Ciudad de México.- Como lo he dicho en múltiples ocasiones tanto en este espacio y en otros más, un servidor ha sido el primero en pugnar por la elección mediante voto popular de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, esto es así, porque dichos ministros son los únicos jueces en todo nuestro sistema jurídico que pueden declarar la invalidez de las normas o actuaciones de los otros dos poderes del Estado electos por voto del pueblo (Ejecutivo y Legislativo), convirtiéndose por tanto en actores políticos, además de operadores jurídicos; sin embargo, me sigue pareciendo extraña la idea de elegir a los demás jueces y magistrados federales ni jueces y magistrados de los estados por voto popular.

Con este tema del voto de jueces, magistrados, ministros federales y juzgadores de los Estados, se ha hablado mucho que busca legitimar a los mismos, ya que carecen de legitimidad democrática por no ser electos por el pueblo como los integrantes de los demás poderes del Estado. No obstante lo anterior, el que no sean votados no significa que los juzgadores carezcan de legitimidad.

Esto es así, ya que el primer punto de legitimidad de un juez no votado por el pueblo es llegar a su puesto mediante concurso de oposición, ganando su plaza una vez sometido a diversas evaluaciones, y haber demostrado (o cuando menos da la presunción) una preparación y experiencia adecuadas para el puesto, y haber derrotado a los demás concursantes internos y externos al poder judicial.

Con lo anterior se prevé que los mejores y más preparados lleguen al puesto, aunque en muchos casos, los concursos no han sido la solución en su totalidad, a diversos problemas, ya que, incluso miembros del poder judicial federal han reconocido que aún existe el nepotismo en dicho poder, por lo que se debe seguir trabajando en erradicar los males y los vicios que aún existen en la labor jurisdiccional.

El segundo punto de legitimidad del juez es la calidad de sus sentencias. Si bien se dice que un juez habla a través de sus sentencias, yo no creo que deba ser así, ya que el juez debe tener acercamiento con la realidad social en la cual está inserto y debe buscar tener una mejor conexión con la sociedad, también creo que entre mejor se haga una sentencia, así como que esta se encuentre debidamente fundada, motivada, pero sobre todo dotada de una calidad argumentativa, esto dotará al juez de una legitimidad en su trabajo.

A pesar de que con estos dos puntos se puede decir que contamos aún con jueces legitimados, se ha continuado con la reforma judicial, la cual ya está aquí y no se ve hasta ahorita como se pueda detener, por lo que quedará ver en que resulta la misma, esperando se garantice que quienes lleguen a los cargos sean profesionales en toda la extensión de la palabra.