Hace unas semanas, tuve la oportunidad de allegarme de información más directa y objetiva sobre las Universidades para el Bienestar “Benito Juárez García” (UBBJ) y del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), por lo que dejando de lado filias y fobias, me permitiré compartir dicha experiencia.
En cuanto a las UBBJ, estando en la plaza principal de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, observé a dos jóvenes vestidos de blanco —incluyendo su calzado—, quienes se encontraban volando un dron y con los que inicié una plática sobre el mencionado artefacto, cuestionándolos seguidamente en relación con su atuendo, refiriéndome que eran estudiantes de medicina, a lo que les pregunté a qué escuela o universidad pertenecían, respondiéndome que a la citada institución educativa, misma que se ubica en el aludido Pueblo Mágico. Toda vez que no han sido pocos los comentarios de menosprecio o burla que he escuchado hacia la Universidad en comento (además de mi ignorancia del tema), aproveché la ocasión y emprendí un bombardeo de preguntas hacia tales estudiantes —por cierto, de nombres Joseph y Alexis, cursando el último o penúltimo semestre de la carrera—, quienes muy educada y amablemente dieron respuesta con notorio entusiasmo y satisfacción. Comentaron que existe una plantilla de aproximadamente 1,000 estudiantes, donde sólo se cuenta con la Licenciatura en Medicina Integral y Salud Comunitaria, y que quienes imparten las clases son tanto maestros mexicanos como cubanos, destacando que en ambos casos demuestran un notable profesionalismo y dedicación, siendo así que consideran que la educación es de calidad. Respecto de las instalaciones y equipamiento, señalaron que son adecuados. Asimismo, uno de los futuros galenos refirió que tiene su domicilio en una población no muy cercana a San Cristóbal de las Casas, y que si no se hubiera instalado ahí la citada Universidad y si no recibiera la beca que le es proporcionada por el Gobierno federal, le hubiera sido imposible a él y a su familia apoyarle con dichos estudios en alguna otra sede e institución. De lo anterior, bien puede considerarse que, de graduarse ya no digamos el 100 por ciento de los estudiantes referidos, sino al menos un 50 por ciento, el impacto en la salud de los pobladores de las distintas regiones de un Estado tan rezagado como lo es Chiapas, muy seguramente resultaría por demás benéfico. Valdría la pena indagar —sin predisposición alguna— respecto de las demás UBBJ que se encuentran a lo largo y ancho del país, para conocer si realmente aportan o aportarán algo positivo a los mexicanos. Por lo que hace al AIFA, ya de regreso de la ciudad coleta, el itinerario de vuelo contemplaba una conexión en dicha terminal aérea, por lo que tuve la posibilidad de recorrer una parte considerable de sus instalaciones, las que, si bien no conozco aeropuertos importantes fuera de nuestro país (salvo en videos o fotografías de algunos de ellos), pues igual pudiera decirse que es de “primer mundo”, y que después de más de dos años de inaugurado se le ve bien conservado, sin deterioro en nada. Pisos, bancas, baños, paredes, fachada, etc., en buenas condiciones, observándose que se utilizaron materiales y mano de obra de calidad en su construcción. No fui la única persona que quedó gratamente sorprendida al conocerle, ya que para donde uno volteara, de la misma manera que quien esto escribe, no eran pocas las personas que tomaban una y otra fotografía y videos de un aeropuerto tan bonito, moderno y funcional. Hasta de los baños se tomó captura. Existen restaurantes de cadenas internacionales y nacionales, así como sucursales de los que existen en la Ciudad de México, con precios y comida para todo tipo de gustos y posibilidades. En este aspecto, lo único que lamento es no haber visto a la tan mentada señora de las tlayudas, pues hubiera sido otra opción suculenta. Además, no observé algún tendido o puesto ambulante en los pasillos, como sarcásticamente se le hace alusión. Es de destacar, la disponibilidad de consultorios médicos para la atención de los pasajeros o visitantes que lo requieran, así como varias áreas de juegos infantiles para niños y bebés, demostrando con ello una gran empatía hacia los mexicanos y extranjeros que hacen uso de las instalaciones, aligerando de esa manera la espera o las urgencias que se pudieran presentar. Al exterior operan dos hoteles de calidad, uno de ellos perteneciente a una prestigiada cadena internacional, y el otro al aparecer administrado por el Ejército y la Fuerza Aérea. También resulta importante mencionar, que el AIFA cuenta: con espacios amplios prácticamente en todo; con una apariencia lujosa; con personal de seguridad, de información y de servicios generales amable, limpio y educado (muchos de ellos militares); con instalaciones pulcras; con una temática muy mexicana y a la vez elegante en su decoración; etc. No obstante, de lo que sí me pude enterar por algunos conocidos que saludé y que iban llegando de la Ciudad de México, es que en la experiencia de ellos, según me lo comentaron muy rápidamente, hicieron varias horas en su trayecto, ya que habían utilizado el servicio de taxi, metro y creo que también alguna otra alternativa de transporte público. Sin embargo, investigando en internet, tal parece que existen múltiples opciones de traslado en un tiempo razonable, a bajo costo y desde las diferentes zonas de la citada ciudad capital. Pues bien, no todo debe ser aplausos o reproches, sino tener una visión objetiva y honesta de lo que es positivo o negativo, con la plena disposición a reconocer y a exigir cuando se requiera, según sea el caso; pero sobre todo, dejar de lado esas filias y fobias que tanto siguen lastimando la convivencia entre los mexicanos.