Beijing, China.- Los fabricantes automotrices chinos se centrarán en los mercados globales fuera de Estados Unidos, ahora que la Administración Biden ha declarado que EU está vedado para los autos eléctricos fabricados en China.
Los aranceles del 100% sobre los VEs chinos anunciados el martes en Washington son más un golpe simbólico que práctico para las armadoras chinas. Casi no hacen negocio en Estados Unidos y ya reconocieron que los obstáculos políticos para ingresar al mercado eran insuperables.
La espalda dada por Washington no cambiará las ambiciones de los fabricantes chinos de VEs de dominar el mundo, dijeron los analistas, pero impulsará ajustes. Las empresas harán hincapié en los mercados emergentes y localizarán la producción siempre que sea posible, buscando cortejar a gobiernos más abiertos a los VEs chinos.
Y algunas empresas podrían centrarse en suministrar tecnología de VEs, un enfoque que podría disminuir la reacción política y ofrecer un camino indirecto hacia los negocios estadounidenses.
"Las empresas chinas son muy pragmáticas respecto a sus rutas de acceso al mercado", dijo Denis Depoux, director general global de la consultora Roland Berger.
Los aranceles reflejan la preocupación en EU de que los fabricantes chinos de vehículos eléctricos, que a menudo disfrutan de subsidios gubernamentales, intenten hacer dumping con sus vehículos en Estados Unidos para hacerse de participación de mercado.
Por su parte, Europa abrió una investigación el año pasado de los subsidios chinos a los vehículos eléctricos que se anticipa que resulte en aranceles en los próximos meses.
Gracias a los aranceles estadounidenses, los fabricantes de automóviles de EU disfrutarán de protección contra la competencia china de bajo costo. La otra cara de la moneda: "Los consumidores de EU no tendrán acceso a los VEs de mayor calidad y menos costosos del mundo", afirmó Cory Combs, director asociado de la consultora Trivium China.
En China, BYD, el líder fabricante de vehículos eléctricos, ofrece un modelo compacto con una autonomía de unos 320 kilómetros con una sola carga por el equivalente de menos de 10 mil dólares. Una versión de su sedán Seal de gama alta, con una autonomía de alrededor de 550 kilómetros, cuesta alrededor de 25 mil dólares en China. En Estados Unidos, una versión del sedán Modelo 3 de Tesla con una autonomía similar tiene un precio de alrededor de 43 mil dólares, mostró el sitio web del fabricante automotriz.
Un portavoz del Ministerio de Comercio chino señaló que el aumento a los aranceles estadounidenses fue resultado de consideraciones políticas internas.
Ambiciones globales
Pese a los vientos geopolíticos en contra, las armadoras chinas aún están ansiosas por salir al extranjero, aspirando a ser el próximo Tesla o Toyota Motor. Después de décadas de perseguir a los fabricantes de automóviles estadounidenses, europeos, japoneses y surcoreanos, tienen en sus vehículos eléctricos un producto globalmente competitivo.
En China, más de 100 marcas de VEs están peleando por una rebanada del pastel, reduciendo los precios y la rentabilidad. La capacidad de China está superando la demanda interna y los fabricantes están mirando al extranjero, donde creen que los márgenes serán mayores y la competencia menos férrea.
Las exportaciones de automóviles de China casi se han quintuplicado en los últimos tres años hasta llegar a unos 5 millones de vehículos en el 2023. Aunque muchos son automóviles a gasolina enviados a Rusia, otros son vehículos eléctricos enviados al sudeste asiático, Europa y otros lugares.
Otra táctica es abrir fábricas fuera de China en mercados receptivos a los vehículos eléctricos de marca china. BYD está abriendo nuevas fábricas en Brasil, Hungría, Tailandia y Uzbekistán y está considerando una en México. El fabricante de automóviles chino Chery Automobile planea fabricar coches en España con un socio local, Ebro-EV Motors.
La medida de la Administración Biden no dice nada directamente sobre un escenario en el que un fabricante chino de vehículos eléctricos abra una planta en México e intente enviar automóviles a través de la frontera a los consumidores estadounidenses. En papel, estos vehículos podrían disfrutar de aranceles bajos.
Pero los analistas dijeron que era probable que Washington impidiera que cualquier VE de marca china ingresara a las salas de exhibición estadounidenses. La acción del martes mostró el tipo de tácticas agresivas que Estados Unidos ahora considera juego limpio para combatir, lo que la Casa Blanca llamó "exportaciones artificialmente de bajo precio" de China.
Tanto Biden como su probable rival republicano en noviembre, el ex Presidente Donald Trump, han sugerido que cualquier planta mexicana propiedad de fabricantes automotrices chinos podría verse afectada por altos aranceles.
Los formuladores de políticas europeas, aunque sopesan aranceles a los vehículos eléctricos fabricados en China, ven el asunto de manera diferente a EU. Quieren inducir a las empresas chinas a construir fábricas en Europa en lugar de bloquear por completo los vehículos de marca china, señalaron los analistas.
Durante la visita del líder chino Xi Jinping a Europa este mes, Bruno Le Maire, el Ministro de Finanzas francés, destacó que la industria automotriz china, incluyendo BYD, era bienvenida a emprender proyectos industriales en Francia.
En el salón del automóvil de Beijing en abril, algunas armadoras chinas expresaron interés a largo plazo en producir en el extranjero. Entre ellos figuraban la marca de vehículos eléctricos Zeekr, respaldada por la china Geely Automobile, y la startup de vehículos eléctricos Xpeng.
Llegar a EU
Cuando se trata de fabricar automóviles en Estados Unidos, las empresas chinas enfrentan grandes obstáculos. Incluso si Washington les permitiera establecer fábricas -en sí una interrogante en el entorno actual- tendrían que lidiar con el reclutamiento de trabajadores, la presión para aceptar sindicatos, diferencias culturales y posibles reacciones negativas locales.
Trump dijo en un mitin de campaña en marzo en Ohio que daría la bienvenida a que las empresas chinas construyeran fábricas de autos en EU si utilizaban trabajadores estadounidenses.
Otra ruta son las asociaciones con un fabricante de automóviles no chino. Leapmotor, una startup china de VEs, y Stellantis, la matriz de Jeep, anunciaron el martes que comenzarían a vender VEs de Leapmotor en Europa en septiembre. Otros mercados globales -mas no EU- seguirán poco después.
Esos VEs se exportarían desde China o se fabricarían en las plantas de Stellantis en el mundo. El año pasado, Stellantis dijo que estaba invirtiendo 1.5 mil millones de euros, equivalente a 1.6 mil millones de dólares, en Leapmotor.
Carlos Tavares, CEO de Stellantis, describió la estrategia como una forma de dar cabida a diferentes escenarios arancelarios.