Como la panacea que resolverá todos los problemas sociales, tanto los actores políticos, como los gobernantes y gobernados en general, ponemos por delante a la democracia, pero, desafortunadamente, sólo en el discurso o en las pláticas de café.

Si hubiera una real voluntad para implementar ese régimen político, desde hace décadas o siglos hubiéramos resuelto un sinfín de situaciones que lastiman profundamente a los mexicanos y al mundo entero, pero tal parece que no existe una verdadera y sincera disposición para ello. No estaríamos viviendo la grave y amplia polarización que nos divide a quienes habitamos este precioso y rico país.

No dejamos de poner al de enfrente, al adversario político, al gobierno, al compañero de trabajo, al vecino, etc., como el culpable de todo, sin reconocer responsabilidad alguna de nuestra parte, asumiéndonos como ciudadanos ejemplares a sabiendas de que no lo somos. 

Para hablar de democracia, no es suficiente referirse nada más a la cuestión electoral que, si bien es uno de los conductos idóneos para conseguirla, no le es suficiente. La democracia implica que la gente viva más feliz, que tenga tiempo para realizarse y para cultivar sus afectos, según lo ha señalado atinadamente el respetable ex presidente uruguayo Pepe Mujica.

No obstante, en la actualidad, con millones y millones de mexicanos y demás seres humanos en el mundo que viven en la pobreza, con una desafortunada sensación de infelicidad, estamos lejos de poder afirmar que la democracia nos rige.

No se trata de la perfección, de que no haya diferencias o problemas, sino de tener la capacidad, la voluntad y los instrumentos atinentes para resolverlas. Las divergencias son hasta necesarias para exigirnos ser mejores, pero el diálogo, la pluralidad, la tolerancia, la justicia, etc., como valores de la democracia, deben prevalecer, ante todo, además de no ser exclusivos —de ninguna manera— de quienes detentan el poder político y económico. La sociedad debe ser el centro de los intereses de aquellos, armonizándolos con los propios, para que cualquier persona y su familia tengan la posibilidad de acceder a una adecuada calidad de vida.

Pues bien, la temática anterior es parte de lo que se expone y reflexiona en el libro “La democracia que no quisimos: realidades que contradicen a la retórica”, cuya autoría es del suscrito y en el que, sin llegar a profundizar en un estudio teórico de lo que es el régimen político en cuestión, se consideran diferentes conceptos, elementos y valores que a nivel internacional y nacional se utilizan para describirle, además de cotejarlos con situaciones que en el día a día vivimos los mexicanos.

Entre otros diversos tópicos que se utilizan para responder a la interrogante de si efectivamente es la democracia lo que deseamos, no nada más como régimen político, sino como forma de vida, se encuentran: 

Encuestas y resultados electorales: frecuentes disparidades; redes sociales: donde lo nimio y lo falso se propaga indiscriminadamente; contrariedades en la supuesta búsqueda de la democracia: INE, SCJN y los LTG, algunos ejemplos; elecciones, partidos políticos y representación popular: ¿resistencia a la democracia?; ¿los de izquierda “comen niños” y los de derecha no?; la ideología y el partido político de Dios; la pobreza y la desgracia social como disputa política; ¿derechos humanos, o el imperio de las minorías?; redimir a los trabajadores mexicanos: un pendiente que aún persiste, y; una identidad cultural que se desvanece con la globalización.

El mencionado libro será presentado el próximo jueves 9 de mayo en el Mezanine del edificio sede del H. Congreso del Estado de Chihuahua, a partir de las 18:00 horas (6 pm), dónde los comentarios estarán a cargo de los prestigiados catedráticos universitarios Dr. Gerardo Arturo Limón Domínguez y Mtro. Francisco Flores Legarda, a quienes agradezco el haber aceptado amablemente la invitación para ello.

De igual forma, agradezco a la Dip. Adriana Terrazas Porras, presidenta del órgano legislativo referido, así como al personal a su cargo, la amabilidad de sus atenciones para llevar a cabo la presentación mencionada. Esperemos que la respetable diputada tenga oportunidad de acompañarnos.

En épocas como la que estamos viviendo, es de suma importancia contar con información que nos permita ampliar nuestro panorama para realizar el análisis y reflexión que nos lleve a tomar las mejores decisiones, teniendo como sustento las fuentes adecuadas.

Por lo anterior, se hace una cordial invitación al público en general para que nos haga favor de asistir al evento que nos ocupa, donde si lo desea podrá adquirir el libro señalado, mismo que también se encuentra disponible en la plataforma de Amazon y en la librería Kosmos.