“Nada por qué matar o morir/y ninguna religión
/imagina toda la gente/viviendo la vida en paz” John Lennon: ImagineCreer que toda la humanidad desea la paz es falso. Definirla no es tarea sencilla, más bien imposible. Pensar que es la ausencia de guerra incrementa problemas en lugar de aclararla. Porque ¿cómo definir “guerra”? ¿bajo qué criterios? Si dos hombres de diferentes nacionalidades pelean por defender su patria ¿es una guerra? ¿cuántas personas se necesitan para que sea considerada como tal? ¿qué armas deben usar? ¿cuántos fallecimientos? Las revoluciones internas ¿son guerras? Sacar la casta por la patria, religión, amor, dios, verdad, filosofía, política, territorio, honor, venganza, imponer orden ¿justifica la conflagración?
El caso de la paz es análogo. Si una pareja sentimental no se agrede, no se habla, no se dirige la mirada, no cohabitan ¿viven en santa armonía? La paz, implica un estado de justicia, honestidad, respeto, concordia, responsabilidad, legalidad, diálogo, transparencia, cooperación, tolerancia, igualdad, libertad, democracia y pare usted de contar porque en vez de esclarecer el término lo estamos complicando ya que varios de estos conceptos son valorativos y su definición es más compleja. Pero muchos deseamos vivir en sana avenencia. Convivir sin disputas es un sueño, una quimera porque desde que los humanos son humanos –si no es que desde antes- se enfrascaron en una lucha por motivos que no importa enumerar. No podemos saber cuántas guerras han sucedido en este planeta. La primera guerra de la historia –dependiendo por supuesto de la definición que aceptemos- fue entre Lagash y Umma. Ocurrió hace unos 4500 años, pelearon durante cien años e hicieron el primer pacto de no agresión. Los mexicanos, al grito de guerra, por cualquier motivo cantamos “Guerra, Guerra, sin tregua, al que intente de la patria manchar los blasones” y después “¡Patria, patria! Tus hijos te juran, exhalar en tus aras su aliento, si el clarín con su bélico acento” etc. etc. un himno muy bélico, pendenciero, agresivo, brabucón, fanfarrón, presuntuoso, para que lo cantemos desgarrándonos las vestiduras desde una nación que se dice pacifista y que no ha ganado una sola guerra (la del 5 de mayo fue una batalla). Después de la Primera Guerra Mundial la humanidad valoró –pocos años, por cierto- la paz y formó la Sociedad de las Naciones "para promover la cooperación internacional y para lograr la paz y la seguridad". Solo desde el siglo pasado se presentaron dos confrontaciones mundiales y desde entonces se han dado 246 enfrentamientos armados hasta 2010. Actualmente son unos 60 conflictos “activos” en el mundo. Y la tercera gran guerra está latente hoy en día. Después del rotundo fracaso de la Sociedad de las Naciones y posterior a la Segunda Guerra Mundial (la cual inició en 1939) se decidió crear una institución mundial que promoviera la paz, seguridad, derechos humanos, fomentar el desarrollo social y económico y garantizar la asistencia humanitaria: la ONU la ual, según afirman, defiende el derecho internacional. Pero queda en buenos deseos. Ya perdió el respeto sobre todo de Estados Unidos y Rusia, otros estados miembros no aportan su cuota y la tienen sumida en la bancarrota. No tiene fuerza ni militar –los llamados cascos azules- ni moral. Prácticamente nadie le guarda respeto y menos obediencia. Los países poderosos ni la toman en cuenta. Entonces ¿tiene caso sostener un fantasma? En el libro Trece Días, de Robert Kennedy, se menciona que, para llevar a cabo la llamada cuarentena a Cuba por parte de los norteamericanos en 1962, se fundamentaron en otra hoy osamenta: la Organización de Estados Americanos. Donald Trump amenaza con tomar por la fuerza el canal de Panamá, Groenlandia, anexarse Canadá, invadir México y la OEA durmiendo el sueño de quien no manda ni saludos. Debemos encontrar la manera de construir nuevos garantes de la paz. Con fuerza, determinación, efectividad. Y sí ¿quién le pondrá el cascabel al gato? Mi álter ego propone que sea obligatorio que creyentes y no creyentes vean la serie Marcial Maciel: el lobo de Dios. Y nos preguntamos, ¿dónde está el todopoderoso cuando sus disque representes en la tierra pisotean su sagrado legado con toda impunidad?