El empresario conservador Nasry Asfura, apoyado por Donald Trump, fue proclamado oficialmente este miércoles como Presidente electo de Honduras, tres semanas después de unas elecciones marcadas por un mínimo margen de diferencia con su mayor rival y denuncias de fraude.

Su triunfo marca el regreso de la derecha al poder en uno de los países más pobres de la región, tras cuatro años de mandato de la izquierdista Xiomara Castro. Además, acentúa el avance de gobiernos conservadores en la región luego de los giros de Chile, Bolivia, Perú y Argentina.

"Honduras: Estoy preparado para gobernar. No te voy a fallar", escribió en X el Mandatario electo, quien asumirá el 27 de enero.

Asfura, de 67 años, empresario de la construcción e hijo de inmigrantes palestinos, se impuso con una ventaja de menos de un punto porcentual sobre el presentador de televisión Salvador Nasralla, también de derecha.

Nasralla, quien exigía un amplio recuento de votos, no reconoció la victoria de su contrincante.

Esta fue la segunda vez que Asfura intentó llegar a la Presidencia, ahora con el respaldo de Trump, empeñado en consolidar un bloque de derecha en Latinoamérica. La izquierda gobierna, sin embargo, en Brasil y México, sus dos principales economías.

"Estados Unidos felicita al Presidente electo (...) y espera colaborar con su Administración para impulsar la prosperidad y la seguridad en nuestro hemisferio", señaló en X el Secretario de Estado, Marco Rubio.

Es la "derrota contundente del narcosocialismo", indicó en la misma red el Presidente argentino, el ultraliberal Javier Milei.

Argentina, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana dijeron en un comunicado conjunto que la participación de observadores de la OEA y la Unión Europea "contribuyó a una revisión exhaustiva e imparcial del proceso" y a "la legitimidad de los resultados".

En la antesala de los comicios del 30 de noviembre, a una sola vuelta, Trump amenazó con recortar la ayuda a Honduras si no votaban por su candidato.

Y redobló la apuesta al indultar al ex Presidente hondureño Juan Orlando Hernández (2014-2022), del Partido Nacional de Asfura, cuando purgaba 45 años de cárcel en Estados Unidos por narcotráfico.

Desde Estados Unidos, Hernández, a quien Trump considera víctima del Presidente Joe Biden, dijo en sus redes sociales que Honduras "cierra un ciclo y abre una nueva etapa" para "rescatar el rumbo".

Asfura, conocido por sus apelativos de "Tito" y "Papi a la orden", ha agradecido el apoyo de Trump al recordar que Estados Unidos es el principal socio comercial del país y que allí viven dos millones de hondureños cuyas remesas aportan un tercio del PIB nacional.

Promete atraer inversión extranjera a la nación de 11 millones de habitantes y tiene intención de volver a acercarse a Taiwán, luego de que la presidenta Castro restableciera relaciones con China en 2023.

Pero tendrá que gobernar un país aún más polarizado después del proceso electoral, que según Castro está "seriamente cuestionado" por falta de transparencia, coacción de electores por parte de pandilleros y "amenazas" de Trump.