Opinión
12 Dic, 2025
La detención de César Duarte y los ‘duartistas’ que aún continúan en el poder
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José Luis Contreras

El martes nueve de diciembre una noticia sacudió a la clase política del estado, siendo la nota principal en todos los diarios de circulación estatal y nacional: la nueva detención de César Duarte, por una orden de aprehensión solicitada por la Fiscalía General de la República, siendo ésta la primera acción relevante de la nueva fiscal federal, Ernestina Godoy.
Pero ¿por qué causó tanto revuelo su nueva detención? En primer lugar, porque se creía que César Duarte ya no podía ser procesado penalmente por otro delito, pues existe un principio o candado en la extradición que realizó Estados Unidos, el cual prohibía al gobierno mexicano investigarlo por diversos delitos a menos que Estados Unidos lo autorizara. Esto parecía difícil que ocurriera por la antigüedad de los hechos, algunos de ellos de hace diez años o más.
En segundo lugar, porque en apariencia César Duarte ya la había librado. No era un tema prioritario para la Fiscalía General de Maru Campos y, desde que obtuvo su libertad el año pasado, se paseaba por las calles de Parral y Chihuahua, donde incluso llegó a grabar videos en convivios, restaurantes y hasta bailando en un bar, con su baile característico. Y en tercer lugar, porque no se sabía que estuviera siendo investigado por la Fiscalía Federal, ni que hubiese interés del gobierno de Sheinbaum en ir por el duartismo.
César Duarte se sentía tranquilo, liberado y hasta se había reactivado políticamente, reuniendo a sus cercanos y a su “equipo” político. Incluso formaron un nutrido chat de WhatsApp.
En el comunicado oficial, la FGR informó que había sido detenido por su probable responsabilidad en el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, en cumplimiento a la orden de aprehensión emitida el 16 de mayo de 2024 por un juez federal, por su posible intervención como servidor público en Chihuahua en un esquema de lavado de dinero en el que habría intentado ocultar recursos desviados de las arcas estatales utilizando para ello el sistema financiero mexicano.
Para que se diera esta detención, necesariamente el gobierno mexicano solicitó al de Estados Unidos autorización para acusarlo por este delito adicional, y Estados Unidos la concedió. Es decir, está en la agenda de Claudia Sheinbaum que el duartismo no quede impune.
Con esta detención se genera una sacudida en el poder político estatal, donde abundan los políticos que estuvieron en funciones durante el gobierno de César Duarte y que actualmente continúan en otros puestos, poniendo nerviosos a más de uno y una. Parte de la investigación refiere que, con el dinero desviado del gobierno, se beneficiaba a varios miembros de su administración, familiares y cercanos, algunos de los cuales continúan libres e impunes.
Los políticos que formaron parte del círculo cercano y de la administración de César Duarte, y que aún están en el poder, provienen de los tres partidos: priistas, panistas y morenistas (aquellos que los propios morenistas llaman “chapulines” por venir del PRIAN).
Incluso hay dos morenistas en puestos destacados, siendo Mayra Chávez una de ellas, actual delegada de Bienestar en el estado, y Cruz Pérez Cuéllar el otro, actual presidente municipal de Juárez.
Mayra Chávez ocupó puestos políticos y partidistas relevantes en el sexenio de Duarte, siendo dirigente municipal del PRI en 2013 y diputada priista por el Distrito VII de Juárez de 2013 a 2016, precisamente durante el gobierno de Duarte. Se le recuerda en una fotografía acompañando al exgobernador en la inauguración del ViveBús, dentro de uno de los camiones. Fue sometida a proceso penal por hechos ocurridos durante el duartismo, pero no fue vinculada a proceso. Hoy es la delegada de Bienestar del gobierno federal en Chihuahua.
Mientras que Cruz Pérez Cuéllar, presidente municipal de Ciudad Juárez por Morena, fue investigado por recibir dinero del gobierno de César Duarte.
El artículo no me alcanzaría para enumerar a todos los políticos duartistas incrustados en la nómina estatal y municipal, tanto en Juárez como en Chihuahua. Muchos de ellos en puestos clave e incluso en el Poder Judicial estatal, con magistrados recién “electos”.
Por ello, esta detención revive en la memoria de los chihuahuenses el pasado duartista de muchos y muchas que antes presumían y hoy esconden. Además, podría meter en problemas a varios de ellos, pues la Fiscalía Federal irá jalando la hebra y aparecerán nombres y cómplices. ¿Cuántos serán investigados y colaborarán? ¿Cuántos serán llevados ante la justicia federal? No lo sabemos, pero se abre un nuevo capítulo en el entramado corrupto y corruptor del duartismo.
Parece que la impunidad de César Duarte y de su grupo político, así como su poder e influencia, comienzan a llegar a su fin. Ojalá así sea, y sean llevados ante la justicia quienes hayan participado en ese esquema de desvíos del dinero de las y los chihuahuenses, para que esto sea una lección para todos los políticos corruptos de Chihuahua que abusan del dinero público.