Los enjambres de drones que han asolado Ucrania durante años —y que cruzaron la frontera hacia Polonia la semana pasada— han hecho que los ejércitos de la OTAN en Europa se apresuren a mejorar las defensas aéreas por si alguna vez se enfrentan a una amenaza similar.
Pronto dispondrán de una nueva solución: los láseres.
Durante décadas, los científicos han tratado de aprovechar los haces de energía dirigida en sistemas de armas que serían más baratos y eficaces que los misiles o los cohetes. Un número cada vez mayor de países están desarrollando o desplegando sus propias defensas aéreas láser, y algunas ya han sido utilizadas en la guerra, por Israel y Ucrania.
Un país europeo de la OTAN está comprando actualmente un láser de defensa antiaérea a una empresa australiana, que, según funcionarios, expertos y ejecutivos de la industria, parece ser el sistema de energía directa de mayor potencia que se vende en el mercado mundial de armamento. Es una señal de que cada vez están más disponibles y podrían ser un pilar de la guerra futura.
El fabricante del láser australiano, Electro Optic Systems, lo anuncia como capaz de derribar 20 drones por minuto, a un costo de menos de 10 céntimos por disparo. Apodado “Apolo” por el dios griego de la luz, tiene aproximadamente el mismo nivel de potencia que el muy esperado láser de defensa aérea israelí Iron Beam, que se está construyendo para su propio ejército.
“La guerra en Ucrania y Gaza fueron acontecimientos desencadenantes clave para que todo el mundo pensara: ‘Ha llegado el momento de hacer esto operativo’. No deberíamos pasar más años haciendo demostraciones, pruebas y prototipos”, dijo Andreas Schwer, director ejecutivo de Electro Optic Systems, en una entrevista reciente.
“Tenemos algunos clientes que están tan amenazados que dicen: ‘Mira, no podemos esperar, necesitamos algo mañana’”, añadió Schwer. No quiso decir qué país de la OTAN va a comprar el láser.
Desde hace años, las defensas aéreas han tenido una gran demanda, sobre todo para proteger objetivos en el Medio Oriente, Asia Oriental y Estados Unidos. Los combatientes hutíes de Yemen llevan mucho tiempo utilizando drones de bajo costo y misiles de crucero baratos contra Israel y Arabia Saudita.
Los enjambres de drones avanzados en Ucrania mostraron a otros países europeos que también serían vulnerables si no incrementaban rápidamente la protección, dijeron los expertos. Días antes de que los drones rusos entraran en el espacio aéreo polaco, Moscú lanzó más de 800 drones explosivos y señuelos por toda Ucrania, su mayor ataque de este tipo en la guerra.
Para Europa, “la relevancia e importancia de este tipo de capacidad se han visto reforzadas por lo ocurrido en Ucrania”, dijo Sidharth Kaushal, experto del Royal United Services Institute, una institución de investigación militar de Londres.
Los restos de algunos de los drones que penetraron en el espacio aéreo polaco la semana pasada revelaron que eran aparatos baratos, apodados “Gerbera”, fabricados normalmente con madera contrachapada y espuma de poliestireno. El hecho de que algunos de ellos burlaran los multimillonarios interceptores occidentales puso de relieve el posible déficit de Europa frente a Rusia: disponer de muy pocas defensas aéreas, cuyo uso es costoso, contra un aluvión de drones baratos pero potencialmente mortíferos.
El sistema de defensa antiaérea más potente de Ucrania, el Patriot, de fabricación estadounidense, cuesta más de mil millones de dólares y puede tardar años en construirse, razón por la cual solo existen unos cientos de ellos en todo el mundo. Utiliza misiles de un millón de dólares para interceptar los ataques aéreos entrantes y está pensado principalmente para detener proyectiles a gran altura, no drones baratos que vuelan más bajo y atacan en enjambres.
El nuevo láser australiano de 100 kilovatios se comercializa a unos 83 millones de dólares por cada sistema, incluida la formación y las piezas de repuesto, y se entregará a su comprador en 2028.
Las defensas de baja tecnología que han utilizado Ucrania y Rusia —como capturar drones con redes, derribarlos con rifles y construir jaulas protectoras alrededor del equipo militar— son mucho más baratas. Pero no son lo bastante versátiles para hacer frente a enjambres de drones que se mueven rápidamente, especialmente los que van armados.
Los láseres tienen inconvenientes, y algunos funcionarios de defensa europeos siguen siendo escépticos sobre su eficacia, que se ve limitada por las condiciones meteorológicas. La lluvia, la niebla y la humedad pueden alterar la precisión de un láser, dificultando que alcance su objetivo. La mayoría de las armas láser existentes tienen un alcance de unos pocos kilómetros y muy poca potencia para detener misiles balísticos.
Pero puede que no pase mucho tiempo antes de que las armas láser de alta energía se utilicen más a menudo en la guerra.
“Estamos en la antesala de una adopción militar más amplia”, dijo David Stoudt, director ejecutivo de la Sociedad Profesional de Energía Dirigida de Nuevo México. Afirmó que era un “avance significativo” que un país de la OTAN comprara un láser de defensa aérea a un fabricante extranjero.
“Esa es la gran tendencia: introducir láseres de mayor potencia en las plataformas, para entrar en un entorno operativo lo antes posible”, dijo Stoudt, quien lleva más de 30 años trabajando en armas láser y otras armas de energía dirigida, incluso asesorando a la OTAN sobre ellas. Dado su bajo costo por disparo y su potencia de fuego ilimitada, un arma láser “empieza a ser casi la única opción”, dijo.
Los láseres se desarrollaron por primera vez en Estados Unidos en 1960, y el Pentágono empezó a probarlos en armas al cabo de una década. Utilizan electricidad para calentar un objetivo con partículas de luz hasta que se funde, se detona o se quema.
Algunos fracasaron. Una iniciativa de las Fuerzas Aéreas conocida como el programa Airborne Laser, que pretendía derribar misiles balísticos desde el morro de un Boeing 747, produjo resultados poco notables, se consideró demasiado caro y finalizó en 2011. Otros han tenido éxito, como un láser de 30 kilovatios que la Marina utilizó para la defensa aérea en el golfo Pérsico en 2014.
Hay más láseres en diversas fases de prueba y uso en el ejército estadounidense, que está trabajando para desarrollar un arma de un megavatio el año que viene, según el Servicio de Investigación del Congreso. Con ese nivel de potencia, los láseres podrían derribar misiles balísticos y armas hipersónicas; el láser de 100 kilovatios está más limitado a drones, artillería y morteros dirigidos.
El Pentágono gasta unos mil millones de dólares al año en el desarrollo de armas láser, según un informe de 2023 de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental.
Estados Unidos e Israel, protectores de la tecnología secreta de las armas láser de alta energía, han impedido que la mayoría se vendan en el mercado mundial por temor a que los adversarios puedan explotarlas, dijeron funcionarios, expertos y ejecutivos de la industria. Esto también parece ser cierto para otros países que construyen láseres similares.
Yuval Steinitz, presidente del proveedor israelí de armas Rafael Advanced Defense Systems, está esperando la aprobación del Ministerio de Defensa de Israel para vender las armas láser de su empresa a los aliados.
Una de ellas, el Iron Beam, se transferirá al ejército israelí en los próximos meses, dijeron funcionarios el miércoles. Dos versiones más pequeñas, que se utilizaron para derribar aviones no tripulados de Hizbulá desde Líbano, ya se exhiben en exposiciones de armas.
El Iron Beam —que Steinitz ha sugerido que pase a llamarse Laser Dome— será otra capa del escudo de defensa aérea israelí contra ataques aéreos de corto y medio alcance que incluye el sistema Cúpula de Hierro. Ha interceptado casi 40.000 cohetes y misiles en los dos últimos años.
En las próximas décadas, “va a haber una revolución total en la historia de la guerra”, dijo Steinitz. “Esto es solo el principio del principio”.
Y puede que sea aún más necesario en Europa, donde la guerra de Rusia está poniendo a prueba las fronteras de la OTAN mientras el presidente Donald Trump busca reducir al menos parte del apoyo estadounidense a la defensa.
“Es muy obvio que todos los gobiernos europeos están en modo pánico, porque Trump ha declarado: ‘Tienes que cuidar de ti mismo’”, dijo Schwer, de la empresa australiana. “Así que los europeos están buscando sus propias soluciones”.