Cd. de México.- La demanda física de billetes y monedas persiste, pero la participación del efectivo en diferentes puntos de venta se desplomó en la última década por el avance de los pagos digitales.

El Global Payments Report de Worldpay, publicado este 7 de mayo, muestra que la participación del efectivo en el valor transaccionado en puntos de venta en México pasó de 76 por ciento en 2014 a 35 por ciento en 2024.

La compañía global de tecnología y soluciones de pago prevé que para 2030, el uso del efectivo en México disminuya a 31 por ciento en puntos de venta.

Destaca que a nivel global, el efectivo pasó del 44 por ciento del valor de pagos en puntos de venta en 2014 al 15 por ciento en 2024.

La estimación es que el uso de efectivo seguirá disminuyendo a una tasa de crecimiento anual compuesta del 2 por ciento entre 2024 y 2030.

Estas cifras demuestran que en los últimos 10 años, los pagos digitales le arrebataron la corona al efectivo y las tarjetas tanto en México como a nivel global, resalta el documento.

La resistencia a seguir usando efectivo como medio de pago, pese a la diversificación de los pagos digitales, puede deberse a que los billetes y monedas aún tienen defensores acérrimos, incluidos consumidores que buscan privacidad y un grado de anonimato, comercios que intentan reducir los costos de aceptación de pagos y gobiernos que buscan proteger a poblaciones vulnerables, de acuerdo con el estudio.

Para algunos consumidores, el efectivo se siente más seguro y muchos lo prefieren como una forma de administrar sus finanzas.

Juan Pablo D´Antiochia, director general para México y América Latina de Worldpay, dijo este lunes en entrevista que pese al desplome significativo del efectivo, su fin no es algo que se verá pronto.

"No pronostico el fin del efectivo pero sí creo que se va a reducir a su mínima expresión en un periodo de tiempo no muy largo. Vamos a convivir con el efectivo en América Latina por probablemente una buena temporada todavía.

"Sobre todo en el caso de América Latina creo que ya estamos viendo una una expresión real de las elecciones sociales de la gente a la hora de de relacionarse con los pagos, ha habido una democratización de la finanzas bastante significativa en los últimos años y me animaría a decir que ya se empieza a ver un poco más en las selecciones basadas en uso y costumbre de los diferentes países", comentó el directivo.

D´Antiochia indicó que aunque no visualiza América Latina sin efectivo, sí habrá ciertos segmentos geográficos o poblacionales que lo reduzcan hasta casi desaparecer en los próximos años.

En México, la tendencia de reducción del efectivo dependerá también del apetito de riesgo de las empresas que participan del sector financiero para operar en segmentos sub bancarizados y con economías más informales.
"Lo que tal vez de pronto no es atractivo para la banca tradicional puede ser atractivo para una fintech de un poco menor escala que tiene un costo de oportunidad más pequeño de meterse en esos espacios", comentó.