descendientes tengan en estos momentos la condición de ciudadanía, por la ley natural de nacimiento, pero fuera de ahí, la inmensa mayoría carece de una legal estancia que los obligaría, de concretarse la ley anti inmigrante, a abandonar Estados Unidos y regresar a México.

Contexto: la normativa conocida como SB4, autoriza a la policía local y estatal de Texas a arrestar y procesar a quienes sean sospechosos de cruzar ilegalmente la frontera desde México. Esta ley anti inmigrante forma parte de una serie de medidas para contener el flujo migratorio no autorizado.

Apenas el martes pasado, la Corte Suprema de Estados Unidos autorizó el proyecto de Ley Senatorial SB4, que convierte la entrada no autorizada a Texas en un delito estatal que puede ir de los 18 días de arresto, a los 20 años de prisión.

Este proyecto de Ley Senatorial es una legislación texana que endurece las medidas en contra de los migrantes y penaliza los ingresos ilegales en ese estado norteamericano y los convierte en un delito estatal y, al ser un delito, le permite a las policías detener y deportar migrantes.

Diversos analistas y defensores de los derechos de los migrantes, han señalado que aún cuando un mexicano tenga un estatus migratorio legal en Estados Unidos, como la residencia permanente (tarjeta verde) o una visa de no inmigrante, hay ciertos cargos penales que pueden resultar en la expulsión del país.

Esta nueva Ley, la SB4, entró en vigor el pasado 6 de febrero, pero fue apoyada por la Corte Suprema de Estados Unidos el martes pasado, lo que pone en alerta roja al gobierno mexicano, pues la advertencia es repatriar a millones de connacionales en los próximos meses.

La reacción de la cancillería mexicana era la esperada, pero no se conoce, hasta el momento, una posible solución, salvo que los resultados de una larga mesa de negociaciones genere una pausa a la considerada ley anti inmigrante xenofóba y discriminatoria.

Pero hay datos interesantes que quizá valga la pena aportar, frente a esa advertencia de deportar a millones de mexicanos de territorio estadounidense, impulsada por los republicanos, admiradores de Donald Trump, opositor del presidente Joe Biden, quien se opone a la Ley de Texas, por considerar que se extralimita en sus prerrogativas.

Datos importantes: Los mexicanos representan 12% de los inmigrantes dueños de pequeños negocios en Estados Unidos, pues alrededor de 570 mil empresas en la unión americana, es decir, más de una de cada 25, son propiedad de inmigrantes mexicanos, que generan anualmente 17 mil millones de dólares en ingresos.

Otro dato: los mexicanos que viven en Estados Unidos, aportan 324 mil millones de dólares anualmente a ese país, lo que los convierte en un eslabón clave para la economía norteamericana.

Hay poco más de 37 millones de mexicanos en Estados Unidos, y es California el estado con más connacionales, cerca de un millón, seguido por otras entidades como Texas, Nuevo México y Arizona. Siete de cada diez trabajadores agrícolas en Estados Unidos son paisanos y tan solo en 2023, los migrantes mexicanos en la unión americana enviaron a su país de origen remesas por 63 mil millones de dólares.

Independientemente de la aportación que los migrantes mexicanos realizan en remesas a su país de origen, nadie duda que contribuyen de manera muy importante a la economía de Estados Unidos, más allá de la imagen errónea que se tiene de que son los únicos que hacen trabajo de mano de obra que rechazan los norteamericanos.

Se trata de trabajo intelectual, empresarial, de servicios, agrícola, de manufactura de primer nivel; los mexicanos en Estados Unidos son inversionistas, políticos, empresarios, docentes, investigadores, científicos y, no por nada, son los de mayor fuerza poblacional latina en esa nación.

Entonces, cuando se habla de una SB4, que amenaza con deportar a miles de connacionales, es evidente que se trata, primero, de una lucha de poderes entre republicanos y demócratas; que se trata de una contienda electoral, donde la discriminación y la xenofobia podrían separar a muchísimas familias que tienen su vida allá.

Todo ello solo porque se libra una batalla política entre las dos principales fuerzas y que, si no se llega a un acuerdo binacional, el lobo, otra vez, se está aproximando. ¿Y sabe cuáles estados mexicanos tendrían el problema de una repatriación masiva?: adivinó… Chihuahua por delante. Al tiempo.

Fuentes: Cancillería Mexicana, Revista Forbes (Forbes Staff, febrero 2024, portada Internacional), cnn.com/espanol/2024/03/18