Una mujer de 71 años de edad, abandonada por sus familiares, pasó casi una semana con el cadáver de su esposo en su vivienda de la colonia El Campanario, hasta que los vecinos reportaron los malos olores que salían del domicilio y encontraron que su marido había fallecido.
La adulta mayor, identificada como Carolina Z.R, estaba en un avanzado estado de desnutrición, por lo que los agentes del Grupo de Homicidios de la Fiscalía del Estado llamaron a una ambulancia para trasladarla a un hospital y la pusieron a resguardo del DIF Estatal.
El marido de la mujer, identificado como Carlos Rolando C.T, de 75 años de edad, había muerto desde la semana pasada, por posibles complicaciones de enfermedades que padecía; ambos habían sido abandonados desde hace años por sus familiares, quienes, al ser localizados para notificarles la situación, rechazaron hacerse cargo del fallecido y de la mujer.
Fue el pasado miércoles alrededor de las 12:00 horas, cuando una llamada al número 911 por parte de vecinos de la calle Misión de Satevó alertaron de la posible presencia de una persona muerta dentro de un domicilio, debido a que el lugar despedía olores fétidos.
Al llegar los agentes de la Policía Municipal, corroboraron que en el interior estaba una adulta mayor sola, desnutrida y con posibles trastornos de salud mental, así como el cadáver en avanzado estado de descomposición, de quien fue identificado como el esposo de la señora.
Ante el hallazgo, fue solicitada la presencia de agentes de la Fiscalía General del Estado, del Ministerio Público y la Agencia Estatal de Investigación, quienes solicitaron el auxilio médico para llevar a la señora a un hospital y proceder al levantamiento del cadáver.
Los vecinos entrevistados por los agentes investigadores detallaron que el matrimonio de edad avanzada tenía muchos años sin recibir visitas de familiares y al menos identificaron a una persona como hija de ambos, a quien las autoridades se dieron la tarea de localizar para notificarle la lamentable situación.
De acuerdo con el reporte de la investigación obtenido por El Diario, fue localizada la hija de Carolina y Carlos Rolando, cuyo nombre permanece bajo reserva, pero ella respondió que no le interesaba la situación de sus padres y que desde hacía muchos años no tenía contacto con ellos.
Por ello, la mujer identificada como hija diho que no se haría responsable del cadáver ni de la adulta mayor encontrada en condiciones deplorables.
Ante la negativa de la familiar, los agentes estatales solicitaron el apoyo del DIF Estatal, de donde fue enviado un representante, el abogado del área jurídica de la dependencia, Gerardo Otoniel Acosta Sierra, quien quedó a cargo de la atención a la adulta mayor y pidió su traslado al Hospital General, donde quedó custodia del organismo de asistencia social.
Hasta ayer por la tarde, personal de la Fiscalía del Estado confirmó que el cadáver de Carlos Rolando no había sido reclamado y todavía estaba por determinarse la causa de muerte, pero inicialmente la sospecha era que habría fallecido por alguna enfermedad propia de la edad.
En tanto, la señora Carolina era valorada médicamente y se encontraba en recuperación en el nosocomio, bajo el cuidado del DIF.