El anciano pregunta a dos jóvenes monjes ¿a dónde se dirigen? Kwai Chang responde: a comprar provisiones para el templo; el longevo dice: escuché que hay asaltantes en el camino principal, les aconseja tomar el camino lateral, siguen su consejo, luego son asaltados por la banda del anciano.
En el templo el maestro les interroga ¿porqué dejaron el camino principal? -Ho Fong responde- fuimos tontos confiamos en un anciano de cara bondadosa; luego le pregunta ¿qué lección aprendiste? -aquél responde- a no confiar en extraños. Enseguida pregunta a Kwai Chang lo mismo, -éste responde- “esperar lo inesperado”; diálogo de una escena de la serie Kung Fu de 1975. Hablar del pensar riguroso[1], es hablar de una forma permanente y firme, de encarar los problemas o interrogantes que se le presentan al ser humano, cuyo fin es el esclarecimiento o solución de aquellos a través del pensar recto. Pareciera que aún no se ha comprendido por quienes debieran entenderlo, que los actos vandálicos del 8 de marzo al igual que los del 15 de mayo, no son aislados, ni se van a quedar ahí. No es solo en contra de la Universidad, ni de la autoridad, incluye a la sociedad. Es evidente que ya revelaron algunos de sus fines ocultos, y faltan otros por venir. Al tiempo. Al igual que en la marcha del 8 de marzo, en la que, encontramos hombres encapuchados con la finalidad de dañar edificios, como el de Rectoría; pretender producir miedo en la sociedad, desprestigio y desestabilización de la autoridad. El día 15 de mayo del presente año, día del maestro, ¿qué coincidencia no?, medios de comunicación dieron cuenta de una “manifestación” de un grupo de “estudiantes” que, sin vergüenza, temor o rubor alguno, destruyeron la puerta del Edificio de Rectoría de la Universidad Autónoma de Chihuahua, ¿qué raro verdad? Luego el 22 de mayo, un medio de comunicación local[3], dio cuenta de cómo el tema anterior es abordado en un acto de campaña, en el que se demanda atención a la situación y no represión a los “estudiantes”; sin que en dicho acto se mencionen los actos vandálicos y daños que los “estudiantes”, causaron al patrimonio de los chihuahuenses, ¿más raro verdad? En el Libro El Arte de la Guerra, Sun Tzu[3], sobre este tipo de situaciones, precisa algunas ideas interesantes que vale la pena considerar; por ejemplo, enseña la necesidad de conocer los hechos, de esperar lo peor, aprovechar el momento y que no adivinen tus intenciones, hay más, estas coinciden con los hechos del 15 de mayo. Si a quien corresponde el tema de seguridad pública, hubiese pensado con antelación esperar lo inesperado como resultado de la “marcha”, es decir, la intencionalidad de lo que escondían quiénes organizaron la “marcha de estudiantes”, habrían resguardado el edifico de Rectoría, sin embargo, no fue así; seguramente lo anterior sí lo sabían quienes organizaron los actos vandálicos, lo previeron y aprovecharon el momento para causar daño al patrimonio de los chihuahuenses. Los actos vandálicos aparentemente pequeños, provenientes de varios lados, se revelaron como movimientos tácticos en el marco de una estrategia pacientemente diseñada, más allá de una simple “manifestación”; se observan por análisis otros intereses de fondo que se aprecian embozadamente en el contenido de las notas informativas que los mismos medios de comunicación publican. Cómo ves, pensar es un hábito, no se nace con él, hay que aprender a pensar, para entender los fenómenos sociales; pensar es un elemento importante en la ecuación de la comprensión de la verdad, del conocimiento de hechos o conductas que se nos presentan o revelan antes o después de consumarse; es responsabilidad de todos estar atentos a aquello o aquellos que buscan un mal para la sociedad y prevenir consecuencias graves, hay que esperar lo inesperado en este tipo de manifestaciones públicas. [1] https://www.eldiariodechihuahua.mx/opinion/2022/nov/18/virtud-de-la-ciencia-o-habitos-del-pensamiento-primera-parte. [2] https://www.tiempo.com.mx/noticia/sube_sheinbaum_a_estudiantes_de_la_uach_pide_dialogo/