"Culpable", dijo Ismael "El Mayo" Zambada en español, al momento de presentar su declaración en un tribunal de Brooklyn, a unos 3.500 kilómetros de su Estado natal de Sinaloa.
El capo reconoció la magnitud de la operación del Cártel de Sinaloa, incluyendo subordinados que establecieron relaciones con productores de cocaína en Colombia, supervisaron la importación de cocaína a México por vía marítima y aérea y el contrabando de las drogas hacia Estados Unidos.
Reconoció que el cártel recaudaba cientos de millones de dólares al año y que sus empleados pagaron sobornos a policías y mandos militares en México para operar libremente dentro del País.
"Reconozco el gran daño que las drogas ilegales han causado a los pueblos de Estados Unidos, México y otros lugares".
Ismael "El Mayo" Zambada

AL BANQUILLO

El capo del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, se declaró este 25 de agosto culpable de narcotráfico y lavado de dinero en Estados Unidos y reveló que desde hace 45 años, es decir a lo largo de ocho sexenios presidenciales, sobornó a mandos militares, policiales y políticos en México para poder operar con impunidad.
“La organización que dirigí promovió la corrupción en mi propio País”, declaró.
“El pago de estos sobornos se remonta a mis inicios, cuando era un joven que empezaba, y continuó durante todos los años de existencia del cártel”.
Al comparecer ante el juez Brian M. Cogan, en el Tribunal Federal de Distrito de Brooklyn, Zambada -de 75 años- giró ligeramente en su silla mientras escuchaba la audiencia a través de un intérprete de español. Se declaró culpable de un cargo de participación en una organización criminal continuada y un cargo de conspiración para cometer crimen organizado.
En un discurso de ocho minutos ante el tribunal, Zambada relató su participación en el negocio de las drogas ilegales desde su adolescencia, cuando, después de dejar la escuela al concluir la primaria, plantó mariguana por primera vez en 1969.
"Empecé a involucrarme con drogas ilegales en 1969, cuando tenía 19 años", dijo, "y planté mariguana por primera vez".
Detalló que luego vendió heroína y otras drogas, pero especialmente cocaína. Desde 1980 hasta el año pasado, él y su cártel fueron responsables de transportar al menos 1,5 millones de kilogramos de cocaína, la mayoría de los cuales fueron a Estados Unidos, comentó.
Describió con calma cómo ordenó a soldados de Sinaloa matar a miembros de cárteles rivales y sobornó a altos funcionarios.
"También murieron muchas personas inocentes",
Confesó
Zambada, de 75 años, será sentenciado a cadena perpetua el 13 de enero. También se enfrenta a sanciones financieras por miles de millones de dólares.

EL SECUESTRO
Zambada fue arrestado en julio de 2024 por agentes federales en Texas, tras llegar a Estados Unidos en circunstancias extraordinarias. Fue secuestrado por un hijo de “El Chapo” Guzmán, su antiguo socio, quien lo convenció de subir a un avión Beechcraft King Air con el pretexto de buscar propiedades.

El hijo, Joaquín Guzmán López, y Zambada aterrizaron en un pequeño aeropuerto en las afueras de El Paso.
El secuestro convirtió a Sinaloa en una zona de guerra al estallar el conflicto entre las facciones rivales del cártel: los leales a Zambada, conocidos como “Los Mayos”, y los aliados con los hijos de Guzmán, conocidos como “Los Chapitos”.
La economía del estado se paralizó y, bajo la presión del Presidente Donald Trump, la Presidenta Claudia Sheinbaum envió miles de soldados a Sinaloa para frenar la violencia.
En la capital de Sinaloa, Culiacán, los cadáveres yacen en las calles o aparecen colgados de los pasos elevados. Los negocios cierran temprano porque la población casi no sale al caer la noche. Las escuelas se paralizan durante los enfrentamientos y varios grupos de la sociedad, desde influencers hasta cuidadores de animales, se han visto afectados por el derramamiento de sangre.
EL ESTRATEGA
Zambada era considerado el estratega del cártel y se creía que estaba más involucrado en las operaciones diarias en comparación con Joaquín “El Chapo” Guzmán. No obstante, los fiscales han dicho que Zambada también estaba involucrado en la violencia del grupo, e incluso llegó a ordenar el asesinato de su propio sobrino.
En un escenario plagado de traiciones y venganzas, “El Mayo” se abrió camino con paso sigiloso.
Como la mayoría de los traficantes más famosos del País, Zambada García nació en Sinaloa.
El estado norteño ha sido cuna de algunos de los capos más poderosos y violentos de la historia reciente, entre los que destacan Joaquín “El Chapo” Guzmán, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”.
No obstante, dos cosas diferencian a “El Mayo” de los demás: a lo largo de los años logró mantener un perfil relativamente bajo.

La pequeña comunidad de El Álamo, un pueblo ubicado a 34 kilómetros de la cabecera de Culiacán, fue la tierra que vio nacer a Zambada en 1948.
Descrito en diversos reportes como alto, fuerte y robusto, con expresiones parcas, pero enérgicas, “El Mayo” tuvo un inicio discreto en el mundo del narcotráfico.
La historia de “El Mayo” está ligada a la organización de Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido también como “El Jefe de Jefes”.
Se trataba del Cártel de Guadalajara, el cual según registros periodísticos tuvo su auge en los años 80 y era liderado por Caro Quintero y “Don Neto”.
Según archivos policiales, aunque estaba a la sombra, “El Mayo” tenía una célula que operaba en Guadalajara y se encargaba de recibir droga de Colombia.
El cargamento era enviado después a la frontera, donde Zambada García tenía presencia, especialmente en Ciudad Juárez. En el siempre cambiante escenario de los cárteles, el terreno no tardó en sacudirse.
El 4 de abril de 1985 fue detenido Caro Quintero en Costa Rica, dos días después autoridades capturaron a “Don Neto” y el 8 de abril de 1989 cayó “El Jefe de Jefes”, los dos últimos en Jalisco.
Las cabezas del cártel más poderoso del País habían caído y con ello se abrió una puerta para el ascenso de “El Mayo”.
EL ASCENSO
La mesa estaba puesta para Ismael “El Mayo” Zambada García.
Con el arresto o la muerte de los cabecillas de otras organizaciones delictivas, se abrió una brecha para su ascenso.
“El Mayo” controlaba el trasiego de droga en Tijuana y trabajó con los hermanos Arellano Félix hasta que una deuda sembró la discordia.
Según archivos policiales, los Arellano no le pagaron un cargamento de narcóticos y presuntamente trataron de asesinarlo.
En respuesta, Zambada García se atrincheró en Sinaloa y definió su bando al lado de “El Chapo” Guzmán.

"El Chapo” fue detenido por primera vez en junio de 1993 y tras esta captura el nombre de “El Mayo” comenzó a aparecer con más frecuencia en los titulares de periódicos.
Uno de los incidentes que lo puso en la mira de las autoridades ocurrió el 6 de mayo de 1994.
Según informes extraoficiales recogidos por distintos medios, ese día un convoy en el que presuntamente viajaba “El Mayo” se topó con agentes de la Policía Judicial de Sinaloa al sur de la sindicatura de Costa Rica.
La unidad oficial fue atacada desde tierra por los ocupantes de un vehículo blindado y desde el aire por un pequeño helicóptero negro, según un reporte judicial.
Aunque las autoridades negaron el incidente, sobrevino una fuerte respuesta de las autoridades que con 100 elementos y 11 aeronaves peinaron la zona del tiroteo, pero no lograron dar con Zambada García.
Las incursiones del Ejército y la Marina continuaron en Sinaloa, pero el capo jamás fue localizado.
Fue hasta el 20 de junio de 2000 cuando autoridades federales dieron otro golpe cercano a “El Mayo”. En un fuerte operativo catearon fincas en el poblado de El Salado, en Culiacán, pero tampoco hallaron al capo.
En enero de 2001, “El Chapo” escapó del Centro Federal de Readaptación Social de Puente Grande, Jalisco, y su salida reavivó la alianza con “El Mayo”.
El 29 de abril de 2002 la PGR publicó una lista de los delincuentes más buscados y en ella apareció el nombre de Zambada García, pero fue hasta el 31 de julio de 2003 cuando su “fama” se disparó.
John Ashcroft, Fiscal General de Estados Unidos, presentó cargos contra el capo sinaloense y dos de sus lugartenientes: Javier Torres Félix y el propio hijo de “El Mayo”, Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”.
El procurador anunció que Zambada García era buscado por conspiración para importar y distribuir cocaína.
También dio a conocer los resultados de la Operación Trifecta, realizada durante los 19 meses previos al anuncio, en la que autoridades mexicanas y estadounidenses lograron capturar a 240 supuestos colaboradores de “El Mayo”.
Ashcroft presumió que la red de distribución de drogas de Zambada García había sido desmantelada por las detenciones del operativo, en el que cooperaron los gobiernos de tres países, pero no fue así.
