El líder conservador y Primer Ministro británico, Rishi Sunak, reconoció la derrota de su partido en las elecciones británicas del jueves, en las que los laboristas lograron una victoria aplastante, y asumió "la responsabilidad" de la misma.

"Hoy, el poder cambia de manos, de manera pacífica y ordenada con buena voluntad de todas las partes", dijo Sunak, que logró conservar su escaño en el Parlamento, al imponerse en su circunscripción de Richmond, en el norte de Inglaterra, cuando algunas encuestas ponían en duda que conservara el lugar en la Cámara de los Comunes.

El Partido Laborista británico obtuvo suficientes escaños para tener una mayoría en el Parlamento del Reino Unido y formará el próximo Gobierno, según muestran resultados oficiales.

El partido había ganado 326 de las 650 bancas para las 5 de la madrugada del viernes (hora local) mientras continuaba el cómputo. Esto convierte al líder laborista Keir Starmer, de centro-izquierda, en el próximo primer ministro del país, y podrá formar un gobierno de mayoría. Tendrá ante sí un electorado ansioso por un cambio en un contexto de malestar económico, creciente desconfianza en las instituciones y un tejido social raído.

"Esta noche, la gente de aquí y de todo el país ha hablado y está preparada para el cambio", dijo Starmer a sus partidarios en su circunscripción del norte de Londres, mientras el conteo oficial mostraba que había ganado su escaño. "Han votado. Ahora es el momento de que cumplamos".

Mientras miles de funcionarios electorales contaban millones de papeletas en todo el país, los conservadores asimilaban la conmoción de una derrota histórica que dejará a su partido sumido en el caos y probablemente desencadenará una contienda para sustituir a Sunak como su líder.

"Nada ha ido bien en los últimos 14 años", manifestó el votante londinense James Erskine, quien se mostró optimista por el cambio en las horas previas al cierre de las urnas.

"Simplemente veo esto como el potencial para un cambio sísmico, y eso es lo que espero".