Chihuahua, Chih.- Alcanza Chihuahua el 42.6 por ciento del promedio anual de lluvias al acumular 152.4 milímetros de lluvia, lo que representa el 75 por ciento de toda la lluvia registrada en 2024 y el 78 por ciento de la de 2023, según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), con corte al 8 de julio.
La cifra es la más alta registrada en este punto del año desde 2020 y refleja un cambio notable luego de dos años de lluvias por debajo del promedio. Tan solo en junio se acumularon 98.4 milímetros, mientras que en el mismo mes del año pasado se registraron apenas 41.5. En lo que va de julio ya se suman 54 milímetros más, con lo que el total de este año se colocó por encima del acumulado de años recientes en el mismo periodo.
El promedio histórico anual de precipitación en Chihuahua, calculado a partir de los registros de los últimos 40 años, es de 357.7 milímetros. Con los 152.4 milímetros registrados hasta ahora, la entidad ha superado ya el 42 por ciento de ese umbral y, si las lluvias continúan, hay probabilidad de alcanzar o incluso superar la media, algo que no ocurre con frecuencia.
En los últimos 20 años, sólo en seis ocasiones se ha logrado rebasar el promedio anual: en 2004 se acumularon 384.6 milímetros; en 2008, 433.9; en 2013, 425.1; en 2017, 474.5; en 2020, 403.7; y en 2021, 363.6, este último apenas por debajo del promedio, pero dentro del margen superior. En contraste, en 2023 se registraron apenas 193.1 milímetros, y en 2024 un total de 201.2, ambos muy por debajo del umbral histórico.
El comportamiento de este 2025 contrasta con los años anteriores: a estas alturas de 2024 apenas se habían acumulado 112.1 milímetros, en 2023 eran 86.6, y en 2022, 119.9. Este repunte ofrece un respiro, sobre todo para la recarga de suelos, mantos freáticos y pastizales, aunque las autoridades han señalado que aún se requiere un periodo más prolongado de precipitaciones para hablar de una recuperación plena.
Hasta ahora, la mayor parte de la lluvia se ha concentrado entre junio y los primeros días de julio, y aunque su impacto aún no es del todo visible en cuerpos de almacenamiento, sí ha comenzado a reflejarse en condiciones de humedad en la superficie, escurrimientos menores y una mejora en el ambiente general para el campo.
Las presas, sin embargo, aún no muestran una recuperación significativa. En conjunto, las principales del estado registran apenas un 24.4 por ciento de su capacidad total. La Boquilla, la más grande de Chihuahua, está al 18.1 por ciento; Las Vírgenes, al 32.2, y El Granero, la única con niveles relativamente altos, al 63.6. En la capital, la presa Chihuahua se encuentra al 49.8 por ciento y El Rejón al 31.1, con escurrimientos que hasta ahora han sido mínimos pese al aumento en la lluvia acumulada.
Las proyecciones de Conagua indican que julio y agosto podrían mantenerse con precipitaciones por encima del promedio mensual, lo que mantendría la tendencia favorable, aunque también existe el riesgo de lluvias intensas en cortos periodos, con posibilidad de inundaciones en zonas urbanas o de riesgo.