En el marco de conmemoraciones con motivo del “Día Internacional de la Mujer”, deseo aprovechar este espacio editorial para platicarles algo que parecía inadmisible y que los de esta generación no veríamos llegar.
Es un hecho de relevancia internacional. Un verdadero logro para las mujeres (aunque me duela reconocer que sea autoría de un varón -de cierta manera-). No se ha roto un techo de cristal, sino un domo completo, gigantesco. Desde que Don Jorge Mario Bergolgio, mejor conocido como papa Francisco, asumiera el más alto encargo de la iglesia católica, el 13 de marzo de 2013, comenzó a efectuar algunos cambios sutiles, casi imperceptibles, por ejemplo: no llevar la cruz de oro, ni piedras preciosas; no habitar en el lujoso palacio apostólico; no vestir la muceta o capa roja, ni zapatos hechos a mano. Tratando de mostrar humildad y sencillez. Y, lo ha logrado. Ha estado abierto a participar en entrevistas, programas de televisión, streaming, blogs, podcast, conferencias con estudiantes de todo el mundo, atendiendo a personas identificadas de diferentes géneros, grupos étnicos, e ideologías religiosas; además de tener presencia en redes sociales. Una apertura de alguien de su investidura que no se había visto. Con una comprensión plena de los tiempos en los que le ha tocado vivir. Con lo que de plano ha removido las entrañas de la Iglesia, fue con su disposición a revisar el papel de la mujer dentro de la misma.Ahora, las mujeres tienen voz y voto en el Sínodo de Obispos, a partir de 2023. Así mismo, ya pueden ordenarse como Diáconas. No es mucho, puesto que no pueden ser obispas o cardenales aún; pero algo es algo.
A lo que quiero llegar, es a la fabulosa noticia, de que el pasado 25 de febrero de 2025, el Papa Francisco, nombró a la hermana Raffaella Petrini, como la primera Presidenta de la Gobernación del Vaticano. La Santa Sede, ocupa 44 hectáreas de territorio. Es una pequeña ciudad, dentro de otra (Roma). Es el asiento del poder supremo de la Iglesia. Sin embargo, para efectos administrativos e internacionales, es considerado un Estado Soberano, autónomo e independiente. Es una Ciudad-Estado. Y, aunque solo existan 618 habitantes con ciudadanía vaticana, como ente, debe contar con sus autoridades políticas. Por primera vez una mujer gobernará el pequeño, aunque muy influyente país de El Vaticano. Lo que la convierte en la más cercana colaboradora del Papa. Entró en funciones este pasado primero de marzo. Entre sus funciones más relevantes, destacan: - Ejercer el poder en el nombre del Papa - Asegurar la organización general y definiendo las directrices del país - Dictar decretos y ordenanzas para el funcionamiento del Estado - En caso de emergencia, puede emitir decretos con fuerza de ley - Coordinar los servicios públicos, administración de museos e infraestructura Se trata de una mujer, de 57 años de edad (muy joven en este contexto). Es una Hermana Franciscana; Licenciada en Ciencias Políticas; con Maestría en Comportamiento Organizacional; además de un doctorado en Ciencias Sociales. Es profesora de Economía del Bienestar y Sociología de los Procesos Económicos, en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino. Formadora de nuevas generaciones. Tiene la preparación, el liderazgo, la capacidad y el espíritu para hacer un magnífico papel al frente de su país; con la integridad y fortaleza que el cargo amerita. Enhorabuena para la señora Petrini. Ya es momento, de romper todos los techos de cristal. Momento de equidad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos. Ya es momento, de reconocimiento pleno de todos los derechos, sin distingo de género. Ya es momento…