En 1848, Louis Brandt abrió un pequeño taller en La Chaux-de-Fonds, Suiza, donde fabricaba relojes de bolsillo de cuerda. La empresa que fundó, que posteriormente dirigirían sus dos hijos, introdujo un innovador sistema de piezas intercambiables que ya no requería reemplazos personalizados con extensos ajustes manuales. Casi 50 años después, en 1895, la casa estrenó un logotipo con la deidad griega Cronos apuntando con su lanza a un globo terráqueo; en 1903, la empresa cambió su nombre a Louis Brandt & Frère, Omega Watch Co.
Ahora conocida como Omega, fue el primer cronometrador oficial de los Juegos Olímpicos de 1932, y en 1961 John F. Kennedy lució el modelo Slimline durante su investidura. Pero su creación más icónica llegó en 1964, cuando la NASA invitó a Omega y a otros tres relojeros a proporcionar cronógrafos para la exploración espacial. El reloj Speedmaster de tercera generación, creado originalmente en 1957 para pilotos de carreras y con un taquímetro (instrumento para medir la velocidad a una distancia conocida) nunca antes visto en el bisel, fue el único que superó las 11 pruebas requeridas. Se convirtió en el primer reloj en pisar la Luna en 1969, después de que Buzz Aldrin y Neil Armstrong aterrizaran en el Apolo 11 con los llamados relojes lunares acoplados a sus trajes espaciales.
A principios de este año, Omega lanzó un Speedmaster Moonwatch de 42 milímetros engastado en oro Canopus de 18 quilates con bisel pavé de diamantes. Con una caja de asas rectas inspirada en el reloj de pulsera personal (un Speedmaster de segunda generación) que lució el astronauta Wally Schirra en su misión espacial de 1962, presenta una esfera plateada satinada con fondo de caja de cristal de zafiro y un brazalete con cinco eslabones arqueados por fila. Tres subesferas registran los segundos, así como intervalos de 30 minutos y 12 horas. Es bien sabido que Armstrong dejó su reloj en el módulo de alunizaje para marcar la duración de su caminata lunar de aproximadamente dos horas, ya que necesitaba un dispositivo confiable. En la Tierra, esta nueva versión es igual de fiable.
