Cuatro de cada diez alumnas prefieren no asistir a la escuela durante su periodo menstrual debido a múltiples carencias, y un 20 por ciento ya ha reportado haberse ausentado al menos una vez por esta causa, señalaron activistas y especialistas.

Esta situación se suma a la falta de infraestructura sanitaria adecuada en miles de escuelas, lo que, alertaron, vulnera la dignidad de las estudiantes y limita gravemente su aprendizaje.

Ante este panorama, organizaciones como Mexicanos Primero, Fundación Femmex y Promotora Social México unieron voces en el foro "Menstruar en la Escuela".

El evento tuvo como objetivo principal discutir los desafíos que presenta la pobreza menstrual en el País y presentar el "Manual de Acción para Docentes y Personal Directivo", una guía gratuita que busca brindar información y acompañamiento esencial para promover el derecho a una menstruación digna en las más de 216 mil escuelas de educación básica y media superior en México.

Irari Reyes, de 15 años e integrante de "Juntos y Juntas por Nuestros Derechos" de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), compartió su experiencia personal, ilustrando la falta de información y recursos.

Relató que al tener su primer periodo, no sabía qué era una toalla sanitaria y hasta la fecha sigue sin comprender el funcionamiento de una copa menstrual.

"¿Por qué si se habla de muchos temas con normalidad, entonces por qué la menstruación es un tema tabú?", cuestionó Reyes, señalando además la ausencia de toallas y medicamentos para cólicos en las escuelas, y el hecho de que el tema siga siendo tratado como un secreto.

"La sangre de la menstruación es la única que sale sin violencia y es la que más asco les da. Y las niñas no van a la escuela durante 3 o 5 días porque no hay papel de baño, no hay jabón, los pasadores de las puertas de baño no cierran".

La situación es aún más crítica para las estudiantes indígenas, según Eufrosina Cruz, presidenta de la Fundación Eufrosina y activista por los derechos de las mujeres indígenas.

"(Para las niñas) es más difícil aún gestionar su menstruación, porque para ellas no hay toallas sanitarias, en sus escuelas hay letrinas, las casan aún siendo niñas y enfrentan la menstruación sin entender siquiera el proceso", dijo durante el encuentro.

"(Las niñas indígenas) son abusadas en el nombre de la costumbre, se convierten en mujeres y se casan a los 12 o 13 años sin conocer una toalla sanitaria No hay agua, ni baños dignos, les dan infecciones por usar trapos".

Lorena Villavicencio, de SIPINNA, enfatizó la necesidad de infraestructura sanitaria adecuada y políticas públicas que garanticen el acceso a productos de higiene menstrual. A la fecha, denostó, solo 17 estados han reformado sus leyes educativas, y únicamente dos contemplan los tres componentes esenciales: educación, insumos y condiciones sanitarias.

Cifras de UNICEF revelan que el 20 por ciento de las estudiantes se ha ausentado por menstruación, el 30 por ciento ha improvisado con papel higiénico y el 73 por ciento carece de jabón en sus escuelas. Millones de niñas estudian en planteles sin agua o sin baños.

Jeny Farías, de Mexicanos Primero, delineó cinco ejes prioritarios para una menstruación digna, incluyendo reformas legislativas, presupuesto específico, formación docente y coordinación intergubernamental.

Finalizó haciendo un llamado a cerrar la brecha de género en las escuelas, destacando que la menstruación digna es una cuestión de justicia.

"Si una niña tiene que pensar en la mañana si ir o no a la escuela porque está menstruando o porque no tiene toallas sanitarias, ya no estamos hablando de menstruación, estamos hablando de justicia", remarcó.

El manual se puede descargar de forma gratuita en www.mexicanosprimero.org y en https://www.ffemmex.org/