Durante la mañana de ayer fue reportado un nuevo hecho violento en el corredor Aldama-Ojinaga, esta vez en el municipio de Coyame, donde las corporaciones de seguridad fueron alertadas sobre una balacera en la comunidad de San Pedro.

Fueron vecinos de la comunidad quienes alertaron a los números de emergencia sobre múltiples detonaciones de armas de fuego, lo que de inmediato generó temor por un posible enfrentamiento entre grupos del crimen organizado.

Recibido el reporte, fue movilizada una célula de la Base de Operaciones Interinstitucionales (BOI), integrada por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), la Agencia Estatal de Investigación, Guardia Nacional y Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Los agentes realizaron labores de patrullaje y reconocimiento en el área con el objetivo de localizar personas armadas, vehículos sospechosos o evidencias, sin embargo, hasta ayer no fue confirmada la presencia de personas sin vida o heridas.

Tampoco se reportó la detención de algunas personas sospechosa o el aseguramiento de vehículos y armamento.

No obstante la presencia del operativo continuó con el fin de inhibir la presencia de grupos delincuenciales y generar tranquilidad entre los pobladores de la zona.

Apenas el domingo pasado, en el vecino municipio de Ojinaga, otra balacera dejó como saldo a dos personas sin vida, una de ellas un joven estadounidense originario de Presidio, Texas.

El hecho ocurrió entre las 3:00 y las 3:30 horas cuando se presentaron detonaciones en varias zonas de la ciudad fronteriza. Ese mismo día, de manera extraoficial, trascendió que los heridos fueron llevados a Texas. .

Ayer, a través de las redes oficiales de la Oficina del Sheriff del Condado de Presidio confirmó que una de las víctimas de dicha balacera fue Alan Valenzuela, de apenas 20 años, quien había cruzado la frontera hacia Ojinaga.

A través de sus redes sociales la Oficina del Sheriff del Condado de Presidio publicó condolencias para la familia de Alan y también dio a conocer que buscará la información relacionada con este trágico hecho a través de recursos estatales y federales de los Estados Unidos.

“El fin de semana pasado, Alan y sus amigos visitaban un establecimiento en Ojinaga, México, justo al otro lado de la frontera, cuando fue trágicamente alcanzado por disparos aleatorios. Estaba pasando el tiempo inocentemente en un pueblo frecuentado por muchos residentes y turistas de Presidio. Este acto insensato deja muchas preguntas sin respuesta sobre cómo y por qué ocurrió esta tragedia”, decía el comunicado.