Las Cruces, NM.- El piloto acrobático e ingeniero aeroespacial Charles Thomas “Chuck” Coleman, quien fue fundamental en el entrenamiento de Tom Cruise y otros actores para la película “Top Gun: Maverick”, murió el pasado domingo durante el show Las Cruces Air and Space Expo. El accidente ocurrió durante la exhibición aérea, un evento anual celebrado en el Aeropuerto Internacional de Las Cruces, Nuevo México, y ha dejado una profunda tristeza en la comunidad aeronáutica y en el público.
El trágico accidente se produjo el domingo 20 de octubre, aproximadamente a las 2:30 p.m., cuando Coleman estaba realizando una de sus acostumbradas maniobras acrobáticas. Las autoridades de Las Cruces confirmaron que el piloto murió en el acto.
El aeropuerto permanece cerrado hasta nuevo aviso mientras se llevan a cabo las investigaciones. La Policía Estatal de Nuevo México, la Administración Federal de Aviación (FAA) y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) están liderando las indagaciones para determinar las causas del accidente.
El alcalde de Las Cruces, Eric Enríquez, expresó sus condolencias a los familiares y seguidores de Coleman. “Desafortunadamente, tuvimos un trágico desenlace en nuestro Air and Space Expo este fin de semana. Hubo un accidente aéreo durante la presentación del domingo que resultó en la muerte de “Chuck” Coleman. Queremos extender nuestras más profundas condolencias a los seres queridos y admiradores de Chuck”.
Se ha solicitado a los espectadores que posean fotos o videos del accidente que los compartan con la NTSB para colaborar en la investigación.
Un maestro en el aire y en el cine
Coleman, originario de California, era un piloto con una trayectoria impresionante en la industria aeronáutica. Con más de 10,000 horas de vuelo acumuladas, fue ampliamente respetado tanto como piloto de pruebas como acrobático, y participó en innumerables espectáculos aéreos a lo largo de su carrera.
Además, era un renombrado instructor de vuelo especializado en acrobacias, con más de 3,000 vuelos realizados en su aeronave Extra Flugzeugbau 300L, un avión que usaba tanto en espectáculos como para entrenar a otros pilotos y actores de cine.
Coleman ganó aún más notoriedad al ser uno de los entrenadores clave en la película “Top Gun: Maverick”, donde entrenó a Tom Cruise y a varios actores del elenco, incluyendo a Miles Teller, Glen Powell y Danny Ramírez, para prepararlos para las escenas de vuelo en los aviones de combate F/A-18F Super Hornet. Coleman, trabajando estrechamente con Cruise, desarrolló un régimen de entrenamiento intensivo en el que los actores realizaron más de 140 vuelos, simulando maniobras de combate y preparándose para rodar las emocionantes escenas aéreas que se ven en la película.
Coleman ofrecía este entrenamiento en su avión Extra 300L desde un aeropuerto en Venecia, California, y en bases navales cercanas a San Diego. Según explicó en una entrevista con su alma mater, la Universidad de Michigan, pasó 100 días en 2018 dedicados exclusivamente a este proyecto. En redes sociales, compartió detalles sobre su trabajo con los actores. “Miles Teller voló conmigo en 12 vuelos de entrenamiento que Tom Cruise organizó en mi Extra 300L, acumulando un total de 14.2 horas, preparando a Miles para los vuelos en el F-18 Super Hornet”, escribió en Instagram.
Un legado en la aviación
A lo largo de su vida, “Chuck” Coleman fue admirado no sólo por sus habilidades técnicas en el aire, sino también por su capacidad de mentoría. Era descrito por sus colegas como una persona positiva y siempre dispuesta a ayudar. Muchos de sus compañeros pilotos y seguidores recurrieron a las redes sociales para rendir homenaje a su legado, recordándolo como un pionero en la aviación y una figura clave en la formación de nuevos talentos tanto en la vida real como en la gran pantalla.
El mundo de la aviación ha perdido a una figura crucial que, además de dejar su huella en la industria, también ha quedado inmortalizado en el cine a través de su trabajo en “Top Gun: Maverick”, una película que trajo a la pantalla la emoción y el riesgo de los combates aéreos, reflejando el arduo entrenamiento y dedicación que Coleman brindó al proyecto.
Impacto en la comunidad
Las Cruces Air and Space Expo, que suele ser un evento alegre y lleno de energía, se vio ensombrecido por esta tragedia. Sin embargo, quienes conocieron a Coleman lo recordarán no sólo por sus hazañas aéreas, sino también por su amabilidad, profesionalismo y dedicación a la enseñanza.
Las autoridades continúan investigando las causas exactas del accidente mientras el mundo de la aviación rinde tributo a un piloto que vivió y murió haciendo lo que más amaba: volar.