-Defienden la Corte mientras no ordene abortos

-Entrega Paco mal balance de Gaudinis

-Campaña de a deveritas con Bonilla

Por más que lo negaron, todos sabían que existía un acuerdo entre el candidato Miguel La Torre de Morena y Kike Valles de Movimiento Ciudadano, para golpetear constantemente al candidato puntero de la elección a presidente municipal, Marco Bonilla de la coalición “Juntos Defendamos a Chihuahua”.

La Torre fue tan descarado, que publicó un video donde se encuentran por casualidad con el emecista, lo saluda y le dice: por eso somos aliados, seguido de risas y saludos.

Siempre fue esa la estrategia de los dos y la forma de hacer política de la que siempre critican, estar en contra de la corrupción y compra de votos, en este caso de candidatos, recordemos que Kike dueño de la Plaza de Todos le rentó o prestó este lugar para el cierre de campaña de la juarense morenista que busca un curul en el Senado.

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La reciente resolución de un Tribunal Colegiado de Circuito, que ordenó a las instancias estatales la práctica obligatoria de la interrupción del embarazo en los casos ya regulados por las normas, pegó fuerte en la Secretaría de Salud del Estado, a la que tomó fuera de base y por sorpresa, aparentemente.

El titular del ramo, Gilberto Baeza, consideró inaplicable la disposición judicial por la presumible contraposición  con el Código Penal del Estado, sin tomar en cuenta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó hace mucho derogar la penalización del aborto vigente en la entidad a través de una norma que, obviamente, es inferior a la Constitución.

Sin embargo, así ha toreado el funcionario las últimas horas el tablazo del tribunal y de la SCJN, sustentado en las tesis más avanzadas de derechos humanos. Obviamente la postura político-ideológica que debe defender Baeza choca de frente con la polémica decisión judicial.

Aunque es tema de protección de derechos humanos, el ombudsman estatal recién estrenado, Javier González Mocken, también logró evadir los cuestionamientos que ha levantado el Poder Judicial de la Federación con una determinación aterrizada en Chihuahua en un momento nada propicio, justo cuando acaban las campañas electorales y comienza la veda previa a la jornada del domingo.

En estos días en que por fin deben quedarse callados los candidatos a cualquier cargo de elección popular, ese vacío podría ser llenado con la protesta, hasta ahora soterrada, de organizaciones y colectivas feministas que han visto con desagrado la postura de la dependencia estatal.

Reclaman, cómo no, que políticamente hay una supuesta defensa a la Suprema Corte, a la independencia del Poder Judicial y a la separación de poderes, por parte de los grupos conservadores, pero a la hora en que se trata de respeto a los derechos humanos ahí sí no defienden las instituciones.

O sea, las posturas conservadoras dicen defender la judicatura federal de los embates “dictatoriales” y “totalitarios” de la gestión de Andrés Manuel López Obrador, pero nomás les tocan un son que no les gusta y se hacen que la virgen les habla, a pesar de ser disposiciones constitucionales obligatorias.

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Terminadas las campañas, en el balance hecho en los equipos panistas nada bien le fue al coordinador del distrito sexto, Francisco “Paco” Navarro Pastrana, una de las cabezas del grupo de los Gaudinis, el cual hizo de este proyecto uno de los grandes refugios.

Hay molestia dentro de la alianza del PRIAN porque los comentarios de que la estrategia se quedó corta en uno de los distritos más albiazules del país, acabaron de confirmarse con la falta de un cierre de campaña. Fue el único proyecto que no tuvo cierre propio, sólo se colgó de los organizados por las otras campañas.

Tanto priistas como panistas no pudieron evitar darse cuenta de que la agenda compartida en diversos grupos y redes se caracterizó por la falta de actividades en calle y sus largos ratos diarios de actividades “privadas”. El peso de este reclamo recae directamente sobre “Paco” Navarro, quien supuestamente aportaría su experiencia en los terrenos electorales y tendría un equipo listo para caminar todo el distrito.

Quedó a deber el gaudinista porque más allá del compromiso que hizo para sacar adelante el proyecto, que no acaba en esta elección, se dedicó a nadar de muertito en la parte electoral, concentrándose en la recaudación de los recursos económicos para vender él mismo y acomodar a sus amigos como proveedores de toda clase de servicios para la campaña.

Las pruebas de la inoperancia de Navarro las tienen muchos panistas involucrados en el proyecto específico y en la talacha general del PRIAN.

De entrada, se aventó el trabajito sin pedir licencia sin goce de sueldo y todos los que tuvieron que acercarse a encuentros con él se toparon con que sólo aceptaba reuniones entre 10 de la mañana y cuatro de la tarde. Además, frecuentemente no llegaba a sus compromisos o, a pesar de la hora, llegaba en estado inconveniente, sin contar con que en vez de trabajar prefería largas horas de gorra en Distrito 1, desde donde planeaba los golpes bajo la mesa que daba a las otras campañas, incluidas las de sus compañeros panistas.

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Cerró ayer por la noche el candidato Marco Bonilla con actividad en el distrito 16 con Joss Vega, por la noche, en la colonia División del Norte.

Transcurrieron para llegar a esta actividad un total de 35 días, desde aquel 25 de abril en que, en punto de las cero horas con un minuto, develó un espectacular.

De esa fecha al día de ayer, efectuó 182 acciones de campaña directa el aspirante de la coalición Juntos defendamos Chihuahua, más 95 cruceros sin candidato.

Una campaña que dirían de a deveritas entre eventos en colonias, cruceros, entrevistas con medios de comunicación, dos debates, diversos cierres y ruedas de prensa.

Mas o menos al término del evento con la candidata a diputada por el distrito 16, el equipo de Bonilla intensificó presencia en redes sociales con un video de agradecimiento con los electores.

Ninguno de los otros candidatos que aún sobreviven en la contienda se acercan a estos números, ni el de Morena ni el de Movimiento Ciudadano.

Ahora vienen los días de silencio de campaña para propiciar la reflexión; el domingo aceitar la maquinaria para salir a votar, donde el PAN lleva ventaja con dos simulacros de trabajo para el día de los comicios.

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Acaba de sesionar el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para resolver siete resoluciones del Tribunal Estatal Electoral impugnadas por diversos actores.

Son los expedientes para protección de derechos políticos del ciudadano 384 y 191 ambos del 2024, así como los juicios electorales 42, 43, 45, 46 y 47, también de este año.

El palo fue mayúsculo, porque revocaron cinco de las resoluciones, confirmaron una, la interpuesta por Rosana Díaz y rechazaron la de Héctor Tomas Chávez Durán.

Ahora, una vez que lleguen las sentencias del Trife, deberá enmendar la plana el tribunal local; ahí conoceremos los detalles, si no es que antes, por la obligada publicación de una versión pública por parte del órgano jurisdiccional electoral federal.

Todos estos asuntos y otros han avanzado, pero hay otros que lo hacen, pero muy lentos, en particular nos llama la atención el promovido por Mariana Lachica, representante suplente del PAN ante el IEE, que presentó denunció por violencia política en razón de género en contra de Arturo Muñoz Aguirre, Secretario Ejecutivo del IEE.

El tema ha sido mantenido hermético, al grado de que en la página del IEE como en la del TEE no hay registro de esa denuncia más que la presentación de la misma hace casi 3 semanas, salvo que estén por ahí perdidos.

Muñoz es cercano, muy cercano del hoy magistrado Julio César Merino, incluso nos dicen que fue parte de su equipo.

Ni modo de negar el padrinazgo de Lilia Aguilar/PT hacia el togado.