
La desesperación que surgió semanas atrás en las cúpulas del PAN y que ocasionó el desfiguro de su supuesto relanzamiento en donde además de presentar su nuevo logotipo, muy feo por cierto porque da una imagen de rigidez respecto a la realidad, un supuesto escudo que bien podríamos entender que se trata de una afrenta o “batalla” que ellos creen que realizan, pero que más bien sugiere una defensa ante el desmoronamiento al que han llegado.
Además de este logotipo, este “relanzamiento” solo nos trae un resurgimiento de lo más rancio que tiene este partido de derechas, puesto que sacar al aire la narrativa más reaccionaria y fascista, podemos concluir que ya ni siquiera piensan en las mayorías, este mensaje supuestamente “nuevo” es para intentar detener a su militancia más conservadora y leal, desde el surgimiento de Acción Nacional y que anteriormente expusimos en este espacio.
Pero el tema no es lo que llevó al PAN a sacar la ropa vieja del ropero, sino las consecuencias de intentar lavarse las manos de su antinatura alianza con el PRI, ese partido al que ellos dijeron combatir casi 70 años, y que después de muchas décadas de simulación terminaron unidos, tal y como lo decía Andrés Manuel López Obrador, la alianza mutante del PRIAN se hizo aún más escabrosa cuando sumaron al PRD, ese viejo cascaron de lo que algún día fue un partido de izquierda.
Entonces, en esta nueva etapa de la oposición de derecha en México, el PAN intenta presentarse como una “nueva opción” para los mexicanos, en donde ya no quieren saber nada de sus viejos aliados con quienes se han hundido juntos ante el arribo de Morena y la Cuarta Transformación, en esta nueva etapa la dirigencia nacional anunció que ya no habrá tales alianzas, por lo que en muchos lugares para sus afiliados pudo ser una buena noticia, al menos en su dignidad como panistas respetables que finalmente ven una luz en el camino para retomar sus verdaderas doctrinas, aun y cuando también perderán, al menos algunos piensan que lo harán con dignidad.
Sin embargo, para algunos estados donde la derrota electoral aún han logrado evitarla, gracias a estas alianzas con sus viejos enemigos, y en donde gobiernan juntos como aquí en Chihuahua, esta noticia no gustó mucho y a otros hasta les ocasionó dolor de estómago, al grado que no habían pasado ni 24 horas de que se anunciaba el relanzamiento del PAN y el final de las alianzas, pero aquí la dirigencia estatal ya había manifestado que tal divorcio no era del todo real, porque aquí seguirían juntitos y de la mano, de igual forma el alcalde y la gobernadora, quienes aún cuentan con una gran cantidad de priistas en sus gobiernos, vaya problemita en el que se han mentido.
Mientras tanto en el PRI, tampoco tardaron en salir a reclamar este rompimiento, porque el “pulcro” dirigente nacional Alejandro Cárdenas, alias “Alito”, arremetió contra el PAN y casi casi les dijo “malagradecidos e ingratos”, como el novio el que la novia ya quiere dejar, y entre un mar de lágrimas le ruega que no lo deje, “que cambiará”, todo un novelón.
Sin embargo para las cúpulas del PRIAN, los eternos políticos, esta alianza o coalición electoral les viene dando espacios de poder elección tras elección, donde para ellos significa otra administración, legislatura o sexenio más de poder y dinero, por lo que se han perdido el asco mientras sigan teniendo el añorado hueso.
La prensa hace su trabajo, hasta donde la línea editorial les permite, sin embargo en las mesas de café, encuentros y reuniones privadas, el jaloneo entre priistas y panistas está a todo lo que da, se están dando rompimientos internos en estos partidos que prevén un 2027 muy malo y que saben que los actuales espacios desaparecerán, y lo poco que se logre será muy seguramente para un pequeño grupo de privilegiados, mientras la flota se hunde en la historia electoral y política de Chihuahua. Ha llegado la hora de la selección natural, seguirán juntos o volverán a sus principios partidistas, porque en Morena muy por el contrario, a pesar de las rencillas internas normales, los espacios siguen creciendo y un aire de unidad y madurez está llegando al movimiento, las cosas se ponen difíciles para el viejo prianismo.