Aldama, Chih.- En el municipio de Aldama, a una distancia aproximada de 70 kilómetros al sureste de la capital, está San Diego de Alcalá, lugar conocido por sus aguas termales, pero también hogar del cyprinodon pachycephalus o Cachorito cabezón, una especie única de pez, en peligro crítico de extinción, indicó la bióloga Alejandra Peña Estrada.

La chihuahuense los llama 'unicornios', pues asegura que están a punto de ser sólo una leyenda si las autoridades no hacen algo para rescatarlos.

“Me encanta la ciencia ficción y las historias que tienen mitología, trato de expresar lo que he aprendido de autores de estos géneros en la conservación de especies, así que cuando vienen biólogos o personas que pienso que valorarían conocer algo increíble, les pregunto '¿quieres ir a ver un unicornio?'".

Comentó que los lleva a donde están los últimos ejemplares de una especie "que estamos a punto de perder", el pez que lleva por nombre común Cachorito cabezón, en peligro crítico de extinción.

"Si logras verlo puede ser que sea la última vez y en un futuro sólo sean conocidos las fotos, ya que nos encontramos justo antes de perderlo para siempre”.

Peña Estrada precisó que es más común conocer sobre su primo, el 'Cachorito de Julimes', que vive en un área natural protegida, bajo vigilancia federal y especial cuidado de los habitantes de dicho municipio.

Lamentó que este cuidado no sea igual para el pez de San Diego de Alcalá, y externó que aunque existen esfuerzos para conservarlo, no hay programas asignados.

“Son organismos que han sobrevivido sequías tremendísimas de más de 30 años sin lluvias, y su ecosistema los ha guardado, los ha protegido y han persistido en agua geotermal de más de 40 grados en uno de los desiertos más extremos en América, y ahora al parecer quedarán extintos por la mala administración de cuencas, pozos de agua y tierra agrícola, reflejo también de lo poco que nos interesa proteger el área y modo de vida de los habitantes de San Diego de Alcalá".

Dijo que, al parecer, agricultores y nogaleras están desabasteciendo el agua, al no comprender del manejo de cuencas y la captación de la misma”.

Destacó que sin importar que tan fuerte fuera la sequía o qué tanto durara antes, estos peces y otros microorganismos extremófilos que están acostumbrados a vivir en condiciones que ningún otro organismo vive, han logrado nadar "a la temperatura en la que los seres humanos hacemos caldo de pescado".

Dijo que podían aguantar todo eso y sobrevivir, "pero por fin nosotros decidimos alterar la poca agua

que tiene el desierto y entre todos matamos al unicornio”.

Hizo un llamado, “si son Naturalistas o les gusta la historia natural y quieren tomar una foto de estos organismos antes de que mueran, tienen poco tiempo”.

Dice que esta de más pedir que no los saquen y no traten de agarrarlos, que no entren a su agua, ya que es "prácticamente igual que brincar en la cama de una persona convaleciendo en su lecho de muerte". Invitó a la población a hacer conciencia sobre la problemática que vive esta especie y conocer las fatales consecuencias de no cuidar su hábitat.