-Dejaron tirados a acarreados del Bienestar
-Ahora quiere Corral su consejera en el IEE -Adán Augusto y las escopetasDeben estar cotizándose alto los enjuagues dentro de la Policía Estatal, pues resulta que el mando de la corporación que ocasionó los “tablazos” contra sus compañeros en Guadalupe y Calvo, identificado como Jonathan Omar Hernández Reyes, ahora es inspector jefe en la ciudad de Chihuahua.
Hace poco más de un mes, el 24 de agosto pasado, 10 elementos de la corporación fueron interceptados por un grupo de unos 80 hombres armados a la altura de la comunidad de Catedral. Fue un caso sonadísimo que pegó fuerte en el ánimo de los efectivos estatales. Hay testimonios y evidencia de que fueron desarmados, hincados, tirados al suelo, humillados, golpeados y regañados por supuestos actos de corrupción, no atribuibles a ellos sino a otros compañeros. Por eso, precisamente, les perdonaron la vida, después de meterles un susto como para un infarto. El pequeño ejército delincuencial que acorraló a los policías y los regresó por donde llegaron es el encabezado por Ventura Corral Félix, alias “El 35”. Su hijo, al menos eso les dijo a los agentes detenidos, fue el directamente responsable del operativo para someterlos con la superioridad numérica y vehículos blindados, paseándolos entre Catedral, San Pedro de Chinatú y los alrededores de la cabecera municipal. La versión oficial que se impuso fue que otros policías estatales, entonces al mando de Hernández Reyes, habían dado un golpe a la delincuencia regional y por eso sufrieron represalias sus compañeros. Pero es muy diferente la versión que corre entre la tropa, entre la que se habla de sablazos y peligrosa extorsión ordenada por el jefe policiaco al grupo delincuencial que después respondió con tablazos contra quienes ni la debían ni la temían. Sea cual sea la realidad, entre los agentes estatales ven a Hernández Reyes como el culpable de aquella agresión que acabó hasta con denuncias penales de parte de algunos de los afectados, quienes además solicitaron medidas adicionales de protección por el riesgo que corren, no porque le tengan miedo a “El 35”, sino a la mafia de los mandos policiacos de la que dependen. Pese al grave antecedente y otros detallitos no menores, el inspector fue protegido en la capital del estado con el mando diurno en la ciudad, quitándole la responsabilidad de Guadalupe y Calvo. Sí, lo premiaron tras aquel penoso incidente que, como dijimos, asustó y desmoralizó a la tropa a su cargo. Ese inexplicable premio al inspector no debe haber sido barato, critican los agentes. Tal vez tiene origen en los turbios favores que le brindó Simeón Esparza, hoy escondido en un burocrático Departamento de Proyectos Estratégicos de la Secretaría de Seguridad Pública tras su remoción como subsecretario de Despliegue Policial, bajo el visto bueno del jefe de inteligencia, Luis Ángel Aguirre.***
Resulta que no todo fueron buenas cuentas en la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Ciudad Juárez el viernes pasado, al menos para los servidores de la nación que sus jefes de la capital dejaron tirados, sin poder entrar al estadio y sin lugar a dónde ir para protegerse del sol.
Con memes y fotos que pusieron a circular entre sus grupos internos de WhatsApp (pueden verse en la edición digital de GPS), los empleados federales criticaron tanto la delegada estatal de la Secretaría de Bienestar, Mayra Chávez, como su organizador de acarreos oficiales, Luis Rascón, subdelegado regional en Chihuahua. Ellos, denunciaron, tenían lugar reservado en la sombrita del campo donde fue el acto presidencial, mientras a los acarreados les cerraban las puertas del inmueble en las narices, pues ya no cabía ni un alfiler. Los servidores de la nación debieron resguardarse en un centro comercial, donde compraron algo de comida para alimentarse en el suelo, en lo que terminaba el informe de Sheinbaum y eran abiertos los camiones en los que fueron trasladados de la capital a Juárez. Así, los acarreados de Bienestar fueron maltratados por partida doble: primero utilizados para cumplir la cuota de gente sin necesidad y obligados a viajar de Chihuahua a la frontera como si eso fuera parte de su trabajo en el gobierno; luego abandonados cuando ya los tenían allá.***
Los cambios en el Consejo Estatal Electoral están a la vuelta de la esquina. Las consejeras Fryda Licano y Georgina Ávila, así como el consejero Gerardo Macías, están por dejar su silla, y como suele ocurrir en estos movimientos, ya comenzaron las pasiones, las apuestas y los jaloneos.
En ese proceso, Paola Contestabile Frayre, titular de la Unidad de Igualdad de Género, Derechos Humanos y No Discriminación del Instituto Estatal Electoral, presume tener más de un pie adentro del Consejo, con la venia de su padrino político, el exgobernador panista y ahora senador morenista, Javier Corral Jurado. Dicen en los pasillos del IEE no sería la primera vez que el exmandatario quiera hincarle el diente a la nómina electoral. Lo hizo como gobernador y más recientemente, bajo su sombra, llegó Adela Alicia Jiménez Carrasco a la magistratura del Tribunal Estatal Electoral. Ahora, el proyecto del corralato busca avanzar con otra pieza más en el tablero. Lo delicado del asunto es lo que esto representa en términos de intereses políticos y lealtades volátiles en organismos ciudadanizado. Contestabile, critican, apuesta todo a la vieja relación con quien al mismo tiempo es presidente de la Comisión de Justicia del Senado de la República y prófugo de la justicia de Chihuahua. Pero en este juego no sólo se trata de acomodos personales, sino de la confianza ciudadana en un árbitro electoral que debe ser imparcial. Y aquí es donde más de uno levanta la ceja y prende las alertas.***
La alberca del Colegio de Bachilleres de Chihuahua forma parte de esa memoria histórica de la ciudad, donde miles de estudiantes acudían los sábados a tomar clases de natación, pero desde hace siete años había permanecido cerrada por fugas y filtraciones.
Fue hasta que Marco Bonilla le puso mano y paralelamente se movió la comunidad estudiantil para ganar su inclusión en el Presupuesto Participativo 2024 para ser remodelada. Marco fue claro en su mensaje, al asegurar que la obra fue una apuesta por el futuro, no sólo porque fomenta el deporte, sino porque siembra la semilla de futuros nadadores de competencia y, sobre todo, devuelve a los estudiantes un lugar digno para aprender y convivir. Es claro que ahí hubo equipo con el Gobierno Municipal, porque la comunidad estudiantil y hasta los exalumnos hicieron posible esta remodelación al darle su voto al proyecto inscrito en el Presupuesto Participativo, una herramienta que, bien aplicada, demuestra que la comunidad puede decidir y transformar su entorno.***
No se ayuda mucho el senador Adán Augusto López cuando confiesa que puede haber “fuego amigo” en los trascendidos que lo involucran como protector de su exsecretario de Seguridad Pública en Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, líder de “La Barredora”, pero además porque en una reciente publicación exhibieron que por lo menos fue omiso en su Declaración de Situación Patrimonial.
Resulta que la semana pasada, un noticiero televisivo transmitió que el ahora coordinador de los senadores morenistas oculto que había recibido, adicionalmente a sus ingresos como servidor público, 78 millones de pesos de las empresas GH Servicios Empresariales, Operadora Turística Rabatte y Capital Cargo del Golfo. Se quedó corto con 31 millones, pues en la Plataforma de Transparencia se publicó que entre 2023 y 2024 percibió 47 millones 166 mil pesos. El senador dio una rueda de prensa el viernes, y entre otras expresiones, a pregunta expresa de los reporteros, dijo que “ahora resulta que el pato mayor le tira a las escopetas”. ¿Qué significará eso del “pato mayor”? No es muy difícil de adivinar, pero debería ser más claro en sus respuestas. Sobre todo, pese a que el escándalo del dirigente de La Barredora le pega directo a la línea de flotación de la 4T, la presidenta Sheinbaum ha cuidado de protegerlo casi todos los días en Las Mañaneras. Y lo hace no tanto por lealtad al expresidente López Obrador, quien empoderó a su paisano político tabasqueño, sino porque, si sigue creciendo el escándalo, que es la apuesta opositora, el daño colateral es para todo el régimen morenista. Adán Augusto debería asimilar que él es, justamente el pato. Porque se hace pato y porque los misiles que le disparan vienen de escopetas variadas y ruidosas, y con sus declaraciones se está quedando sin el escudo, ese sí, mayor.