Chihuahua.- El sector agropecuario ya no siente lo duro, sino lo tupido, pues con la amenaza de Donald Trump de imponer aranceles si México no cumple con el tratado de aguas, empiezan las presiones fuertes por parte de los productores de Texas, sostuvo el presidente del Consejo Estatal Agropecuario de Chihuahua (CEACH), Arturo González Ruiz.

Advirtió que cuando sea solucionado el tema, el mandatario estadounidense sacará otro y así será por los próximos cuatro años.

El amago, dijo, abre otro frente para la federación y sobre todo para los productores de Chihuahua y el

Gobierno del Estado, pues no es que quieran o no entregar agua, sino que sencillamente no tienen.

“Chihuahua siempre ha hecho el mejor esfuerzo por cumplir con el tratado, pero también, y lo que más interesa, es cumplir con los productores, pues el agua de las presas tiene concesionarios con nombre y domicilio y simplemente este año no van a tener”, dijo.

"¿Cómo pagar, cuando los productores tampoco van a tener agua?", cuestionó.

Consideró que las partes deben ser más propositivas y ver cómo se avanza en temas que afectan a la producción de alimentos, pues no hay que olvidar, subrayó, que el sector produce alimentos que requieren los dos países y el mundo.

“El productor hace una labor no sólo importantísima, sino necesaria para poner el alimento en la mesa de los mexicanos y parte del mundo”, dijo.

Consideró González Ruiz que el presidente de Estados Unidos siempre pondrá sobre la mesa un tema como un elemento de negociación, de manera que cuando solucione el tema del agua, va a venir otro y otro, así los próximos cuatro años, reiteró.

El dirigente de CEACH calificó como muy desafortunado el que haya sacado el tema del agua porque empiezan las presiones por parte de los productores Texas, que si bien en alguna medida tendrán razón en cuanto al cumplimiento, dijo, “cuando no hay, de dónde se saca”.

En tanto, Alfonso Lechuga de la Peña, líder de la mesa de Agroindustria en Chihuahua Futura, señaló que la presión por el agua viene a estresar más la relación bilateral México-estados por la constante amenaza de aranceles.

Recordó que el Tratado de Aguas de 1944 es un instrumento binacional que establece las bases legales para una distribución equitativa del agua entre las dos naciones y tiene un periodo de cumplimiento de cinco años para cubrir los déficits que vayan generando.

Indicó que el estado está situado en la cuenca alta del río Bravo y los escurrimientos que inician en Chihuahua son los que entrega México a Estados Unidos, a través principalmente de las presas Falcón y la Amistad.

Al no haber escurrimientos ni demasías como lo establece el tratado, obviamente no hay entrega de agua hacia Estados Unidos.

“Hoy por hoy, México se ha quedado corto en la entrega de agua a Estados Unidos por la sencilla razón que no ha llovido, hay una situación crítica en las presas de Chihuahua. México no puede entregar lo que no tiene”, dijo.

Aclaró que el agua de las presas no es entregada, sino los escurrimientos y las demasía que es lo que corre una vez que las presas están a cierto nivel.

Expuso que la presidenta Claudia Sheinbaum ha declarado que va a realizar alguna entrega y espera que en la temporada de lluvias, que empieza en el segundo semestre del año, pueda México regularizar lo comprometido, si no, todavía tiene el próximo quinquenio para poder cumplir.

“Podrán realizar algunas entregas, pero no contribuyen a resolver el problema, por lo que habrá que esperar a las lluvias”, dijo.