Gary Lineker tiene una de las carreras más impresionantes y curiosas del futbol, pues en 16 años jamás recibió ninguna tarjeta.

El delantero inglés jugó de 1978 a 1994, disputó 567 partidos y anotó 331 goles, pero nunca fue amonestado ni expulsado en un encuentro.

Al ser cuestionado sobre cuál fue la clave para tener un récord de ese estilo, el ex jugador no supo explicarlo del todo y solo se limitó a señalar que en el futbol de la actualidad sería imposible conseguirlo.

"Seguramente porque nunca he hecho una entrada (risas). No sé, en esos días era un poco más difícil recibir tarjetas, ahora sería imposible. No me enfado mucho, soy un hombre bastante tranquilo, que es importante para un goleador, hay que estar muy tranquilo", confesó durante una conferencia de prensa en Pachuca, donde este martes será inducido al Salón de la Fama del Futbol.

"La verdad es difícil de explicar, yo no sabía esto hasta antes de los últimos dos años de mi carrera. Entonces, después de enterarme lo intenté mucho (recibir una tarjeta), pero creo que más que nada es porque soy bastante tranquilo", agregó.

Con 25 años, Lineker fue la figura de la Selección de Inglaterra en la Copa del Mundo de 1986 disputada en México, en la que anotó seis goles y se llevó la Bota de Oro como máximo goleador.

Por ello, el británico confesó que le trae buenos recuerdos volver a México por primera vez en casi 40 años, desde aquella histórica participación en la justa tricolor.
"México 1986 fue un torneo muy importante en el futbol y en mi vida, fue una experiencia muy especial en un país muy especial. Para mí es muy especial volver aquí, por primera vez en 40 años. Fue muy importante en mi vida porque después del torneo fui a jugar al Barcelona", confesó el ex delantero de clubes como Leicester, Tottenham y Barcelona.