Cd. de México.- Para Bárbara de Regil, su 2025 estuvo marcado por una doble realidad: la satisfacción de ver crecer su carrera como actriz y el desafío emocional de ver a su hija Mar dar un paso hacia su independencia.

Con protagónicos en las series Rosario Tijeras y Pacto de Sangre, así como papeles en la tercera temporada de Mujeres Asesinas y Accidente 2, la actriz sigue acumulando logros, pero su mayor enseñanza no proviene de los sets de grabación ni de los reflectores, sino de su vida familiar.

Su hija, de 21 años, abrió sus alas y emprendió el vuelo a Madrid, España para seguirse preparando profesionalmente en Diseño de Imagen y Fashion Styling.

"Fue triste al principio, pero ya estoy bien porque si ella está bien, yo estoy bien. La veo bien y eso es lo que todos queremos, ver a nuestros hijos bien. Dejé de pensar en mí, que eso es un error que hacemos las mamás.

"Cuando yo me fui, mi mamá sólo pensaba en ella y en que ya no me iba a ver. Lo que tenemos que hacer es cambiar el chip y pensar en ellos. ¿Cómo están ellos? ¿Cómo se sienten? Si tu hijo está feliz, ¿qué más quieres?", dijo De Regil, en entrevista.

Después de años compartiendo cada instante juntas, esta nueva dinámica es un proceso de aprendizaje y una lección de vida.

De Regil, de 38 años, se ha entregado por completo a su maternidad, pero ahora, al ver a Mar tomar las riendas de su vida, la actriz ha comenzado a entender que su identidad no se basa solamente en ser madre.

"Esto me hizo bien porque la verdad nunca había estado sola sin ella. Soy mamá desde que tengo memoria y ahora que ella se fue también me dio chance de hasta vivir un noviazgo con Fer (Schoenwald) porque yo lo había conocido ya con una hija. Fue lindo, sobre todo, hacerme estas preguntas de: '¿quién soy sin Mar? ¿Qué persona soy sin Mar?'", reflexionó.

Este proceso no sólo está transformando su vida como madre, sino también su manera de ver el mundo mientras se enfoca y agradece los trabajos en los que participa.

"Los proyectos que llegan a mi vida son tan hermosos y están llenos de tanta luz y bendiciones que no me tengo que proteger de nada. Al contrario, agradezco muchísimo que piensen en mí para grandes proyectos. Accidente es una de las series más vistas a nivel global y que piensen en mí para entrar a una segunda temporada me dice que soy una buena actriz.

"Aprendo de la vida, de los errores que me pasan, de mi familia y de los proyectos siempre saco buenas experiencias y saco amigos. Fue un gran año lleno de trabajo y amistades porque me hice amiga de mucha gente preciosa que no conocía y que ahora estoy feliz de conocer", comentó.

Mar regresó temporalmente a México para pasar las fiestas decembrinas al lado de su familia, y si algo caracteriza a De Regil es ser buena anfitriona, por lo que en Navidad, su época favorita del año, opta por cocinar para consentir a sus seres queridos.

"No compro nada de comida hecha. Amo de la Navidad y todo lo cocino yo. Hago toda una dinámica de que mi familia venga desde temprano. Hago el pavo y el bacalao, aunque toda la gente que llega a mi casa no puede creer que yo esté cocinando, me encanta cocinar y reunirnos para platicar", compartió.

El cierre de este año también se ve reflejado en su bienestar emocional.

"Este año me gustó porque me abracé y me entendí. De repente acepté que soy así, despistada, sin juzgarme porque siempre me estoy juzgando 'ay no, pinche Bárbara se te olvidó eso, se te olvidó aquello' e incluso, hasta por despistada he caído en muchos ataques y me hacen memes", explicó.

Luego de ser una de las invitadas a "La Casita" de Bad Bunny durante su segundo concierto en el Estadio GNP, con proyectos a estrenar el próximo año como la quinta temporada de Rosario Tijeras y Madres, película junto a Angelique Boyer y Diego Klein, De Regil cierra el año con la mirada puesta en la evolución personal y profesional.