Ciudad Juárez.- Dado este nuevo frente frío en Ciudad Juárez, donde es probable que saques de golpe tu ropa de abrigo, si al hacerlo encuentras ese olor típico de “ropa que ha estado guardada mucho tiempo”, no te preocupes: no necesariamente tienes que lavarla de nuevo. Con una buena ventilación, algunos trucos para neutralizar olores, y revisando que tu lugar de almacenamiento esté seco y ventilado, puedes dejar tus prendas listas para usar sin mal olor. Aquí te explicamos:

¿Por qué la ropa “huele a guardado”?

Uno de los principales motivos es la acumulación de humedad en el lugar o en la propia prenda. Si una prenda se guarda aún con un poco de humedad —por ejemplo, sudor residual, lavado incompleto o ambiente húmedo— puede aparecer olor a moho o “almacenado”.

Otro motivo es la falta de ventilación del contenedor o armario: cuando la ropa está muy apretada o el espacio es cerrado y poco aireado, el olor “a guardado” queda atrapado.

Y también influye guardar ropa que no está completamente limpia o seca, lo cual deja residuos de sudor, aceites corporales o suciedad que luego evolucionan y generan olor.

Qué hacer para que la ropa ya sacada que “huele a guardado” quede bien (sin tener que lavarla de nuevo necesariamente)

Ventíla la prenda al aire libre. Si tienes posibilidad, cuélgala en un lugar aireado durante unas horas, preferiblemente con sol indirecto: el simple hecho de “airear” ayuda a eliminar olores atrapados.

Usa productos que neutralicen el olor sin lavar de nuevo:

Puedes poner dentro del cajón o contenedor hojas de secadora (dryer sheets) o bolsas de lavanda para dar aroma y absorber olor.

También puedes colocar cajas abiertas de bicarbonato en el almacenaje para absorber olores.

Revisa el lugar donde estaba guardada: asegúrate de que esté seco, sin signos de moho o filtraciones. Si ves humedad o moho, corrígelo antes de volver a guardar más ropa.

Evita la compresión excesiva: Si la prenda estuvo apretada entre muchas otras o en bolsas demasiado selladas sin respirar, eso puede haber intensificado el olor a guardado. Mejor guardar con espacio.

Cuando la vayas a guardar de nuevo después de usarla, asegúrate de que esté limpia y completamente seca, y que el contenedor sea adecuado (preferiblemente con ventilación o contenedor “respirable”). Así evitas que vuelva el olor a guardado.