Cd. de México.- Entre luces, nostalgia y riffs que estremecieron el alma, Guns N' Roses cerró su gira por Latinoamérica la noche de este sábado con un concierto épico en el Estadio GNP de la Ciudad de México, ante más de 65 mil espectadores, según cifras oficiales.
Fue una noche cargada de historia y pasión: pasadas las 21:30 horas, con una luna llena iluminando el cielo capitalino, el recinto de Iztacalco se transformó en un auténtico santuario del rock, donde miles de voces unieron generaciones al corear cada verso de "Welcome To The Jungle", la elegida para inaugurar la vibrante velada y celebrar una de las bandas más emblemáticas del planeta.
Axl Rose, Slash, Duff McKagan y Dizzy Reed, los miembros más veteranos del grupo formado en 1985 en Los Ángeles, demostraron por qué su leyenda sigue intacta.
A sus 63 años, Axl apareció con una energía que desmintió el paso del tiempo: corrió, brincó, bailó y se cambió de vestuario en cinco ocasiones, siempre con su carisma inconfundible. Slash, con su eterno sombrero de copa y su inseparable guitarra ofreció solos de hasta diez minutos que arrancaron ovaciones ensordecedoras.
Durante casi tres horas de espectáculo, la banda recorrió su historia musical con temas inmortales como "Sweet Child O' Mine", "November Rain" y una versión extendida de "Knockin' on Heaven's Door" que conmovió a los fanáticos.
La comunión entre banda y público fue total: México, que siempre ha sido una plaza especial para Guns N' Roses, respondió con una entrega desbordante. Cada coro, cada riff, fue una declaración de amor al rock.
"¿Cómo están, motherfuckers? ¡Gracias por estar aquí!", gritó Axl en español, desatando una oleada de gritos y aplausos. Los integrantes más recientes, Richard Fortus, Melissa Reese e Isaac Carpenter, también brillaron con fuerza, aportando frescura y virtuosismo en canciones como "You Could Be Mine" y "Pretty Tied Up".
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando la banda rindió homenaje a Ozzy Osbourne, fallecido en julio de este año, interpretando una poderosa versión de "Sabbath Bloody Sabbath", mientras una imagen del "Príncipe de las Tinieblas" se proyectaba en las pantallas.
A las 00:40 horas, Guns N' Roses se despidió de Latinoamérica reafirmando que su historia sigue tan viva, vibrante y feroz como en sus días de gloria.