Un juez condenó a 22 años y seis meses de prisión a Henry Giovanni V., alias “El Chínipas”, por “esclavizar” a 24 hombres durante años, en algunos casos, obligándolos a sembrar y cosechar amapola en la comunidad “Las Gallinas”, municipio de Ocampo; las personas trabajaban horarios extenuantes y durante la noche eran encerrados en una cueva.

De acuerdo con información proporcionada por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), el acusado fue condenado a 22 años y seis meses de prisión por el delito de trata en la modalidad de trabajo forzado. Fue detenido en junio de 2022, pero contaba con orden de aprehensión desde el 15 de octubre de 2019.

La narrativa de los hechos establece que Henri Giovanni reclutó, entre los años 2015 al 2019, a decenas de personas a las que ofrecía trabajo instalando cercas para ganado en la sierra.

Las víctimas eran captadas para trabajar principalmente en tramos carreteros; sin embargo, llevadas al sitio antes mencionado, donde tenían que preparar los predios para el cultivo de droga y amapola, bajo amenaza de muerte si intentaban escapar.

En julio de 2019, la Fiscalía General del Estado (FGE) informó del rescate de las personas cautivas, el cual fue posible gracias a que una persona logró escapar del lugar y solicitó ayuda, refiriendo que tenían a varios hombres realizando labores ilícitas y que muchos de ellos tenían hasta dos años sometidos por sus captores.

Además, trascendió que dos de ellos incluso contaban con reporte de desaparición en Cuauhtémoc y dos más en la ciudad de Chihuahua, en donde también fueron enganchados bajo la promesa de trabajo en la colocación de cercos con un pago de 350 pesos diarios.

Para poder liberar a estos individuos fue necesaria la participación de más de 50 elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), quienes se trasladaron hasta esa zona el 9 de julio de 2019 y concluyeron sus diligencias dos días después.

En su relato, las víctimas mencionaron que los levantaban desde las seis de la mañana y que por la noche los metían en una cueva en donde eran vigilados por otros sujetos armados, que los golpeaban y amenazaban si querían darse a la fuga.

Uno de los afectados narró a El Diario que los cuatro meses que vivió en Ocampo fueron de verdadera esclavitud. “Estábamos muertos en vida, parecíamos zombis”, dijo el hombre de 30 años que sufrió graves secuelas psicológicas debido a las largas jornadas de trabajo, la violencia física y emocional y las condiciones precarias en las que era mantenido junto a las otras víctimas.

Datos periodísticos publicados en este medio de comunicación, señalan que los agentes aseguraron en aquella ocasión una camioneta Chevrolet Silverado, modelo 2005, la cual era utilizada para llevar víveres, así como también un radio de comunicación de la marca Kenwood con el que los cuidadores mantenían comunicación con otros de sus integrantes.

Entre las personas rescatadas, había quienes tenían de tres meses hasta dos años y medio en el lugar de cautiverio. (Alejandra