Washington.- Una vez dijo que recibiría una bala por Donald Trump, ahora está listo para declarar en el juicio contra el ex Presidente por falsificación de registros comerciales. Está previsto que Michael Cohen, ex abogado del magnate, suba al estrado este lunes.
El republicano siempre se ha rodeado de abogados, de todo tipo. Están los que son amigos de la televisión. Los refinados practicantes criminales. Los litigantes pitbull, los corporativos y los asesores legales.
Y luego estaba Cohen. Con la lealtad de un hijo sustituto, guardó los secretos de Trump y limpió sus desastres.
Esta semana, sin embargo, Cohen está listo para sacudir la vida del ex Presidente.
Cuando suba al estrado como testigo vital en el juicio penal de Trump en Manhattan, su ex abogado desenterrará algunos de los secretos que los fiscales dicen que su ex jefe estaba desesperado por ocultar.
Representará un momento crucial del juicio y el clímax de una relación de décadas entre dos personas que se utilizaron, se traicionaron y ahora se enfrentarán en el escenario más grande: el primer juicio penal de un Presidente estadounidense actual o anterior.
En el estrado, Cohen contará su mayor golpe al servicio de Trump, la vez que pagó 130 mil dólares para suprimir la historia de una estrella porno sobre un encuentro sexual con el magnate de cara a las elecciones de 2016. Lo hizo, dirá, por orden de su jefe.
Y, para ilustrar lo que los fiscales apuntan que es el encubrimiento en el centro del caso, se espera que ofrezca su relato de primera mano de cómo, después de los comicios, el nuevo Presidente le reembolsó el dinero, pero falsificó registros para disfrazar los pagos como gastos legales.
Trump niega haber participado en la falsificación de los registros y asegura que nunca tuvo relaciones sexuales con la estrella porno Stormy Daniels. Su defensa rechaza que haya ocurrido algún delito.
A pesar de meses de preparación, Cohen, de 57 años, será impredecible en el estrado.
Los fiscales reconocieron el viernes tener poco control sobre el abogado, quien, a pesar de sus amonestaciones, se ha burlado de Trump durante todo el juicio. En un video reciente de TikTok, la defensa del magnate se quejó de que llevaba una camiseta con una foto del ex Presidente tras las rejas, lo que llevó al juez a pedirle que guardara silencio.
Los fiscales, que no ofrecen nada a cambio a Cohen, tienen poca influencia para frenarlo. Él ya ha pasado más de un año en prisión por el pago de dinero secreto y otros delitos.