Un helicóptero en el que viajaba el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, se estrelló el domingo en una zona remota del país, según los medios de comunicación estatales iraníes, lo que provocó una operación masiva de búsqueda y rescate de la segunda persona más poderosa de la estructura política iraní. La causa del accidente no quedó clara de inmediato.

El ayatolá Ali Jamenei, líder supremo de Irán, pidió a los iraníes que "rezaran por la salud" de Raisi y de quienes viajaban con él, incluido el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir Abdollahian. En un discurso retransmitido en directo por la televisión estatal, dijo que "el pueblo de Irán no debe estar ansioso ni preocupado" y que no se producirá ninguna alteración en la seguridad o la gobernanza del país.

El accidente se produjo en un momento delicado para las relaciones internacionales, pocos días después de que altos funcionarios estadounidenses e iraníes mantuvieran conversaciones a través de intermediarios para tratar de reducir la amenaza de un conflicto más amplio en Oriente Próximo. El Departamento de Estado de EE.UU. declaró que seguía de cerca los informes sobre el accidente, y la Casa Blanca dijo que el Presidente Biden había sido informado.

Los medios de comunicación estatales informaron de que el general de brigada Mohammad Bagheri, jefe de las fuerzas armadas iraníes, dijo que el ejército y la Guardia Revolucionaria se habían desplegado en la zona de búsqueda, unos kilómetros al sur de la frontera con Azerbaiyán. Al menos 20 equipos de búsqueda y rescate también participaron en las tareas, según los medios estatales, que señalaron que las inclemencias del tiempo estaban complicando la operación.

Vídeos publicados en Instagram por la Media Luna Roja iraní mostraban a los equipos de rescate caminando a través de una espesa niebla y un terreno difícil en busca del lugar del accidente.

El gobierno canceló una reunión prevista del gabinete y convocó en su lugar una reunión de emergencia con el comité de gestión de crisis del país, según informaron los medios de comunicación estatales.

Los países de la región y de fuera de ella se volcaron en ofrecer ayuda. El Primer Ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, dio instrucciones al Ministerio del Interior de su país y a otras partes interesadas para que ofrecieran su ayuda. Y la Unión Europea activó su sistema de satélites Copernicus a petición de Irán para ofrecer servicios cartográficos de emergencia, según el jefe del bloque para la gestión de crisis, Janez Lenarcic.

Raisi se había reunido antes con Ilham Aliyev, presidente de Azerbaiyán. Aliyev escribió en X que estaba "profundamente preocupado" al enterarse del accidente "después de despedirse amistosamente" del presidente iraní. El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, dijo en X que estaba "esperando con gran ansiedad buenas noticias".

En el momento del accidente, una delegación de ministros viajaba con Raisi en un convoy de tres helicópteros, informaron los medios estatales, que añadieron que las otras dos aeronaves habían llegado a su destino.

La ley iraní estipula que si el presidente fallece, el poder se transfiere al vicepresidente primero y deben convocarse elecciones en un plazo de seis meses. El vicepresidente primero es Mohammad Mokhber, un político conservador.