Mucho se hablaba de que el voto oculto daría el triunfo a Xóchitl Gálvez, candidata presidencial de Fuerza y Corazón por México, pero resultó todo lo contrario, el voto mayoritario fue para Claudia Sheinbaum, la candidata de Morena.
El voto oculto es un concepto utilizado en ciencia política y análisis electoral para referirse a la intención que no se refleja completamente en encuestas u otros métodos de medición de opinión pública. Se trata de aquellos votantes que, por diversas razones, no revelan su verdadera intención de voto o que pueden cambiar de opinión en el momento de la elección.
El pasado comportamiento electoral fue un ejemplo claro de lo que es el famoso voto oculto. Por ejemplo, se confirmó que las personas de menos ingresos económicos fueron los que más votos dieron a Morena.
Otro dato es que los más grandes de edad votaron por Morena; los hombres más que las mujeres, en su mayoría votaron por Morena.
También está muy comprobado que los de menos escolaridad son los que más votaron por Morena.
El famoso voto oculto fue por Claudia Sheinbaum y la gente nunca lo dijo porque les daba pena y vergüenza, entre varias razones, debido al alto nivel de polarización que había y que se generó desde la Presidencia de la República. La gente tuvo miedo y no quiso ser señalada de “chairo” o “conservador”.
Otro dato relevante es que los hombres votaron por Claudia porque detrás de ella veían a un hombre, al presidente López Obrador, quien goza de excelente popularidad en México.
Se sabe hoy, siete de cada diez beneficiarios, votaron por Morena; son los beneficiarios de los programas del gobierno federal los que más participaron al igual que los Jóvenes Construyendo Futuro, sin dejar de lado a los beneficiarios con las becas “Benito Juárez”. En cuanto a los adultos mayores fueron seis de cada diez los que votaron por Sheinbaum.
Casi la mitad de los mexicanos había decidido por quién votaría antes de que empezaran las campañas de forma oficial, es decir, tuvo un efecto positivo el juego de las corcholatas y de adelantar las candidaturas.
Un dato según Sabervotar.mx y que nadie tomó en cuenta es que cuando se le preguntaba a la gente si quería que siguiera el gobierno actual, el 50% respondió que sí y casi un 40% estuvo a favor de que hubiera un cambio de gobierno. Sólo el 30% decidió emitir su voto durante las campañas.
Hasta el 10% de las personas que decía que el voto no servía para nada, al final fue a votar lo que algunos lo traducen como un voto comprado el día de la elección.
Se demostró que a la gente no le gustaba decir que si ratifican lo que se está haciendo y diciendo desde el gobierno.
El 58% de la gente votó por la narrativa que en todo momento manejó el Presidente durante todo el proceso electoral, y no por las propuestas de las candidatas, únicamente el 20% afirmó que fue por ideas de Claudia o de Xóchitl.
Prevaleció el dominio de la narrativa de confrontación que se tradujo en un castigo al PRI y al PAN y que se vio reforzado con los apoyos a las personas con miles de millones de pesos de los programas sociales.
Si se analiza el voto por bloques de edad, se sabe que los que más votaron por Máynez fueron los primeros votantes, es decir, los jóvenes en quienes parece que sí tuvieron efecto sus canciones famosas.
De los mayores de 60 años de edad, el 70% votó por morena; la Generación X´s es la que más votó por Xóchilt, esto es, los de 40 a casi 55 años. Los baby blúmer y los millennials, en su gran mayoría, emitieron su sufragio hacia Claudia Sheinbaum.
En cuanto a los ingresos, la clase más baja fue la que más votó por Morena; conforme al nivel de ingresos, los que más ganan, votaron por Xóchitl.
Los adultos con menores grados de estudios, los de Primaria, Secundaria y Preparatoria, de manera contundente fueron los que más votaron por Sheinbaum, cosa contraria conforme aumenta el nivel de estudios ya que de Prepa hacia arriba estuvo dividido, aunque ahí en menor proporción, pero también ganó Morena.
En cuanto a las campañas y los debates quedó comprobado que no entusiasmaron a la gente porque empezó con mucha anticipación el tema electoral, y que los apartidistas decidieron votar por Morena.
El voto oculto se vio mayor y en favor hacia Morena, sobre todo en el caso del Congreso de la Unión. Para la Presidencia de la República fue del 16%, pero para el Congreso fue del 22%.
Algo que también se registró, es que hubo mucho voto en cascada, es decir, o todo para el PAN, o al PRI, o al Verde o a Morena.
Fueron pocas las distinciones como el caso de Chihuahua, Jalisco, Nuevo León, donde hasta se registró el voto cruzado.
El principal tema de preocupación para la gente es el de la seguridad, luego la corrupción y la economía, pero ninguno de los temas influyó en las elecciones.
Otro dato es que el elector acudió de manera personal a votar, sin que nadie lo llevara.
Tuvo mucho efecto la decisión de destinar el 51% del presupuesto del gobierno federal en el 2024 a la Secretaría del Bienestar.
Influyó además que se fue construyendo desde mucho antes, con 100 mil millones de pesos por año y se empezó a dar desde del año 2021, 22 y 23, donde el 54% de los gastos de la Secretaría se fueron al Programa de Pensión a Adultos Mayores.
Es decir, después de la derrota en el 2021, en la Ciudad de México, se pusieron a trabajar para no perder las elecciones en el 2024, entregando más recursos.
Ante todo, la oposición nunca escuchó a la gente, jamás se percató del voto oculto y no solo eso, lanzó candidatos con apellidos muy quemados como pasó en el caso de Veracruz, donde a la zacatecana Roció Nahle, acusada de actos muy graves de corrupción, y que a decir de muchos analistas tenía todo para perder, la oposición lanzó de candidato a un Yunes. Algo así como si en Chihuahua hubieran lanzado un candidato de apellido Duarte o Corral.
Hay muchos ejemplos sencillos que pueden dar una idea sobre qué pasó, como el hecho de que el PRI y el PAN aquí en Chihuahua no apoyaron ni siquiera a sus bases y quizás por eso no logró tener representantes de casilla en muchas de las casillas.
En Morena no se percibe un ambiente de festejo, saben que dieron dinero a más no poder, pero también no habrá recurso suficiente para garantizar el bienestar en los próximos años a los más de 35 millones mexicanos que votaron por la continuidad del gobierno.
No hay festejos porque ahora sí que, con un triunfo tan contundente, ahora no tendrán a quien echarle la culpa si no dan resultados y sobre todo dinero a tanto voto oculto.
Opinión
Domingo 09 Jun 2024, 06:30
No festejan porque saben que no tendrán a quien culpar
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Javier Realyvázquez
