A las puertas del receso invernal, la incertidumbre migratoria ha empañado lo que para miles de estudiantes internacionales que cursan sus carreras en la Universidad de Texas en El Paso y la Universidad Estatal de Nuevo México —UTEP y NMSU— solía ser una temporada de alegría y reencuentros familiares. Este año, el temor a perder sus visas al intentar regresar a Estados Unidos mantiene a muchos jóvenes en vilo, luego de que autoridades universitarias aconsejaron evitar viajes fuera del país debido al endurecimiento de las políticas federales.
A pocos días de concluir el semestre de otoño 2025, la Universidad Estatal de Nuevo México (NMSU) envió un correo institucional recomendando a sus alumnos con visas de estudiante no salir del país. La advertencia, inusualmente directa, se sustenta en “constantes cambios en las restricciones de viaje” y en el riesgo de que, ante un regreso, los estudiantes enfrenten cancelaciones de visa sin previo aviso.
“Es una sensación horrible tener que elegir entre ver a mi familia y conservar lo que he construido aquí”, lamentó María, estudiante mexicana de ingeniería en NMSU. “Llevo dos años sin abrazar a mis padres, pero si viajo, no sé si podré volver”.
En UTEP la preocupación es similar. Javier, estudiante colombiano de maestría, afirmó que por primera vez decidió pasar Navidad lejos de casa: “Mi mamá lloró cuando le dije que no viajaría. Pero tengo miedo. Ya vimos lo que pasó en abril con los compañeros”.
La Universidad de Texas en El Paso (UTEP) emitió recientemente un aviso importante para todos los estudiantes que actualmente poseen visas F-1 u otras visas de estudiante. “Debido a los recientes avances en la política y aplicación de la ley de inmigración de Estados Unidos, la universidad recomienda encarecidamente que los estudiantes internacionales eviten salir de Estados Unidos por el momento”, establecía el comunicado. Lo mismo hizo la NMSU.
Esta precaución tiene como objetivo proteger el estatus de las visas y evitar posibles complicaciones al reingresar al país.
Casos recientes han demostrado que los estudiantes que viajan al extranjero pueden enfrentar desafíos inesperados en los puertos de entrada, incluido el riesgo de revocación de la visa.
“Su éxito académico y bienestar son nuestras principales prioridades, y queremos asegurarnos de que cumplan con todas las regulaciones de inmigración mientras continúan sus estudios sin interrupciones. Por favor, tomen este aviso en serio y contáctennos si necesitan ayuda”, expresó UTEP.
En abril de este año, al menos 16 estudiantes internacionales de UTEP y NMSU perdieron sus visas sin previo aviso, en medio de una ofensiva federal impulsada por la administración del entonces presidente Donald Trump. La angustia estudiantil se intensificó luego de las revocaciones masivas registradas en primavera.
UTEP confirmó entonces que 10 de sus estudiantes fueron afectados, mientras que NMSU reportó seis casos similares. Las cancelaciones aparecieron directamente en el sistema federal SEVIS, sin explicación formal del Departamento de Seguridad Nacional. Más de 400 estudiantes en Estados Unidos, incluyendo universidades en Utah, Wisconsin y California, vivieron situaciones similares.
El gobierno justificó la medida alegando la presunta participación de los jóvenes en protestas propalestinas o publicaciones en redes sociales consideradas antisemitas. Organizaciones como la ACLU denunciaron que estas acciones podrían vulnerar la libertad de expresión y criminalizar la disidencia política.
De acuerdo con el abogado de inmigración David Haro, la actual política migratoria es especialmente severa: incluso un arresto sin sentencia puede derivar en la revocación automática de una visa de estudiante.
“Ahora, por el simple hecho de tener un arresto, pueden estar sujetos a que la visa sea cancelada, aun sin haber sido encontrados culpables”, explicó.
Añadió que los estudiantes deben demostrar inscripción activa, cumplir con los créditos requeridos y presentar toda la documentación vigente al viajar.
Haro hizo un llamado a extremar precauciones en esta temporada. “Si van a salir del país, que sea solo si es estrictamente necesario. Y lleven consigo pruebas claras de inscripción y avance académico. La situación es volátil”, advirtió, subrayando que el impacto emocional entre los estudiantes es profundo.
Mientras algunos estudiantes empacan para vuelos que aún dudan tomar, otros ya asumieron que pasarán la Navidad a cientos o miles de kilómetros de sus familias. Para muchos, el receso invernal será menos un descanso y más una espera tensa.
“Estudiamos aquí porque queremos aportar, crecer, prepararnos”, dijo Javier. “Pero hoy nos sentimos vulnerables, como si cualquier decisión pudiera arrebatarnos todo”.
“Somos jóvenes, estamos solos y lejos de casa... y ahora tenemos miedo hasta de cruzar un puente internacional”, relató una alumna de UTEP originaria de Turquía. “Mis papás ya habían comprado mis boletos. Pero si vuelvo a México y no me dejan entrar, pierdo mi beca, mi casa, mis estudios... todo”, dijo visiblemente temerosa.
Otros estudiantes han organizado grupos de apoyo para sobrellevar la ansiedad, compartir información y pasar juntos la temporada invernal. Las dos universidades han habilitado líneas de asistencia legal y emocional. NMSU confirmó que mantiene su número de orientación migratoria abierto para el alumnado: (575) 646-2834.
Para los estudiantes que cursan sus carreras en UTEP y que tienen necesidades de viaje urgentes o preguntas sobre su situación específica, deben comunicarse con la Oficina de Programas Internacionales y Estudios en el Extranjero antes de planificar su viaje. “Ellos pueden brindarle orientación adaptada a sus circunstancias y ayudarle a comprender los posibles riesgos”. Los interesados pueden comunicarse con la oficina encargada del programa o llamar al (915) 747-5664.