-Altera Maru agenda para ir al Congreso
-Agarrón entre magistrada y “magistrada”Tramposo, faccioso, a medias, podría calificarse el acuerdo alcanzado la noche del jueves entre campesinos y transportistas con el Gobierno Federal, representado por la secretaria de Gobernación y el secretario de Agricultura, Rosa Icela Rodríguez y Julio Berdegué...Aunque el documento final aparece firmado por un subordinado de Rosa Icela y no por esta debido a que los manifestantes la rechazaron como interlocutora.
Las piezas clave para la temporal solución encontrada tras cuatro días de paro fueron los afines a la 4T que se pusieron vivos con Heraclio “Yako” Rodríguez, como los diputados federales Alejandro Pérez Cuéllar, Lilia Aguilar, Roberto “Nono” Corral, Greycy Durán y otros personajes que caminan por la izquierda, mientras que los calificados como abiertamente opositores ni acceso tuvieron a los encuentros de diálogo y negociación. Fue faccioso el mecanismo de diálogo, pues, porque Las Adelitas de Alexa Jiménez; el alcalde de Delicias, Jesús Valenciano; el diputado camarguense del PAN, Arturo Zubía y otros liderazgos de la guerra del agua, abiertamente panistas, por supuesto, fueron plantados, dejados fuera de las reuniones e ignorados olímpicamente en el transcurso de los días. Fue tramposo porque no hubo resultados inmediatos, a lo mucho acuerdos, compromisos, promesas que, si bien son verificables y evaluables para las próximas semanas, tampoco son una garantía de que van a cumplirse en la medida que demandaron los transportistas y campesinos. También por eso mismo fue un acuerdo a medias, por el que los manifestantes, que también atendieron de forma solidaria el llamado de la gobernadora Maru Campos para no afectar las actividades económicas del estado, decidieron confiar aunque salieran con las manos vacías, en apariencia. Como haya sido, sin embargo, tras unas 86 horas fueron desactivados los bloqueos extendidos por varios estados, con la región de Delicias, de Camargo a Meoqui, como cuna de la resistencia. En medio de todos los intereses involucrados -económicos, políticos y sociales, unos más legítimos que otros- destacó la ineficiencia federal para atender un reclamo que tenía semanas en gestación, pues el daño ocasionado a otros sectores es irreparable y pudo haberse evitado con una gestión más atinada de los pequeños Berdegué y Rosa Icela. La buena noticia, que también destaca ahora, es que por fin los afines a la 4T le entraron a comprometerse con el problema que en Chihuahua representa el agua, más allá de los insultos y la descalificación a otros actores interesados en resolverlo. Ahora también descansa en el promorenismo el compromiso de una ley de aguas no lesiva para el campo en la entidad y responsabilizarse por la seguridad que piden los transportistas.***
La gobernadora, Maru Campos, alteró su agenda ayer, seguramente más desahogada tras el retiro de los bloqueos carreteros instalados desde el lunes hasta el jueves, aunque no del todo satisfecha por lo maltrecho del acuerdo alcanzado entre manifestantes y federación.
La mandataria acudió a la inauguración de La Gran Fuerza de México, la exposición militar en la Feria de Santa Rita. Ahí se concentraron los jefes de la fuerza pública durante buen rato, pero sin los municipales, quién sabe si por desaire o porque no los invitaron. De la exhibición castrense Campos Galván salió de forma repentina, al parecer para atender un asunto en su despacho de Palacio. Pero para el mediodía, sin aviso previo, decidió salir a caminar por la Libertad hacia el Congreso del Estado, a entregar la iniciativa de Ley de Ingresos y el proyecto de Presupuesto de Egresos 2026, a una ceremonia en la que originalmente sólo estaban contemplados, en la agenda oficial, el secretario de Hacienda y el secretario de Gobierno, José de Jesús Granillo y Santiago de la Peña. La mandataria se encargó de entregar las proyecciones de ingreso y gasto estatal que habrán de rebasar los 117 mil millones para el año próximo, tras lo cual aprovechó, ahora sí, para dejar en claro su postura sobre el arreglo a medias de la protesta campesina y transportista, en especial por la polémica reforma a la Ley de Aguas Nacionales.***
Por cierto, quienes vieron a Maru Campos y siguieron su trayecto entre el Congreso y Palacio de Gobierno dicen que mantiene su alta aceptación a nivel de calle.
Su recorrido se vio interrumpido varias veces por la gente que se acercaba a saludarla y pedir foto; ella se dejó querer por adultos mayores, niños y niñas, jóvenes, señoras y señores, casi como si anduviera en campaña o estuviera dando cátedra de humildad a los panistas. Incluso se dio tiempo para detenerse en la Plaza de la Tecnología. Ahí compró una funda para su celular, para sorpresa también de los comerciantes. Maru estuvo acompañada en el trayecto por los secretarios que iban a llevar inicialmente el Paquete Económico 2026 al Legislativo y también por el titular de Comunicación Social, José Luis Martínez.***
La magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Marcela Herrera, anda increíblemente en la pelea por el control del Poder Judicial con la “magistrada”, Karla Esmeralda Reyes, presidenta del Órgano de Administración Judicial, ahora acuerpada con el segundón del área, Carlos Lascurain.
Entre ambos mantienen en pánico al personal de su área y de todo el tribunal. El martes fue despedida Daniela Gándara en uno de esos desplantes. Una es magistrada electa por el pueblo, Herrera; la otra es exmagistrada estatal, pero magistrada de facto nombrada en los sótanos, sin transparencia alguna, en esos subproductos políticos de la reforma judicial, como el órgano a cargo de manejar el presupuesto, personal y el gasto en general del aparato de justicia. Ambas, nos reportan de la judicatura, han tenido serios desencuentros por ver quién tiene más poder en el Poder Judicial, quién contrata más gente, quién puede correr a más empleados; es una pugna a la que también le ha entrado otro de los subproductos políticos sin pies ni cabeza, el Tribunal de Disciplina Judicial, encabezado por el magistrado Francisco Acosta Molina. Entre los poderes públicos, el Judicial sigue rebajándose al papel de una caricatura. No es que el Ejecutivo o el Legislativo sean ejemplo de pulcritud y buenos resultados para la ciudadanía, también son terrenos de la guerra política permanente que hay en el país, pero la justicia hoy parece olvidada de su función sustantiva, perdida en las pasiones de sus muchos y muy bien conectados titulares.***
Se fue uno de los íconos del priismo chihuahuense, Mario de la Torre Hernández, respetado por propios y extraños, dado su carácter afable y dicharachero.
Fue alcalde de Chihuahua de 1986 a 1989, precisamente en el periodo de Fernando Baeza, y por ende le tocó lidiar con el polvorín social del Verano Caliente del 86. En la campaña de ese entonces se le recuerda caminando con una muleta. Acababa de sobrevivir a un percance en un elevador del Distrito Federal, sacudido por el temblor del 19 de septiembre de 1985. Su contendiente fue el empresario juarense, Miguel Fernández Iturriza, con quien mantuvo una relación cordial, incluso con su predecesor, Luis H. Álvarez. Tras la derrota, Fernández prefirió “exiliarse” a Juárez donde económicamente le ha ido de maravilla pero políticamente nomás no dio una ni con su patrocinado Plan Estratégico. Una de las últimas apariciones públicas de Mario fue el 25 de octubre en la Facultad de Filosofía y Letras, de la UACH, como comentaristas del libro “Repensar el 85”. El ayuntamiento que encabeza el alcalde panista, Marco Bonilla, le extendió un homenaje, en 2023, por haber recuperado dos secciones del edificio de la Presidencia Municipal, en 1988. Lo interesante es que Don Mario era oriundo del Ejido Juárez y Reforma, en el Valle de Juárez, municipio de Guadalupe, pero desde muy joven vino a estudiar Derecho a la UACH, y ahí empezó su carrera política, que incluye haber sido diputado federal, delegado de la Reforma Agraria y del ISSSTE. Lo van a extrañar también en el café Degá y en La Casona, con su compadre Luis Raúl Yáñez. ***Aunque a algunos actores políticos, sobre todo a los federales no les sea de su agrado, el principal socio comercial de México, mercado natural y aliado estratégico, es EU. No reconocerlo es una irresponsabilidad económica.
En la alcaldía, aseguran que la gira de trabajo del alcalde Marco Bonilla a Washington D.C., es una apuesta política para mantener la economía abierta, la industria exportadora y la enorme red de empleo que depende del comercio bilateral. La relación Chihuahua–EU, es una práctica diaria que se ve en los puentes por el transporte de autopartes que cruza por la frontera, las industrias aeroespaciales y electrónicas instaladas en el estado gracias a décadas de cooperación. De ahí que resulte relevante la agenda del alcalde Bonilla en Washington. Contempla reuniones con distintas autoridades federales estadounidenses. Ciertamente si Chihuahua quiere seguir compitiendo en la economía global, necesita abrir puertas, no esperar a que se abran solas.

