Ciudad de México.- Iberdrola, la mayor eléctrica europea, ha contratado al banco de inversión Barclays para vender 15 plantas de energía renovable en México con el fin de salir del país, informó este miércoles el sitio web de noticias español El Confidencial, citando fuentes anónimas cercanas a la operación.
Los activos de Iberdrola están valorados en unos 4 mil millones de euros (4 mil 700 millones de dólares), dijo El Confidencial, añadiendo que la eléctrica busca vender ante la preocupación por la estabilidad jurídica y fiscal del país.
Iberdrola ya vendió el 55% de sus activos en el país al gobierno mexicano por 6 mil millones de dólares en 2024, lo que el Gobierno mexicano calificó en su momento como una "nueva nacionalización" del mercado eléctrico.
El acuerdo se diseñó en gran parte para dar a la compañía eléctrica estatal mexicana Comisión Federal de Electricidad (CFE) el control mayoritario del mercado eléctrico local.
Iberdrola no quiso hacer comentarios, mientras que Barclays no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Lanza ampliación de capital
Iberdrola anunció una ampliación de capital de 5 mil millones de euros (5 mil 870 millones de dólares) para financiar inversiones en redes eléctricas en Reino Unido y Estados Unidos.
La empresa tiene previsto aumentar sus inversiones anuales a unos 15 mil millones de euros, frente a los 12 mil millones actuales, aprovechando su tendencia a modernizar y ampliar las redes eléctricas en países donde la rentabilidad es estable y sana, como Estados Unidos y Reino Unido.
En los próximos seis años, invertirá unos 55 mil millones de euros en redes eléctricas, más del 80% en estos dos países, ya que ofrecen "una oportunidad de inversión sin precedentes", dijo su presidente, Ignacio Sánchez Galán, en una llamada con analistas.
El peso de su mercado doméstico español en el negocio de redes se reducirá significativamente, tanto en porcentaje de inversiones como de activos regulados. Las eléctricas españolas han advertido recientemente de que el país corre el riesgo de perder inversiones críticas en redes en favor de otros países, ya que la retribución de los activos de red propuesta por los reguladores se ha fijado por debajo de lo que esperan. "El borrador de la propuesta, en mi opinión, envía una clara señal negativa al mercado", dijo Galán.