Con más de tres décadas dedicadas a la gastronomía, la chef Ana Rosa Beltrán del Río Abundis con una trayectoria que la respalda, se ha consolidado como una embajadora de la cocina chihuahuense y mexicana. Originaria de Delicias, Chihuahua, ha sido docente en instituciones y universidades, cuenta con certificaciones como juez y asesora en gastronomía y servicios turísticos, y es miembro activo de diversas organizaciones sin fines de lucro.
Se ha distinguido como investigadora y asesora de cocinas tradicionales y prehispánicas, particularmente de la Rarámuri, y como empresaria ha impulsado el rescate de productos endémicos de la milpa mexicana.
“Soy orgullosamente chihuahuense y de familia dedicada a la ganadería y agricultura; soy fiel a mis raíces y una tenaz promotora de estas actividades para mantener ocupada a la población de las zonas rurales en sus propias tierras y generarles un valor agregado a sus productos”, dijo en entrevista para El Diario.
El inicio de un legado
Su pasión por la cocina nació en la infancia, cuando ayudaba a su madre y abuelas a preparar alimentos para la familia y los jornaleros del rancho en el que creció. Ahí aprendió a manejar masas, elaborar conservas, deshidratar carne y chiles, y combinar sabores con plantas silvestres. Esa herencia culinaria familiar, junto con la influencia de cocineras tradicionales de la Sierra Tarahumara, moldeó el estilo que hoy la distingue.
Con el paso de los años, Beltrán del Río ha sido reconocida con premios nacionales e internacionales, ha colaborado en publicaciones y libros especializados, y forma parte del grupo de los doce chefs más importantes de México en los Festivales Gourmet de Sanborns.
De Chihuahua a Asia
Actualmente, la chef vive una experiencia que describe como “de mucho aprendizaje y satisfacción” en su gira por Asia. Ha colaborado en Tokio y Nagoya, Japón, y en los próximos días estará en Seúl y Beijing.
En tierras japonesas celebró el 15 de septiembre preparando tacos y pozole en la Taquería Suyalita, dirigida por el chef Omar Reyes.
“Qué mejor celebración que compartirles un pedazo de nuestras tradiciones a todos los comensales de Japón”, comentó.
El chile pasado con puerco se ha convertido en su mejor embajador en Asia.
“Los tacos con guiso de chile pasado siempre me acompañan porque resumen nuestra esencia”, aseguró.
Sabores que cruzan fronteras
La chef ha comprobado que la cocina mexicana tiene gran aceptación en Oriente. Sin embargo, nota diferencias importantes en los públicos.
“El japonés prioriza ingredientes frescos y presentación estética con sabores suaves y poco picantes; el coreano, en cambio, se caracteriza por platillos con vegetales fermentados y picor”, explicó.
De Asia, uno de los ingredientes que más le ha sorprendido es el miso, por su profundidad de sabor y su versatilidad para combinar con la carne norteña. También destaca el recuerdo especial de probar el Hitsumabushi, un platillo tradicional de Nagoya que se sirve en un bowl de madera y se degusta con un ritual de cuatro tiempos.
Tradición en cada detalle
En sus presentaciones, cuida transmitir identidad no solo en los sabores, sino también en su imagen. Sus filipinas son obra de María Luisa Bustillos, los mandiles de Bertha Vega, y el vestuario ha sido elaborado por artesanas rarámuri.
“Tenemos la misión de seguir promoviendo a nuestras artesanas, como lo hemos hecho a nivel nacional e internacional”, expresó.
Además, en Japón conoció la tradición de cocinar sin zapatos en espacios con tatami, un material tradicional en los pisos que forma parte de su cultura.
Un puente cultural
Más allá de los platillos, Beltrán del Río busca “atrapar los paladares orientales con los sabores y texturas de nuestra tierra, en la medida en que se vayan introduciendo los ingredientes de Chihuahua en estas latitudes”, indicó.
Al mismo tiempo, subraya la importancia de que las nuevas generaciones de cocineros, apoyados por universidades y escuelas, conserven vivas las tradiciones gastronómicas del estado para mantener en alto la distinción de este patrimonio, además de impulsar el turismo y la economía regional.
La chef reconoce que estos intercambios no solo enriquecen la cocina, sino también su visión de mundo.
“He aprendido de la diversidad de técnicas e ingredientes de cada región, de sus costumbres milenarias, de la movilidad urbana de primer nivel y, sobre todo, del respeto profundo hacia las personas. Son experiencias que crean lazos de amistad y colaboración”, dijo.
Orgullo chihuahuense
Tras su gira por Asia, Beltrán del Río participará en octubre en el encuentro “Memorias del fogón” en Delicias, con una conferencia magistral y un taller gratuito en torno al arí y la carne seca, ingredientes que considera fundamentales para preservar la identidad culinaria de la región.
“La finalidad es que se tenga mayor difusión de los productos locales, destacando su valor y las técnicas de su conservación”, puntualizó.
Consciente de que equilibrar la agenda internacional con los compromisos locales es un reto, afirma que siempre pone en la balanza la importancia e impacto de cada participación.
DE CERCA
- Ana Rosa Beltrán del Río
- Más de 30 años de experiencia en la gastronomía.
- Originaria de Delicias, Chihuahua.
- Docente en diversas universidades y certificada como juez y asesora gastronómica.
- Investigadora y promotora de cocinas tradicionales y prehispánicas, en especial la rarámuri.
- Forma parte del grupo de los 12 chefs más importantes de México en los Festivales Gourmet de Sanborns.
- Impulsora del rescate de productos endémicos de la milpa mexicana.
- Ha representado a México en encuentros internacionales de gran prestigio.
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