CDMX.- En el marco de la investigación que está en curso por el huachicol fiscal en el norte del País, los estados de Tamaulipas, Baja California, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua reportan un alza inusitada en el hallazgo de tomas clandestinas, de acuerdo con cifras de Pemex.

Desde que existe registro de este fenómeno (2000) esas entidades estaban fuera del radar del huachicol. Sin embargo, a partir de 2015 comenzaron a prender focos rojos por la constante localización de tomas clandestinas para la ordeña de combustible a gran escala.

Un ex superintendente de Seguridad Estratégica de Pemex que laboró en Tamaulipas y Nuevo León dice a REFORMA que los miles de barriles extraídos a través de tomas clandestinas o robo hormiga desde las refinerías, fueron a parar a barcos tipo tanque, al parecer para su venta ilegal a Centroamérica.

Sin embargo, pesquisas recientes refieren que los barcos con huachicol sólo simularon partir de distintos puertos y regresar para "lavar" el combustible, presentándolo como "importado" en las Aduanas mexicanas, donde personal involucrado dejó pasar dicho hidrocarburo mediantes actos de corrupción.

"Todo el producto sale de los ductos y de las instalaciones de Pemex, el fenómeno estuvo mucho tiempo en Tuxpan (Veracruz) a donde llega el combustible de importación de Texas, y luego, tras diversos operativos, esta práctica se movió a Tamaulipas, Baja California y a las Aduanas fronterizas, parte de ese producto sale de Pemex, y luego lo hacen pasar como hidrocarburo importado, es negocio redondo", señala el ex superintendente, quien participó en la localización de tomas clandestinas en Sinaloa, Veracruz y Tamaulipas.

De 2010 a 2015, el hallazgo de piquetes a ductos de Pemex en Tamaulipas aumentó en un mil 400 por ciento, en Baja California en 425 por ciento, Coahuila en 40 por ciento, Nuevo León en 121 por ciento y Chihuahua en 300 por ciento.

En 2020, tras una estrategia contra el huachicol, que incluyó el cierre de ductos, las tomas clandestinas bajaron en Tamaulipas en 63 por ciento con respecto a 2015.

"Ni en Tamaulipas ni en el resto del País vamos a permitir la corrupción. El Gobierno de México no va a tolerar que algunos intenten coludirse en perjuicio de las y los mexicanos; las cosas ya cambiaron. No es propaganda, es convicción. Nosotros no tenemos un doble discurso, no somos hipócritas, es una doctrina verdadera, es calidad moral y actuamos con congruencia", dijo en marzo de 2021 el ex administrador general de Aduanas, Horacio Duarte al referirse al llamado "huachicol técnico" o "huachicol fiscal".

"Esa práctica que tenemos desafortunadamente en la frontera norte que da paso a miles y millones de litros de combustible y de hidrocarburos que pasan sin pagar impuestos o pagan impuestos simulados, afectan la competitividad de las empresas importadoras que hacen bien sus trámites y hacen correcta la introducción de sus mercancías", afirmó en esa fecha.

Puntualizó que desde 2019 el Gobierno de México inició el combate contra el huachicol en la frontera norte y presumió una baja del 95 por ciento el robo de combustible en todo el País.

Sólo en el arranque del anterior sexenio el Gobierno de México trabajó en la integración de mil 700 carpetas de investigación por el huachicol fiscal y sumó a un millar de efectivos militares a los 5 mil desplegados en labores de vigilancia en el Plan Conjunto de Atención a Instalaciones Estratégicas de Pemex.

En Tamaulipas resultó la estrategia, de manera momentánea. Sin embargo, en 2020 Baja California continuó al alza en un 32 por ciento, Nuevo León registró un repunte de 7 por ciento, Coahuila se disparó en 128 por ciento y Chihuahua reportó un incremento de 67 por ciento.

Para el cierre de 2024 todos esos estados volvieron a presentar cifras elevadas de tomas clandestinas para la ordeña de combustible a Pemex con respecto a 2020, aún con la estrategia antihuachicol.

Tamaulipas "retomó su ritmo" y los piquetes se incrementaron en 240 por ciento, Baja California subió en 150 por ciento, Nuevo León se disparó en 426 por ciento, lo mismo que Coahuila, con 418 por ciento, y en Chihuahua las tomas ilegales aumentaron 156 por ciento, de acuerdo con cifras de Pemex.

En el caso de Tamaulipas, los piquetes a ductos de Pemex se reportan con más frecuencia en Altamira, donde a finales de marzo las autoridades federales decomisaron 10 millones de litros diesel, presuntamente de origen ilícito (y del que hasta ahora se desconoce su origen), así como casi 200 contenedores y 23 tractocamiones en zonas de Tampico y Altamira.

Ahí cerca se ubica además la Refinería "Francisco I. Madero", en Ciudad Madero, en un corredor metropolitano que conecta con Altamira y Tampico.

La localización de tomas clandestinas también se registra de manera importante en el sistema de ductos de Pemex en Reynosa, Llera, González, Ciudad Victoria, Hidalgo, Casas, Río Bravo, Villagrán y Ciudad Madero, de acuerdo con registros de Pemex.

En Baja California el crimen impone su ley para la colocación de tomas clandestinas para la sustracción de combustible en Tecate, Rosarito, Tijuana y Ensenada, en este último municipio donde hace unas semanas se registró la incautación de 8 millones de litros de combustible ilícito en un predio abastecido con fracs tanks (contenedores para almacenar hidrocarburos), además de pipas.

Hasta el cierre del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, Pemex reportó la desviación por tomas clandestinas de 4 mil 500 barriles diarios, lo que significa un robo de unos 715 mil litros de combustible al día.

Fuentes de Pemex indicaron que la tendencia es proporcionalmente la misma para 2025, al menos para el primer bimestre del año.

En enero pasado, Onexpo Nacional alertó que el ingreso al País de combustible bajo contrabando técnico huachicol fiscal alcanza los 40 millones de litros diarios, que equivalen a unos 300 mil barriles al día.

Tomando como base el precio promedio de todo 2024 de la gasolina Magna, el valor del combustible que ingresa al País bajo una fracción arancelaria diferente para eludir impuestos es de aproximadamente 940 mil millones de pesos al día.

Por eso la urgencia de las autoridades de conocer de dónde viene el huachicol fiscal y quiénes son los responsables de recibirlo en los puertos.

HUACHICOLEO EN EL MAR

En enero de 2019, el buque “Imiloa” se abasteció de alrededor de 745 mil litros de diesel a través de 14 pipas en el muelle de Coatzacoalcos por medio de la empresa Grupo de Combustibles, S.A. de C.V.

Zarpó de Coatzacoalcos rumbo a Dos Bocas, Tabasco, para después abastecer del combustible, en altamar, a otros dos buques: el “Winchester” y el “Chartres”.

Este esquema de huachicoleo prendió alertas a la Secretaría de Marina, pues está prohibido el trasiego de combustible en mar y las operaciones de abastecimiento de un buque a otro.

El tema llegó a la Fiscalía General de la República y la supervisión del personal naval al buque “Imiloa” resultó en irregularidades en los registros de la bitácora de navegación y de combustibles.

De la medición realizada en sus tanques, se registró un total de 880 toneladas de combustible, de las cuales 253 toneladas se localizaron en tanques denominados de lastre, que no deben contener hidrocarburos.

“Son tanques que se utilizan para adrizar (evitar que se ladeen) los barcos cuando hay mal tiempo, los llenan con agua de mar. Entonces, no tienen por qué traer combustible. Ahí también fue una de las cuestiones que se determinó que estaba mal esta maniobra”, explicó en una conferencia mañanera el entonces titular de la Marina, el Almirante Rafael Ojeda.

Además, dentro del mismo barco había modificaciones de los sistemas de achique y de combustible, sin haber sido reportadas estas modificaciones a las autoridades marítimas, por lo que era utilizado para el huachicoleo en el mar.

Esta práctica también prendió alertas en Marina sobre el movimiento de buques con combustible de dudosa procedencia.

En otro esquema delictivo, en 2021 las autoridades federales detectaron el zarpe de barcos desde Coatzacoalcos, Tuxpan o Tampico con combustible robado a Pemex.

Fuentes de seguridad aseguraron que el huachicol provenía de los ductos de Pemex, que era almacenado en los puertos. Después, con la colaboración de autoridades, las embarcaciones tomaron rutas a distintos puntos sin tener un atraco final, tras días en el mar “regresaban” a los recintos fiscales con pedimentos falsos de “lubricantes de importación”.

La red implicó a personal de Aduanas, SAT y de los puertos, lo que llevó a la descarga, otra vez, del huachicol, esta vez “limpio”.

En otro caso, en septiembre de 2020, en el marco de la implementación de la Operación “Refuerzo Sonda”, la Secretaría de Marina realizó una inspección al buque “Blue Commander”, atracado en el puerto de Coatzacoalcos.

La Armada de México sostuvo que grupos delictivos realizaban actividades de huachicol, relacionadas con ese buque, de la naviera Blue Marine, ligada a Antonio Juan Marcos Issa –ex funcionario de Pemex con Raúl Muñoz Leos y Luis Ramírez Corzo y después proveedor de buques a la empresa petrolera mediante contratos millonarios– y su yerno Juan Reynoso Durand.

El buque, utilizado como almacén y transporte de petróleo crudo y derivados, estaba atracado en el muelle de Agroindustria en la Laguna de Pajaritos, en Coatzacoalcos, en donde los marinos encontraron 2 unidades de autotransporte que se encontraban abasteciendo de hidrocarburo a la embarcación, en la cual los navales encontraron inconsistencias y faltas administrativas.

Como resultado de la intervención se autorizó la técnica de investigación (cateo), en la que se realizaron peritajes en diferentes áreas del buque, resultando en la detención de 21 tripulantes por el probable delito de posesión y almacenamiento de hidrocarburo, al no acreditar los permisos correspondientes, y el aseguramiento del buque.

Tras realizar varias inspecciones, por denuncias previas de robo de combustible, encontraron que los vehículos eran estacionados en una zona del puerto en espera de que llegara la noche para cargar el diesel y sacarlo del lugar en la madrugada.

“Lo que hacían estos elementos: entraban las pipas, (esperaban) y en la madrugada, más o menos, entre 2:00 y 5:00 de la madrugada, cargaban en el muelle y de ahí salían directamente sin pasar por el recinto fiscalizador”, detalló Ojeda en otra mañanera.

“Había barcos, llegaban más o menos entre dos y tres barcos por mes (al puerto), y el pedimento de carga que manifestaban que iban a descargar era de 50 mil litros de combustible, diesel sobre todo, 50 mil litros de diesel, (pero) realmente descargaban entre 200 y 300 mil litros”.

Como ejemplo, el Almirante detalló que, de octubre de 2019 a febrero de este año, cada mes al menos dos buques realizaron operaciones en este puerto, con una descarga de más de 322 mil barriles de diesel, por los que sólo pagaron, en promedio, 50.45 millones de pesos de impuestos en cada procedimiento.

LA RESPUESTA DE LA MARINA

Ante el crecimiento del huachicol fiscal a nivel marítimo, las operaciones navales para enfrentarlo se tuvieron que multiplicar.

La Marina detectó además el robo a las tripulaciones de embarcaciones petroleras y un trasiego inusual de huachicol en la Sonda de Campeche.

Con esos antecedentes, la Marina apretó tuercas para ubicar el huachicol fiscal marítimo, por lo que asumió el mando de puertos y la administración de 117 terminales de altura y cabotaje.

En coordinación con la Fuerza Naval del Golfo y los mandos territoriales que la Marina tiene en Tamaulipas, Veracruz, Campeche y Tabasco, la institución desplegó en la zona marítima petrolera una flota de Patrullas Oceánicas, Costeras e Interceptoras.

Por aire, la seguridad fue reforzada por un avión Persuader y cinco helicópteros, así como 310 efectivos de Inteligencia y una decena de drones.

Las revisiones y operativos se extendieron al Pacífico mexicano, principalmente en Sonora, Michoacán y Colima.

El problema está en las Aduanas, alertan las fuentes.

ASÍ OPERA EL HUACHICOL FISCAL

De acuerdo con fuentes que laboraron en Pemex, así funciona el tráfico de combustible ilícito:

1.- El hidrocarburo es ordeñado de tomas clandestinas en ductos o robo hormiga en las refinerías de México.

2- Barcos con el huachicol zarpan de puertos mexicanos.

3.- Regresan para “lavar” el combustible, presentándolo como “importado” en las Aduanas.

4.- Personal del SAT y Aduanas deja pasar el hidrocarburo mediante actos de corrupción.

Además llegan a puertos gasolina de otros países (principalmente EU) y con pedimentos falsos introducen el producto con otro nombre (lubricantes) y evitan el pago real de impuestos.