Chihuahua, Chih.- La disputa territorial entre Alberto H. P., alias "El Cheyenne", y Guadalupe L. B., alias “El Palapas”, presuntos líderes del Cártel de Sinaloa, mantiene asolada a la comunidad de Guachochi desde junio, denunciaron pobladores de la región.
Fue en ese mes cuando “El Palapas” logró su libertad tras haber estado recluido por el delito federal de portación de armas en el Centro Estatal de Reinserción Social No. 1 (Cereso 1), de Aquiles Serdán, desde octubre de 2022.
Fuentes policíacas y ciudadanos de aquella zona aseguran que ambos criminales sostienen una guerra por la plaza y que incluso "El Palapas" ha estado reforzando su grupo con gente y armas.
Denunciaron que el domingo 20 de octubre, al menos 60 hombres fuertemente armados ingresaron al poblado y recorrieron las calles principales, ante la mirada atónita de los habitantes.
Guadalupe “L”, alias “El Palapas”, según los reportes de inteligencia, era el segundo al mando de la célula de "Gente Nueva" que estaba dirigida por Melquiades Díaz Meza, alias "El Chapo Calín", asesinado el 28 de junio de 2023, en una emboscada orquestada, presuntamente, por otro rival del mismo cártel, Reyes C. G., alias “El Reyes”.
Antes de la muerte del líder, “El Palapas” había sido capturado y vinculado a proceso en octubre de 2022, tras un enfrentamiento en el que cuatro personas fueron abatidas y 11 más quedaron detenidas, todas parte de la estructura criminal encabezada por “El Chapo Calín”.
No obstante, desde junio del presente año logró recuperar su libertad en circunstancias desconocidas ya que ni la Fiscalía General de la República (FGR) ni la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) pudieron detallar cómo fue que logró egresar del penal.
Desde su regreso a Guachochi, “El Palapas” habría iniciado una violenta incursión con el objetivo de asumir el liderazgo del grupo criminal, aprovechando no sólo el homicidio de su antes líder, sino la detención del responsable, “El Reyes”, el 25 de marzo de 2023 en posesión de armas.
No obstante, en la comunidad surgió otra generador de violencia: Alberto H. P., alias “El Cheyenne”. El originario de Placeres, Guadalupe y Clavo, también pretende aprovechar la fractura que hay dentro de la organización criminal desde la muerte de “Calín”.
Según las denuncias expuestas a El Diario por habitantes de la región, la tranquilidad de Guachochi
ha resultado afectada desde la salida de prisión de "El Palapas", quien continuamente recorre el pueblo buscando a gente de "El Cheyenne”.
Esta rivalidad, narran, ha dejado ya varios muertos, balaceras, levantones y hasta narcomantas, sin que la autoridad haya podido poner orden en la comunidad serrana.
Los antecedentes de la disputa comenzaron días después de que Guadalupe “L” regresara a la libertad. El 2 de julio, en vísperas de celebrar el Ultramaratón de los Cañones, fueron dejados narcomensajes en el poblado amenazando a este personaje y a quienes trabajaran para él.
El mensaje, además de advertir sobre un toque de queda, decía: “Ya contamos con una lista de quienes son los marranos que están apoyando van a valer verga y tu pinche marrano de palapas junto a tus pinches lambe huevos se los va a cargar la verga” (sic).
Días después, en medio de un operativo desplegado por corporaciones de los tres niveles de gobierno, fueron detenidos varios sujetos relacionados con estas mantas, entre ellos estaban José Eduardo Gamboa González, alias “El Guachochi” o “El 23”, de 29 años; Elier Ideen G. U., de 27 años, y Arturo H. P., de 20 años y hermano de “El Cheyenne”.
Con la llegada de estos detenidos al Centro Estatal de Reinserción Social 1 (Cereso 1), de Aquiles Serdán, también llegó el pleito entre facciones y una serie de eventos que pudieran estar vinculados ocurrieron en los días posteriores.
El 18 de julio fue emboscado Manuel Villicaña Pacheco, alias “El Largo Pol”, cuando salía del Cereso junto con dos acompañantes, uno originario de Guachochi y otro elemento de la Policía Municipal de la capital; los dos primeros murieron, al igual que uno de los atacantes, baleado accidentalmente por los mismos agresores.
Al día siguiente, las investigaciones de la FGE identificaron “El Largo Pol” como líder de una facción del Cártel de Sinaloa con operaciones en Chihuahua; atribuyen el ataque a otro grupo del mismo cártel, al mando de Salvador Humberto S. V. M., alias “El Verín” y su socio en la zona sur de la ciudad, Luis Carlos V. R., alias “El Topo”.
El 21 de julio, dentro del Cereso, “El Guachochi” fu encontrado sin vida en su celda del módulo 7, suspendido con una pantalonera. Sin embargo, la necropsia confirmó que la causa de muerte fue asfixia mecánica por estrangulamiento. La relación de este homicidio con el hecho anterior no ha quedado confirmada.
No obstante, el 15 de agosto hubo otro suceso que pudiera estar vinculado al caso de “El Guachochi”. Otro ataque a balazos tuvo lugar a las puertas del penal estatal, con saldo de tres heridos. El objetivo aparente era Arturo H. P., hermano de “El Cheyenne”, quien había sido dejado en libertad junto a Elier Ideen G. U. Ambos quedaron heridos, así como otro hombre que los acompañaba, de nombre Manuel Alejandro U. V., de 29 años.
Los dos exreclusos fueron liberados por mandato de un juez de control penal, quien determinó como irregular su detención registrada el 6 de julio en Guachochi, por portación de armas de fuego.
A casi cuatro meses de los primeros eventos, la comunidad sigue asustada por la presencia de estas dos células, a las que acusan de privaciones de la libertad, homicidios y de sembrar temor entre la población con sus recorridos.