Ciudad de México.– Una frase de Donald Trump bastó para inyectar algo de oxígeno a los mercados globales. El mandatario estadounidense declaró que está dispuesto a negociar con los demócratas respecto a los subsidios al sistema de salud, lo que abre la posibilidad de un acuerdo para poner fin al cierre parcial del gobierno federal que mantiene paralizada parte de la administración de Estados Unidos.
El mensaje fue leído por los analistas como una señal de distensión política que podría reducir la incertidumbre económica de los últimos días. De acuerdo con el reporte Inversiones AM de Actinver, la expectativa de un acuerdo “antes de que termine la semana” ya se refleja en la estabilidad de los principales indicadores: los futuros del S&P 500 avanzan 0.01%, el Nasdaq 100 0.06% y el Dow Jones 0.05%, todos en terreno positivo pero con cautela.
El oro continúa favorecido por el entorno político, cotizando cerca de 4,000 dólares por onza, mientras el peso mexicano se mantiene firme en 18.39 por dólar, con una apreciación acumulada de 11.7% en lo que va del año. La calma también se refleja en las tasas de largo plazo: el bono del Tesoro a 10 años se ubica en 4.17%, y el mexicano, en 8.85%, ambos con variaciones mínimas.
Aunque el cierre del gobierno estadounidense ya cumple su sexto día y amenaza con afectar pagos y servicios federales, los inversionistas confían en que el pragmatismo político prevalezca. Trump busca presentarse como figura de estabilidad negociadora ante el electorado, mientras los demócratas intentan evitar un costo político por la parálisis.
En este contexto, la atención de los mercados se reparte entre la política y la tecnología: OpenAI anunció su alianza con AMD para desplegar 6 gigavatios en chips de inteligencia artificial, y Tesla podría presentar una versión económica del Modelo Y.
Aun con la incertidumbre en Washington, los analistas prevén que si se alcanza un acuerdo presupuestal en los próximos días, el repunte bursátil podría extenderse. Lo que está en juego no es solo el fin del cierre del gobierno, sino la confianza en que Estados Unidos aún puede gobernarse a sí mismo sin fracturarse políticamente.