-No tiene Estado tan buenos operadores... 

-Agenda Xóchitl para antes de las campañas 

-Cruz Russek y Bonilla, dos estilos distintos

La nueva audiencia a la que fue llevado el exgobernador César Duarte, encabezada por la jueza Hortensia Rodríguez, le sirvió de poco al acusado y a su defensa, que desde la emisión de una sentencia federal de amparo argumentaron que no había vuelta de hoja en su liberación.

El exmandatario, ahora sin llamar burdeles a los tribunales ni dramatizar de más en la diligencia, volvió a hacer uso de la palabra para declararse botín político de la justicia, porque fue dictada y reforzada la vigencia de la jurídicamente cuestionable prisión preventiva.

En palabras de la jueza le será garantizado su derecho a ser sometido a una cirugía el próximo primero de abril -quedó sobre entendido que sería fuera de prisión y con el tiempo necesario para su recuperación- pero la medida cautelar ni siquiera fue revisada. No alcanzaron los efectos del amparo para ese fin.

Los abogados de la misma Fiscalía, que sostienen la causa penal con un montón de fuerzas en contra, reportan que en efecto es cada vez más complicado mantenerlo en prisión, dada su detención en 2020 en Estados Unidos y su extradición en 2022, tiempo durante el cual ha permanecido detenido sin sentencia.

Es evidente, pues, que la prisión preventiva está cada vez más débil hasta en los tribunales locales, que obviamente entienden de las cuestiones políticas cuyos hilos lleva la Fiscalía General del Estado; y no se diga en los federales, que siempre encuentran huecos para cuestionar la labor de la judicatura estatal.

Pero también es evidente que hay un enorme, enorme temor del exgobernador y sus defensores de llegar a la etapa del juicio oral en reclusión. A eso se ha orientado toda la estrategia, a cambiar la medida cautelar y retrasar lo que es propiamente el enjuiciamiento. 

Tenemos en versión digital de GPS el comunicado oficial de los abogados en el que anunciaron la audiencia, enfocándose en atacar a una jueza de control, Delia Valentina Méndez, en vez de reforzar sus argumentos jurídicos o cuando menos deslizar lo que dicen todos los acusados, que son inocentes. Pero no, el enfoque es otro totalmente.

Por algo, no por nada, es tanta la desesperación y el esfuerzo de no llegar a juicio con el imputado preso, y es esa misma estrategia lo que ha justificado y avalado su permanencia en el Cereso de Aquiles Serdán. Es decir, si tanto se ha extendido la prisión preventiva hasta límites cuestionables, ha sido por la decisión de retrasar a como diera lugar el comienzo del juicio.

Así las cosas, amparo tras amparo y con todas las audiencias repuestas que sean necesarias, no se ve por ahora una liberación anticipada como la que pretende el exgobernador. A lo mucho, quizás, le hacen bueno su concepto de botín político y hasta después del dos de junio le sueltan un poquito la soga.

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Entre broma y en serio, en la alta burocracia estatal dicen que si gobierno hubiera metido las manos en el pleito interno de Morena, no habría tenido tan buenos resultados como los vistos hasta ahora en este conflicto que muestra una vez más la proclividad a los problemas entre militantes del partido guinda.

Ahora, ocho legisladores, incluido el coordinador Cuauhtémoc Estrada, están en riesgo de no poder competir por su reelección, a causa de la batalla iniciada con una de las suyas, Adriana Terrazas, por el atrevimiento de asumir como presidenta del Congreso del Estado en septiembre de 2022.

El conflicto escaló durante el segundo año de la legislatura y fue atizado en el tercero que comenzó en septiembre de 2023, pues Terrazas Porras se atrevió de nuevo a repetir en el cargo. Sí, le era cómoda a una mayoría panista que buscaba alianzas para darle gobernabilidad a la gestión estatal, pero más que eso le daba institucionalidad a la legislatura.

Los diputados morenistas que la insultaron, desconocieron, expulsaron, le quitaron parte de su sueldo y la invisibilizaron, reclaman ahora que la gobernadora Maru Campos, los consejeros del Instituto Estatal Electoral y los magistrados del Tribunal en la materia, están confabulados para sancionarlos.

Pero en Palacio dicen que ni hay tan buenos operadores estatales capaces de lograr algo así con éxito ni los de Morena necesitan ayuda para pelearse entre ellos. O sea, si hubieran metido las manos quién sabe cuál sería la situación actual, pero igual ya les habría salido el tiro por la culata.

Hay, desde luego, una atención constante al tema político porque obviamente en las estrategias de partido (o coalición con el PRI y PRD, en el caso actual), influye el poder público, pero no hay mucho interés real en si compiten o no los actuales diputados para reelegirse.

La realidad de las cosas es que, por su actuación y resultados en todos los temas, los ocho diputados morenistas, en riesgo de perder la curul, son vistos chiquitos y orejones, sin nivel político y sin estrategia, fáciles de chamaquear y de doblegar, además de ruidosos y estridentes, pero con poca sustancia.

En suma, en una de esas, a Palacio le conviene que busquen ser reelectos y que ganen, para mantener el mismo balance de fuerzas que le ha servido para transitar en esta casi primera mitad del sexenio.

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Ya hay agenda tentativa en Chihuahua de la candidata presidencial del PRIAN, Xóchitl Gálvez Ruiz, para antes del comienzo de las campañas electorales locales, es decir, para una fecha previa al 25 de abril próximo, cuando podrán arrancar los aspirantes a diputados estatales, síndicos y alcaldes.

Casi agotado marzo y con las vacaciones atravesadas a medio proceso electoral federal, la abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por México decidió posponer su gira por Chihuahua prevista para mediados del mes. 

A cambio, nos reportan de la estructura nacional, es previsible que se tome su tiempo para recorrer no sólo la capital, sino agendar también Juárez, plaza incómoda a la que le debe la visita; y posiblemente otras dos regiones representativas de la entidad, a donde le hace falta acudir para posicionar el proyecto opositor.

A ver si ya cuando venga, los candidatos a diputados federales y a senadores, que según ellos andan en campaña, ya empiezan a reconocerla como su candidata presidencial, porque hasta la fecha casi ni la mencionan en sus eventos y menos en sus mensajes y boletines oficiales deshilvanados.

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En sus primeras 24 horas como alcalde de Chihuahua, Jorge Cruz Russek, ha estado tomando las riendas de la administración municipal sosteniendo reuniones de trabajo internas, construyendo su agenda y conociendo los asuntos pendientes que habrá de encaminar durante los próximos dos meses.

Tras su toma de protesta el lunes, se trasladó a la Comandancia Norte para reunirse con los elementos y mandos de la Dirección de Seguridad Pública, y posteriormente encabezó su primera reunión de la mesa regional con las corporaciones de seguridad.

Ayer estuvo en la comunidad de El Charco, en el Aeropuerto Sur, junto al gerente de Protección a la Infraestructura y Atención de Emergencia de CONAGUA.

Será sin duda un estilo diferente el de Cruz Russek al de Marco Bonilla, por razones obvias de personalidad, pero es clara la visión de ambos, la continuidad de trabajo y la coordinación con todos los niveles de gobierno.