Anahí Juárez Chavarría, graduada de la carrera de Negocios Internacionales en la Facultad de Contaduría y Administración de la UACH, vivió una enriquecedora experiencia académica en la Universidad de Santo Tomás, en Santiago de Chile, al estudiar de Comercio Internacional como alumna de intercambio.
Inicialmente, su plan era cursar una sola asignatura, requisito mínimo del intercambio, pero Anahí, decidida a aprovechar al máximo la oportunidad, solicitó que le asignaran más materias. Así, cursó asignaturas como Comercio Internacional, Comportamiento y Desarrollo Organizacional, e Innovación en Modelos de Negocios, y como complemento a su formación académica decidió aprender chino mandarín, lo que amplió más sus horizontes educativos.
La chihuahuense destacó el apoyo recibido por la Universidad Autónoma de Chihuahua en todo el proceso, desde la selección de la institución y la gestión de becas, hasta los trámites necesarios con la universidad anfitriona.
"La UACH nos apoyó en todo, desde la selección de la universidad y la ciudad hasta los trámites de papelería y el manejo de becas".
Su estancia en Chile no sólo fue académicamente enriquecedora, sino también una experiencia cultural transformadora; Anahí tuvo la oportunidad de convivir con estudiantes de diversas nacionalidades, entre ellos compañeros de Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Italia y, por supuesto, México. "Fue muy interesante, porque así como yo aprendía otras costumbres, mis compañeros se llevaban algo de mí", relató.
Anahí resaltó el alto nivel del cuerpo docente de la Universidad de Santo Tomás y el apoyo constante que recibió como estudiante internacional. "Siempre estaban pendientes de cualquier necesidad que tuviera, desde orientarme en el campus hasta cómo moverme por la ciudad".
Uno de los momentos más significativos fue cuando enseñó a sus nuevos amigos chilenos y extranjeros algunas tradiciones mexicanas, entre ellas, la elaboración del tradicional pan de muerto, lo que pasó a convertirse en una experiencia inolvidable para sus compañeros. Además, les compartió su gusto por la salsa picante, algo muy común en México, pero que los sorprendió a ellos, pues hubo quienes no soportaron ni las 'Picafresas', un dulce típico mexicano de tamarindo y chile.
Anahí también señaló que la calidad educativa de la Universidad de Santo Tomás y el apoyo que recibió como estudiante internacional fueron únicos.
Para ella, esta experiencia fue invaluable. "Es una vivencia muy bonita, nada fácil, pero definitivamente vale la pena", aseguró. Alentó a otros estudiantes a buscar oportunidades de movilidad académica y a no dejar pasar estas experiencias que, aunque desafiantes, pueden transformar vidas. "Hay muchas becas, la movilidad es para gente movida", concluyó con una sonrisa.