Impresionante lo que provoca Trump. Las injustas redadas de hace poco más de una semana en contra de personas migrantes y que iniciaron en Los Ángeles y se siguieron a ciudades como Chicago y Nueva York, han sacudido a la región, y cuando eso pasa, desde cosas positivas, como las negativas surgen espontáneamente, y al final, tal como está de convulso el mundo, significan cambios a este desorden que existe, no solo en nuestra región, sino también como hemos visto, en medio oriente. En este escenario surge un reclamo: “no kings”, es decir, basta de extralimitaciones.
Parece ser que hemos pasado de las amenazas económicas a través de los aranceles a una guerra unilateral en contra de las personas migrantes en Estados Unidos. La política del presidente Trump es tan voluble como él mismo, solo que quizás está llegando muy lejos, porque una cosa es poner en vilo a los mercados financieros un día sí y el otro no, y la otra que atente como lo ha estado haciendo en contra de los derechos humanos de las millones de personas migrantes que residen en aquel país. La retórica violenta en contra de las personas migrantes ha ido creciendo desde que tomó protesta como presidente. La propaganda de la secretaría de seguridad nacional Kristi Noem que comenzó a transmitirse en México, con ese tono amenazante y en donde se calificaba de delincuentes a las personas migrantes, fue una alerta, después pasaron a la acción realizando redadas en lugares de trabajo y lugares públicos en donde literalmente, “cazaban” a las personas para luego deportarlas por no tener el permiso para residir en Estados Unidos. La rabia con la cual se han hecho estas ilegales redadas, obviamente causaron indignación en la región, pero particularmente en esas comunidades latinas que llevan décadas asentados en Estados Unidos, con por lo menos 3 generaciones, abuelos, padres e hijos, estos dos últimos con nacionalidad estadounidense pero con fuertes raíces latinas, que al ver estas redadas, comenzaron a movilizarse a manera de protesta. Dichas manifestaciones se salieron de control el fin de semana antepasado y en imágenes de tipo “hollywodescas”, se veía a “mexicanos” ondeando nuestra bandera en medio de un choque entre autoridades de aquel país y los manifestantes, de las cuales no dudamos, podrían haber sido provocadas; y es que ante este escenario, al presidente Trump se le ocurrió una acción nunca antes vista, enviar a la guardia nacional y marines, es decir, militares, a hacer frente a los manifestantes. Está acción fue reprobada por la comunidad internacional, el alto comisionado de derechos humanos de la ONU instó este lunes a las autoridades estadounidenses a respetar el derecho de reunión pacífica y abstenerse de recurrir a la fuerza militar en el marco de las grandes protestas, llamado al cual el gobierno de Trump ha hecho caso omiso. Aunado a esto, la oposición (lo poco que queda de ella mejor dicho), con una de sus mayores exponentes, la senador Téllez, contribuye descaradamente a la desinformación a través de una entrevista en la cadena derechista de Fox, en donde acusa que debido al “terrible” estado en que se encuentra el país, la presidenta busca que más gente emigre para, a través de las remesas que se envían, “salvar” la economía del país. De ese tamaño la falsedad con que se conduce esta miserable oposición. Ante este panorama, es necesario estar preparados para las deportaciones que podrían darse, y especialmente en las ciudades fronterizas como Ciudad Juárez, en la que de cada 3 habitantes, uno es migrante, y no solo de países distintos, sino provenientes de una migración doméstica. Las políticas del vecino país desde la era de Biden, han “obligado” a México y sus ciudades fronterizas a ser países de acogida en lo que llega la respuesta a la solicitud de refugiados, condición que en esta era de Trump se antoja imposible, provocando que las personas que están en espera se conviertan en población migrante flotante. Y aquí es donde es necesario reforzar el programa Paisano implementado por la presidenta Sheinbaum, además de coordinar esfuerzos entre el gobierno municipal, estatal y federal.