San Diego, Cal.- Jensen Huang, el director ejecutivo de Nvidia, invitó a un solo invitado al escenario durante su discurso de dos horas el martes: un pequeño droide robótico llamado Besh.

"Mira qué inteligente eres", dijo, mientras Besh se meneaba orgullosamente cual cachorro.

Las miles de personas que abarrotaron el estadio de hockey local para el evento anual GTC para desarrolladores de Nvidia, el gigante de chips de inteligencia artificial, conocido como el "Woodstock de la Inteligencia Artificial", vitorearon, rieron y sacaron sus teléfonos para capturar a un adorable robot del tamaño de una mascota.

Besh, creado por Walt Disney Imagineering Research & Development, está basado en un personaje de un videojuego de "Star Wars".

"Es un adorable robot de Disney. ¡Claro que se va a robar el espectáculo!", señaló Rev Lebaredian, vicepresidente de Omniverse y tecnología de simulación en Nvidia.

Pero también fue precursor de una de las innovaciones más recientes de Nvidia: un motor de física llamado Newton, diseñado para entrenar a robots sobre cómo sortear el mundo físico.

Nvidia señala que Newton, que se anticipa esté disponible más adelante este año y fue desarrollado en colaboración con Google DeepMind y Disney Research, tendrá implicaciones para el entrenamiento de robots en áreas como la salud y la logística, impulsando lo que Lebaredian indicó que se convertirá en una industria de 10 millones de millones de dólares que redefinirá el valor y la disponibilidad de la mano de obra humana.

Algunos de estos robots específicos de la industria también se exhibieron en el área de convenciones: uno clasificaba pequeños cubos en diferentes pilas, otro se esforzaba por empujar una aspiradora sobre una pequeña alfombra.

Pero durante la conferencia de Huang y después, fueron Besh y su robohermano, Grek, quienes también se paseaban por el área de convenciones de GTC, quienes captaron la atención de los asistentes.

"A todos les encanta interactuar con ellos, tomarse fotos con ellos", dijo Kyle Laughlin, vicepresidente senior de Investigación y Desarrollo de Walt Disney Imagineering. "Se han convertido en verdaderas estrellas".

Moritz Bächer, director asociado de laboratorio de Robótica en Disney Research, afirmó que los droides representan lo último en la experiencia de décadas de Disney con sistemas mecánicos complejos, que se remonta a los robots animatrónicos que habitan el Salón de los Presidentes de Disneyland, con décadas de antigüedad.

Además de Besh, que es azul, y Grek, de color verde, Disney cuenta con otros dos droides, de color naranja y rojo, que han tenido apariciones limitadas en Disneyland desde su debut en octubre del 2023. También se embarcaron en su primer crucero el pasado enero y tienen programadas apariciones a finales de este año en Tokyo Disney Resort, Disneyland París y Walt Disney World.

Bächer, considerado el "padre" de los droides, explicó que un equipo de ocho personas desarrolló la primera versión de los droides en el curso de un año. Cada droide está equipado con cámaras y sensores para monitorear el espacio físico que lo rodea y un GPU para procesar las entradas.

Bächer explicó que los robots fueron entrenados para sortear el mundo físico mediante un proceso conocido como aprendizaje por refuerzo: en una simulación virtual, se instó a una réplica digital del droide a caminar una y otra vez hasta que lo hiciera perfectamente y dejara de caerse, recibiendo retroalimentación positiva cuando caminaba correctamente y negativa cuando no.

Completar el entrenamiento en una simulación virtual permitió a los droides reales aprender a caminar desde el principio sin caerse nunca. En su discurso, Huang afirmó que los vehículos autónomos y otros tipos de robots podrían entrenarse de manera similar.

A los droides también se les enseñó a expresar ciertas emociones mediante este proceso. Los artistas de Disney crearon animaciones de las acciones exactas que querían que un droide realizara para expresar sentimientos como felicidad, timidez o enojo. Un droide tímido inclinaría la cabeza hacia abajo y evitaría el contacto visual, por ejemplo. Un droide enfadado inflaría el pecho y miraría con irritación. De nuevo, las versiones virtuales de los droides aprendieron las acciones al recibir retroalimentación mediante repetidas simulaciones.

Cuando los droides hacen una aparición hoy, los directores creativos humanos emplean un control remoto para indicarles la dirección en la que deben moverse o la emoción que deben expresar de acuerdo con las circunstancias. Pero Disney ahora está trabajando en darles más autonomía recopilando datos sobre la forma en que los directores humanos les indican habitualmente cómo responder ante diversas situaciones.

El objetivo es que los droides se vuelvan más hábiles para interactuar con los humanos, aunque el humano que sostiene el control remoto no desaparecerá. Bächer dijo que, al tratarse de un caso de uso para entretenimiento, la compañía no prioriza la autonomía robótica total, sino que busca mantener el control sobre los droides y sus interacciones.

En otras palabras, no esperes que estos droides se vuelvan rebeldes. Por ejemplo: durante la charla de Bächer el jueves, un asistente a la GTC preguntó: "¿Podemos crear el video más viral del Nvidia GTC 2025? Robot verde, ¿puedes chocar contra el robot azul y ver qué sucede?". Grek se giró entonces hacia Besh, parpadeó nerviosamente y declinó con toda cortesía.