Washington DC, Estados Unidos.- Los aranceles recíprocos del Presidente Donald Trump entraron en vigor a la medianoche de Washington, afectando a casi todos los aliados de Estados Unidos, elevando los impuestos a la importación sobre los productos chinos a más del 100 por ciento y provocando que los gobiernos se apresuraran a negociar reducciones.
Las nuevas tarifas aduaneras golpean a casi 60 socios comerciales con gravámenes adicionales de entre el 11 y el 50 por ciento, con la excepción de China, cuyos productos ahora pagan un gravamen del 104 por ciento.
Las acciones asiáticas volvieron a caer ante la inminente entrada en vigor de la última serie de aranceles estadounidenses, incluido un enorme impuesto del 104 por ciento a las importaciones chinas.
El índice Nikkei 225 de Japón perdió inicialmente casi un 4 por ciento y los mercados de otras partes de la región también cayeron.
En las horas previas a la implementación, la Casa Blanca insistió en que los aranceles efectivamente entrarían en vigor, sofocando la especulación del mercado sobre un posible indulto de última hora. Las medidas elevan los aranceles a su nivel más alto en más de un siglo y arriesgan una guerra comercial total si otras naciones responden con gravámenes sobre las importaciones estadounidenses.
Los países asiáticos enfrentan la peor parte de las medidas, con Camboya y Vietnam enfrentando cargos del 49 y 46 por ciento, respectivamente. Las importaciones provenientes de la Unión Europea serán gravadas con una tasa del 20 por ciento.
"Los aranceles están en vigor y el dinero está entrando a un nivel que nunca antes habíamos visto, y va a ser genial para nosotros. Va a ser genial para otros países. Nos han estafado y abusado durante muchos años", dijo Trump el martes en un evento en la Casa Blanca.
Los aranceles a China incluyen gravámenes previos del 20 por ciento relacionados con el tráfico de fentanilo, un arancel "recíproco" del 34 por ciento calculado en base al balance comercial bilateral, y un derecho adicional del 50 por ciento que Trump anunció después de que Beijing dijera que respondería imponiendo impuestos a las exportaciones estadounidenses hacia China.