Washington DC, Estados Unidos.- Cuando el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunió con el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca en febrero, ambos estaban en total sintonía. El Mandatario había designado a los militantes hutíes en Yemen como organización terrorista, hablaron de impedir que Irán adquiriera una bomba nuclear y el republicano incluso consideró la posibilidad de expulsar a los palestinos de Gaza.

"Dices cosas que otros se niegan a decir", dijo efusivamente el Premier en el Despacho Oval, con las cámaras encendidas.

"Y luego, después de que todos se quedan boquiabiertos, la gente se rasca la cabeza. Y dicen: 'Tiene razón'".

Dos meses después, en otra visita a la Casa Blanca, Netanyahu se sentó casi en silencio junto al Presidente durante más de media hora mientras que éste exponía temas que no tenían nada que ver con Israel.

Esa reunión, en abril, subrayó una creciente división entre los dos líderes, quienes están cada vez más en desacuerdo sobre algunos de los temas de seguridad más críticos que enfrenta Israel.

Mientras Trump se dirige esta semana a Medio Oriente en su primer viaje importante al extranjero, el Presidente ha rechazado, por ahora, el deseo de Netanyahu de una acción militar conjunta para neutralizar la capacidad nuclear de Teherán.

En cambio, el republicano ha iniciado conversaciones con Irán, lo que ha llevado al Premier a advertir que "un mal acuerdo es peor que ningún acuerdo".

La semana pasada, Trump anunció un pacto con las milicias hutíes en Yemen, respaldadas por Irán, para detener los ataques aéreos estadounidenses contra los militantes, quienes acordaron cesar las ofensivas contra buques del país norteamericano en el Mar Rojo. La noticia, que según funcionarios fue una sorpresa para Netanyahu, se produjo pocos días después de que un misil hutí impactara en el principal aeropuerto de Israel, Tel Aviv, lo que provocó una respuesta del Estado hebreo.

En un video publicado en X, el Premier respondió al anuncio de Washington diciendo: "Israel se defenderá solo. Si otros se unen a nosotros, nuestros amigos estadounidenses, muy bien. Si no lo hacen, nos defenderemos".

Mike Huckabee, Embajador de Estados Unidos en Israel, indicó en una entrevista televisiva israelí el viernes que "Estados Unidos no está obligado a obtener permiso de Tel Aviv".

Incluso hay indicios de diferencias sobre el enclave palestino.

Emisarios de Trump siguen intentando llegar a un pacto para detener la guerra, a pesar de que éste ha apoyado ampliamente la gestión del conflicto por parte del Primer Ministro y prácticamente no ha criticado públicamente el aumento de los bombardeos y el bloqueo israelí de alimentos, combustible y medicamentos desde que se rompió el alto al fuego hace dos meses.

"Trump es de los que ven y rara vez oculta cosas. Su forma de actuar es decir lo que piensa", dijo Eli Groner, quien se desempeñó durante más de tres años como director general de la oficina del Primer Ministro.

"La forma de actuar de Netanyahu es mantener las cosas en un secreto extraordinario".

Durante años, Trump y Netanyahu han aludido públicamente a una relación cálida y cercana como prueba de su propia destreza política y se han halagado mutuamente en repetidas ocasiones.

Personas cercanas a ambos líderes afirman que, en cierto modo, son almas gemelas que se respetan mutuamente a pesar de los ataques políticos y personales que han sufrido a lo largo de sus carreras.

Trump ha acusado a los liberales de su nación, jueces y funcionarios de inteligencia de conspirar en su contra. Netanyahu ha culpado a los tribunales de su país por bloquear políticas necesarias y afirma que sus rivales políticos orquestaron sus juicios por fraude, abuso de confianza y aceptación de sobornos.

"El ADN de ambos es muy similar", dijo Mike Evans, cristiano evangélico que fundó el museo Amigos de Sión en Israel y es un veterano partidario tanto del Presidente como del Premier.

John Bolton, quien se desempeñó como asesor de seguridad nacional en la Casa Blanca de 2018 a 2019, apuntó que Trump siempre consideró la relación con Netanyahu como fundamental para su propio apoyo político en Estados Unidos, especialmente entre los votantes evangélicos.

"Ambos consideraron que ser amistosos les convenía políticamente", dijo sobre los dos líderes.

"Ese fue, sin duda, el plan de Trump".

Pero, a puerta cerrada, ha habido desacuerdos y algunos enfrentamientos, con implicaciones para la situación que ahora enfrentan.

Trump ha albergado durante mucho tiempo su enojo por la decisión de Netanyahu de felicitar a Biden por su victoria electoral de 2020.

Por su parte, Netanyahu ha expresado en privado su frustración con algunas políticas de Trump, en particular con respecto a su deseo de llegar a un acuerdo con Irán.

La Casa Blanca ha declarado que Trump no tiene previsto visitar Israel en su viaje a la región esta semana, aunque el Embajador Huckabee afirmó que el Mandatario visitará el país a finales de año.

Esto supone un cambio con respecto a su primer mandato, cuando su primer viaje al extranjero incluyó Israel, además de paradas en Arabia Saudí y partes de Europa.