Andrew Mountbatten-Windsor realizó su primera aparición pública desde que fue oficialmente despojado de todos sus títulos reales por orden del Rey Charles III.

El ex Duque de York, de 65 años, asistió el viernes por la mañana al bautizo de su nieta Athena, hija de la Princesa Beatriz, en la Capilla Real del Palacio de St. James, en Londres, donde su presencia se mantuvo deliberadamente discreta.

De acuerdo con imágenes difundidas por medios británicos, llegó al recinto a bordo de un Range Rover verde oscuro y accedió por una entrada lateral, aparentemente para evitar a los periodistas congregados en la entrada principal.

Su reaparición ocurre en un contexto delicado, luego de que salieran a la luz nuevas imágenes de la colección personal de Jeffrey Epstein, en las que aparecen figuras públicas como Bill Gates, Donald Trump, Woody Allen y el propio Andrew conviviendo con el fallecido delincuente sexual convicto.

Según los demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, las fotografías fueron encontradas en la cuenta de correo electrónico y la computadora personal de Epstein, lo que ha reavivado el escrutinio sobre los vínculos del hijo de Elizabeth II con el financiero.

En octubre, el Palacio de Buckingham confirmó que el Rey Charles III inició el proceso formal para retirar a su hermano todos los títulos, estilos y honores reales restantes, en medio del escándalo persistente.

La decisión afectó sus nombramientos como Duque de York, Conde de Inverness y Barón Killyleagh, así como el uso del tratamiento de "Su Alteza Real". Asimismo, perdió distinciones como la Orden de la Jarretera y su nombramiento como Caballero de la Gran Cruz de la Orden Victoriana.

Aunque ya había aceptado no utilizar más estos títulos, fue el monarca quien ordenó su eliminación definitiva, una medida que contó con el respaldo del Príncipe William.

En un comunicado previo, Mountbatten-Windsor reconoció que las acusaciones en su contra y su relación con Epstein se habían convertido en una distracción para la Familia Real, reiterando su decisión de retirarse de la vida pública.

"Siempre he priorizado mi deber hacia mi familia y mi país", señaló, al explicar que daría "un paso más" al renunciar definitivamente a sus honores.

En cuanto a su situación habitacional, Andrew fue notificado para abandonar Royal Lodge, residencia que ha ocupado durante años. Se prevé que se traslade a una propiedad privada en la finca de Sandringham, mientras que su exesposa, Sarah Ferguson, gestionará su propio alojamiento.

El 31 de enero sería el plazo máximo para la mudanza, según informó Page Six.

El renovado interés en su figura coincide además con la reciente publicación de las memorias póstumas de Virginia Giuffre, "Nobody's Girl", donde se vuelve a abordar su relación con Epstein.

Giuffre, quien acusó a Andrew de agresión sexual -acusaciones que él negó-, llegó a un acuerdo extrajudicial en 2022, antes de fallecer este año.