La idea fue de Dylan McDonnell al inicio de la pandemia, cuando se puso de moda hornear una masa fermentada durante el encierro.
McDonnell, un cervecero aficionado que vive en las afueras de Salt Lake City, vio un videojuego de Seamus Blackley, acerca de hornear pan con levadura egipcia de 4 mil 500 años de antigüedad.
Y se preguntó si podría hacer eso con una cerveza.
La respuesta arribó recientemente en la forma de una cerveza color ámbar que McDonnell cree que es la aproximación más cercana a lo que Ramsés el Grande hubiera bebido en los descansos de las batallas contra los Hititas.
En años recientes se han realizado intentos de recrear la cerveza de los Vikingos, de las dinastías Shang y Zhou de China y la de los Sumerios, que se cree que inventaron la cerveza.
Al parecer, está surgiendo el atractivo de conectar con civilizaciones anteriores reviviendo sus posibles bebidas.
McDonnell, quien es el jefe de operaciones de una organización no lucrativa que ayuda a personas con discapacidades, no tiene el deseo de competir con los cerveceros profesionales --- ni comercializar sus creaciones.
Aunque cree que ha ido más lejos que otros al buscar los ingredientes exactos que los antiguos egipcios utilizaron --- y fermentarlos con levadura.
Aunque el vino es frecuente asociado con la civilización greco-romana, “la cerveza fue parte de las sociedades antiguas del Levante Mediterráneo”, comentó Marie Hopwood de la Universidad Isla de Vancouver.
“Todos bebían cerveza porque el agua estaba frecuentemente contaminada”.
La cerveza antigua tenía menos alcohol que la actual y se servía caliente. Habitualmente, las mujeres la elaboraban.
“Hemos visto evidencia en todo el mundo”, dijo la Dra. Hopwood, incluyendo a las culturas vikingas e incas.
Debido a que tenía que atender su trabajo y familia, McDonnell tomó más de tres años para llevar a cabo lo que él describe como una “idea descabellada”.
Primero, consultó el Pápiro Ebers, un texto egipcio de recetas médicas del año 1 mil 500 antes de Cristo.
Eventualmente, McDonnell encontró unas 75 recetas para cerveza y compiló los ingredientes en una hoja de papel.
En el 2015, un equipo israelí encabezado por Itai Gutman, un cervecero veterano que vivía en Europa, extrajo la levadura de una ánfora que encontró en Israel que es probable que haya sido usada por los filisteos para elaborar cerveza en el año 850 antes de Cristo.
La levadura tiene una sorprendente habilidad para conservarse durante largos períodos de tiempo.
Gutman argumenta que la diferencia entre la levadura antigua y la que se encuentra en un estante de supermercado es como comparar un lobo con un perro labrador.
Ese era el sabor que McDonnell quería encontrar. “La levadura de Gutman fue una parte muy importante del proceso”, dijo.
McDonnell está complacido con esa mezcla histórica, que inicialmente es amarga pero luego se vuelve más compleja, llegando a una rica y refrescante calidad parecida a la sidra.
McDonnell dijo que frecuentemente le preguntan cómo se llama su cerveza. No ha considerado mucho ponerle una marca, ya que no tiene planes para comercializarla.
